The Scarlet

Capítulo 17

Capítulo 17

La cara de Jared está ardiendo al entrar en la gran sala, las luces están bajas, la gente reunida en su centro bañados en un rojo parpadeante. La música es oscura y sensual, el ritmo es un pulso acelerado.

Jared trata de consolarse en el hecho de que nadie se gira para mirarlos mientras cruzan el entresuelo. Una voz sarcástica en su mente susurra que es sólo cuestión de tiempo antes de que los vean, de que los miren fijamente.

Podría ser peor; considerando algunas de sus sugerencias respecto al atuendo, Jensen lo ha dejado ir muy alegremente. No es que considere que los artículos con los que Jensen lo ha vestido constituyan la palabra "atuendo". Ni siquiera pueden considerarse ropa en la opinión de Jared. La amenaza de que le obligaría a unirse a la fiesta llevando sólo un anillo de polla con joyas y una máscara de goma fue suficiente para que Jared, después de cierta negociación, aceptara su actual atuendo.

Primero fueron los pantalones cortos negros apretados, le abrazan el culo y mantienen su polla dentro de una forma de copa, revelando más de lo que ocultan. Luego Jensen le ajustó el arnés, correas de cuero negro y brillantes anillos de plata, colgados sobre sus hombros, alrededor de su cintura, encontrándose en el centro de su musculoso pecho. Los puños de cuero negro alrededor de sus muñecas y tobillos completan el look. Se siente desnudo y expuesto, avergonzado y degradado. Su lado desviado, sin embargo, piensa que es jodidamente caliente.

Jensen está vestido más conservadoramente, pero cada vez que Jared mira a su Dom siente una ráfaga de calor. Los vaqueros oscuros le quedan como un guante, haciendo que el culo de Jensen parezca el cielo, y siguiendo su Dom a una distancia respetuosa Jared no sólo mira, sino que se queda mirando, memorizando la forma en que la tela se mueve y tira de los globos perfectos mientras camina. La camiseta gris oscura de Jensen es apretada, mostrando sus amplios hombros, su pecho duro y su estómago plano.

Jensen lo lleva a la escena que habían estado observando desde arriba. Mientras se acercan, Jared se da cuenta de dos cosas, una, que conoce al tipo de rodillas, es Misha, el sastre sobón, ahora que está más cerca puede ver la mordaza de bola rosa atada a su cabeza y sujeta entre sus dientes. Y dos, también puede ver que el dispositivo que hay en el piso de madera hace más que restringir sus brazos, piernas y cuello, también hay un poste de metal, de alrededor de dos pies de largo, que se levanta de entre las sujeciones de las piernas, en el extremo del mismo hay un consolador grande y de aspecto realista. La protuberancia fálica está actualmente en ángulo, de modo que la polla de goma rosa desaparece cómodamente entre las mejillas del culo de Misha.

Detrás del sastre hay una mujer que le recuerda a Jared a su maestra de sexto grado, alta y regordeta, con el pelo oscuro recogido en un moño severo. Está administrando golpes en el vulnerable trasero de Misha. La sonrisa en su rostro mientras Misha se sacude y se retuerce en respuesta a sus ministraciones es eufórica. Después de un minuto se le acerca un tipo con un pelo tipo Fabio y barriga cervecera, todo de negro, por supuesto. Ella entrega el flogger con gracia y él toma su turno, pareciendo apuntar al lugar donde el anillo rosado de Misha se extiende alrededor del grueso consolador.

—Cuando Misha te tocó durante la prueba, tocó lo que es mío, por eso está ahí. Es un sumiso malcriado, y trataba de incitarme a que lo castigara —dice Jensen, inclinándose hacia Jared para ser escuchado por encima de la música, sus manos deslizándose sobre la piel expuesta y caliente de Jared. —Me preguntaba si te gustaría ayudarme, ver cómo es estar en este extremo del látigo.

Jared lo considera por un momento. La idea de herir a alguien no le atrae, pero Jensen suele tener una razón detrás de todo lo que hace, y en última instancia está dispuesto a confiar en Jensen y sus motivos.