24 - Under my skin III

111 23 2
                                    

Furia, enojo, rabia...durante toda mi vida me habían enseñado a aparentar, a guardar todas mis emociones, pero nunca había tenido que enfrentarme a esto. Jia estaba despierta de a momentos y necesitaría mucho tiempo antes de ponerse de pie, casi había muerto desangrada ayer. Era mi culpa, por lo menos asi lo sentía.

-Tienes que mantenerte tranquilo - habló Kai desde la puerta

-Podría tomar la espada y cortarle el cuello ahora mismo - respondí viendo a través de la ventana, sentía las manos temblarme de la rabia.

-Si quieres que lo haga, solo necesitas ordenármelo - sentí una lágrima rodando por mi mejilla al verla reírse, estaba como siempre sentada frente a su distrito mientras alguien le leía.

-Matarla haría que todo se atrasara...sin una consorte tendríamos que esperar a que otra chica ascendiera al puesto...pero no se quedaran así las cosas...solo por ahora, me quedaré sentado - suspiré.

Lo cierto es que todo el mundo se había enterado del accidente de Jia, se decía que mi distrito estaba maldito y que la maldición de "infertilidad" nos rodeaba, lo único que tenía a mi favor es que el emperador había venido a visitarme un par de veces para hablar por la mañana, y nuestras tardes de té seguían en pie, así que había días donde pasábamos todo el tiempo juntos...Creo que a ese punto Yuri no podía odiarme más, incluso así, con él todo el tiempo a mi lado no podía castigarme. Ese resentimiento debe estar creciendo, tendría que ocuparme de eso también. Mis amigas de la cocina habían estado ayudándome a cuidar de Jia, cada vez se veía más fuerte y estaba tranquila, incluso con la noticia que el médico le dio. Pronto regresaría conmigo.

10 días se me pasaron muy rápido, apenas había descansado haciendo todo por mí mismo, aún con la empatía del emperador, tenía que rechazar a las doncellas que me mandaba para reemplazar a Jia, era agotador. Me di cuenta que bajé un poco de peso y es que, teniendo a Yuri pidiendo que me sirvieran cada vez menos comida, me sentía mareado. Escuché como tocaban la ventana trasera y enseguida fui a abrirla, Kai entró de un salto para hacerme compañía.

-Es tarde, deberías dormir - le dije - por la mañana deberías ir a revisar a la chica al pueblo...me preocupa que algo vaya a pasarle

-Tae, estuve haciendo guardia en la puerta de Yuri toda la tarde - habló dejando una caja con pasteles en la mesa, me levanté yendo a hervir agua para un poco de té - Tae, el medico hará pruebas mañana - volteé con los ojos bien abiertos

-Es una tontería - respondí - ¿es el médico un idiota? Incluso Jinki tardaba por lo menos 15 días en notar si una chica estaba en estado...¿Quién se cree que es? - me llevé las manos a la cabeza pensando

-Las chicas con las que compartiste semana, 2 de ellas han estado teniendo vómitos y mareos, con esa excusa Yuri pidió que se adelantaran los exámenes

-¿crees que?- pregunté enseguida y él negó

-Son las 2 chicas a las que castigo hasta la madrugada aun con la ráfaga de viento...incluso yo puedo notar que es solo gripe - asentí soltando un suspiro de resignación . Tomé uno de los espejos viendo mi reflejo un poco demacrado, mis pómulos se notaban más por la perdida de peso pero eso podía culpar también a un embarazo. Volteé a ver a Kai y asintió, entendió mi mensaje, enseguida sacó el molinillo triturando los granos de café y echándolos a la tetera. Yo encendí un poco de incienso para matizar el olor.

-¿será suficiente? - preguntó.

-Permaneceré toda la noche despierto, eso me ayudará y con lo poco que he comido mi pulso debería estar acelerado

-Come los pastelillos por lo menos, ella está castigándote la comida ¿cierto? - asentí - esa perra

-Pasa algunas veces, Jinki llegó a contarme de chicas que bajaron mucho de peso antes de subir, la intención del médico no importa tanto, el emperador creerá lo que quiera creer. Está muy ilusionado conmigo. ¿Puedes ir a la cocina para pedir arroz, avena y té verde? - asintió, me senté unos minutos solo pensando en la clase de suerte que siempre terminaba en mi camino, ¿haber sido un príncipe odiado por mi madrastra hubiera sido tan malo realmente? o ¿morir junto a mis medios hermanos hubiera sido un peor destino? Tal vez comparar mi miserable destino con la muerte no era tan malo, o quizá solo estaba agotado, pero así era, mi vida hasta este momento había sido extenuante con un breve descanso durante el tiempo que compartí con Minho... a este punto estaba cansado.

The Hidden QueenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora