23 - Under my skin II

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Una semana después volvió a pasar, la siguiente ronda de concubinas que dieron negativo a la temprana prueba del médico, estuvieron arrodilladas frente al distrito de Yuri siendo castigadas. Kai y yo apenas habíamos escuchado los quejidos cuando salimos a ver, a Jia le afectaba mucho ver ese tipo de cosas. Pero para nosotros era importante ver que tan lejos estaba dispuesta a llegar, sus criterios eran altos por que aun cuando una de las mas jóvenes se desmayó no se detuvo.


-Sabes que la siguiente serás tu - asentí cuando lo dijo, mentiría decir que no me ponía nervioso, a ellas las ignoraba y aun asi las trataba tan mal..si me tocaba a mi...me mataría a golpes. Contuve la respiración unos minutos y comencé a caminar a la cocina, aunque ya no trabajara para el palacio me gustaba venir a visitar a mis amigas. Me senté sin hacer mucho ruido, en cuanto me vieron sonrieron acercándome una taza de té.

-Te ves cansada - dijo una de ellas

-estoy preocupada, me temo que la consorte no gusta de mi - respondí tomando un sorbo de té

-La bruja no gusta de nadie - rió la otra

-Me temo que su opinión interfiere mucho en la opinión del emperador, no he tenido su "bendición" desde que entré. -Ambas me vieron preocupadas, tal vez si estaba abusando un poco de su ayuda pero necesitaba hacer algo para adelantar el plan.

-La concubina que será visitada esta noche se llama Ming - hablaron

-¿cómo lo saben? - pregunté curioso

-Yuri pide que las chicas que serán visitadas no coman nada durante el día. Ni al día siguiente - se inclinaron de hombros, era demasiado dura pero podía creer los niveles de locura que manejaba. Terminé de tomar mi té y platicar un momento con ellas . Después me apresuré a volver al jardín de la cocina al árbol de ciruelas. Tomé un puñado de hojas y se las di a Kai volviendo al distrito enseguida.

-Iré a buscar agua - dijo tras dejarlas, Jia estaba terminando mi estomago falso cuando llegamos

-¿qué pasa? - habló preocupada

-Tendremos que hacer que el emperador me visite esta noche - la vi ponerse pálida antes de ayudarme, era temprano asi que había tiempo. Tomé una de las vasijas pequeñas y la puse a calentar, tomé el molino comenzando a machacar las hojas.

-¿por que tiene que ser esta noche? - preguntó

- Por que si no soy visitado pronto Yuri encontrará la forma de castigarme, y eso lo aplazara mucho más. Terminará por echarme del harén - respondí, lo llenamos de agua cuando kai volvió.

-Asegúrate de cambiar su agua por esto durante la comida- le encargué y él asintió, Jugar sucio no era lo que quería hacer, pero tampoco tenia salida. Preparé mi ropa de cama y el licor que había preparado en un recipiente pequeño que guardé entre mi ropa, la base debería ser tan fuerte para funcionar con apenas unas gotas. La comida estuvo bastante tranquila, Yuri había mandado a reposo absoluto a 10 chicas ahora. Éramos pocas y probablemente para la prox semana solo estarían ella y el emperador, el pobre estaba ciego y no veía ninguno de los agravios que la consorte cometía, era eso o apoyaba la forma de tratar a las chicas.

Por el atardecer tomamos el té juntos como se había hecho costumbre, hablábamos de cosas de cultura , poesía, música o cualquier otra cosa que lo mantuviera entretenido.

-Diez concubinas y ninguna a quedado en estado - mencionó abatido en algún momento. Le di un poco de té, confiaba en mi y me permitía servirle aun sin nadie probaba los alimentos antes, supongo que me veía como la pobre viuda a la cual le estaba dando la oportunidad de vivir otra vez. Hice una nueva jarra de té agregándole un par de gotas a su taza, al emperador le gustaban los sabores especiados asi que mi mezcla quedaba totalmente mimetizada.

The Hidden QueenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora