Capítulo 9
Sabe que es un sueño cuando es la voz de Jensen la que dice su nombre a través de los labios de su madre. El coche al revés se desvanece y es reemplazado por la suave luz del dormitorio de Jensen. Jensen lo mira con atención, la preocupación ocupando sus perfectos rasgos.
—Jare, ¿estás despierto? —pregunta en voz baja.
Jared trata de asentir y sentarse, pero el dolor explota detrás de sus ojos y todo lo que puede conseguir es un gemido.
—Toma, coge esto, te ayudará. —Jensen sostiene un vaso de agua y una aspirina. Moviéndose lentamente, para no enfadar al gruñón dragón que reside actualmente en su cabeza, Jared, agradecido, se traga las pastillas, haciendo un gesto de dolor incluso con ese pequeño movimiento.
—¿Qué hora es? —pregunta en voz baja, dispuesto a que su cabeza deje de latir.
—Acaban de pasar las ocho. ¿Qué recuerdas de anoche Jared? —Jensen le pide que se mueva para sentarse en el borde de la cama, su pecho desnudo y el sudor que se desliza por sus caderas distrae momentáneamente a Jared de la pregunta.
—Umm, estábamos sentados, hablabas de reemplazar el equipo, creo... Está todo un poco borroso después de eso. ¿Qué pasó? —Y está tratando de mantener la calma, pero no puede recordar una gran parte de la noche y se está asustando un poco.
—Cuando estabas en el bar, una de las empleadas, Alona, dijo que había un tipo molestándote. —Jared puede ver la ira hirviendo bajo la superficie de la calma de Jensen.
—Sí, lo recuerdo. —Jared traga espeso, adivinando lo que Jensen está a punto de decirle. Su frente está arrugada por la inquietud, su propia rabia arranca a la vida mientras sus pensamientos se aclaran y se alinean.
—Debió poner algo en tu bebida. Empezaste a actuar de forma extraña, así que hice que Alaina te trajera aquí y te llevara a la cama. Por suerte mis habitaciones están conectadas al entresuelo, no creo que ni siquiera Alaina pudiera hacerte subir y bajar dos tramos de escaleras, no en el estado en que estabas. —Jensen se pasa una mano por el pelo y Jared ve la tensión en sus ojos a pesar del tono tranquilizador. —En ese momento estabas diciendo, o debería decir difamando todo tipo de cosas. —Jensen sonríe brevemente al recordar, pero su expresión pronto se vuelve sombría. —Por suerte sólo estabas bebiendo soda, si no, te habría llevado directamente a urgencias, ya le pedí a Maggie que te revisara. —Ante la cara en blanco de Jared, Jensen añade que Maggie es enfermera en el St. Jude cuando no está atando a la gente.
—¿Llamaste a la policía, tengo que ir a hacer una declaración? —pregunta Jared repentinamente, la gravedad de lo que podía haber ocurrido haciéndose presente, su ira luchando con el shock de haber quedado tan vulnerable por ese imbécil.
Jensen se frota los nudillos de su mano derecha, una expresión en su cara que Jared no ha visto antes. —Ya está arreglado, no te preocupes Jared —responde Jensen, una extraña mezcla de ira y satisfacción en sus palabras. Frota un pulgar sobre la ceja de Jared, donde está arrugada por la confusión y la preocupación.
—Jensen, ¿qué has hecho? —Jared toma la mano de Jensen, notando que los nudillos que Jensen había estado frotando están cortados y rojos. Cuando parece que Jensen está a punto de cambiar de tema, Jared levanta la mano y le da un beso, ligero como una pluma, a la piel dañada. —Por favor —ruega, dejando que una pizca de desesperación se deslice en su voz.
Suspirando, Jensen responde: —Fui al bar a preguntar qué había pasado, Alona me lo contó, me dio una descripción. Todavía estaba en el club. —La furia de Jensen es casi palpable. —Hice que los de seguridad lo sacaran por atrás y le mostré el error que había cometido con sus acciones, no volverá por aquí, y he enviado un correo electrónico a los otros clubes de la zona con una imagen suya de las cámaras de seguridad. Ha sido puesto en la lista negra.
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The Scarlet
FanfictionJared entra en el Scarlet, el principal club fetichista de Estados Unidos, sin tener idea de lo que realmente espera conseguir, tan solo con la seguridad de que tiene un tipo de necesidad que ya no puede seguir ignorando. Cuando conoce al deslumbran...