18 - LOVE

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Pov Taemin

Tenía todo el cuerpo entumido, el ruido de los caballos en medio de la noche, gritos y fuego , pude ver fuego por todo el pueblo y el palacio. Lucas puso una manta en mis hombros la bajarme del caballo, estaba húmeda y fría, vi sus labios moverse pero no podía escucharlo, caminamos por un pequeño bosque hasta el la orilla del mar...un barco esperaba, volteé a verlo esperando respuesta pero solo me sonrió

-"estará bien majestad "- pude leer sus labios, me entrego una hoja de pergamino doblada, antes de que un par de chicas me llevaran dentro de un barco,tomé su mano  aferrando a la única persona conocida que me rodeaba y sonrió de nuevo - "Fue una promesa"- asentí y lo solté, podía sentir las manos temblar pero me esforcé  por mantener la cabeza en alto al entrar, después solo cerré los ojos dejando que mi alma me abandonara mientras el oleaje nos llevara mar adentro. Una doncella me tomó e la mano guiándome por el barco, no había muchas habitaciones, no era como Minho me los había descrito. Entramos a un camarote muy pequeño con una cama y una caja grande de mimbre, ella cerró la puerta ...era tan pequeño el lugar,hecho de una madera tan gruesa que no podía ni escuchar el sonido del agua.

-Majestad- su voz retumbó un poco en mi cabeza antes de volverse clara, incluso mi vista estaba borrosa por las lágrimas que aguantaban

-¿quien eres? - pregunté sentándome en el futón

-Mi nombre es Jia - sonrió tratando de calmarme - Mi familia siempre ha trabajado para el reino Choi, me he mantenido en contacto con el rey Minho, con su esposo y estoy en consiente de lo que pasa. Estará a salvo conmigo- dijo, me faltaba el aire y comencé a tirar del corsé debajo de mi vestido. Ella se apresuró a ayudarme a quitármelo, por su reacción él le había contado todo.

-¿a donde vamos? - pregunté , ella se sentó frente a mi encontrando la mejor forma de decírmelo. 

-Estamos viajando camino al norte, nos esconderemos en un palacio hasta que...todo se calme - asentí llevándome las manos al rostro. Esta era mi peor pesadilla y Minho no estaba aquí para sostenerme. - Nos esconderemos como parte del personal - siguió hablando mientras me ayudaba a quitarme el vestido real, capa por capa hasta quedar desnudo delante de ella - Minho...Minho me dijo que sería mejor si se quedara como doncella, para evitar los trabajos pesados. -Asentí, no es como que supiera cosechar arroz o trabajar con animales...sería inútil y me tirarían en un río.

-¿donde estaremos? - pregunté 

-En la producción de seda-  sonrió - ya que vamos como doncellas y no como criadas no haremos mucho trabajo manual. Mantendremos a su harem y a su emperatriz con vestidos y diseños nuevos. - asentí , la ropa no era de seda real, no tenía bordados de oro  o plata, pero era bonita y muy ligera. El peinado era igual, trenzó mi cabello y puso un tocado simple. - Sabré protegerlo , no debe preocuparse. - le sonreí ayudándola ahora a ella a cambiarse

-Vi mi palacio bajo fuego, a mi rey luchando hombro a hombro con el ejercito y a mi mejor amigo ser enviado al palacio de sus padres sin poder despedirme, Estaré lejos durante mucho tiempo y quizá no vuelva nunca. Ya no hay nada que proteger - Vi compasión en sus ojos, yo también me compadecía de mi mismo.

Fueron 16 horas en el barco,  íbamos muy lejos, recordé las anécdotas que me había contado durante sus viajes.  Era mucho tiempo a solas , mucho tiempo sin sonido y sin nada que ver más que km y km de agua, salada y fría. No me pareció divertido, no me llevaría anécdotas divertidas que contarle a Kibum cuando volviéramos a vernos. Con cada ola el barco se movía brusco y solo me mareaba más. Había pensado un par de veces en ese tiempo en si saltar al agua, ¿sería rápido? ¿dolería? o ¿como aquella vez solo dejaría de sentir? Minho no estaría para sacarme del fondo, pero, tenía que darle tiempo y dejar que hubiera un poco de esperanza de que volvería. Metí mi vestido en un costal junto a todos las prendas que llevaba, no pude deshacerme del prendedor que me había regalado,  por la mirada de Jia iba a ser muy complicado esconderlo...pero no podía desprenderme de el. Tirarlo por la borda en aquel costal, era algo que no iba hacer.

The Hidden QueenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora