Capítulo 28
—Por favor, señor, lo necesito, te deseo. Por favor. —Jared inyecta cada gramo de deseo y desesperación que siente en palabras suplicantes.
La expresión de Jensen es tan dolorosa que Jared piensa que debe estar a punto de romperse, pero sólo mueve la cabeza, su expresión cambia a arrepentimiento y luego se endurece en determinación. Levanta un dedo y roza la punta sobre el labio partido de Jared y el moretón que marca su mejilla.
—Date más tiempo Jared, por favor, han pasado dos días. No puedo arriesgarme a que juguemos tan pronto después de todo lo que has pasado. Te prometo que no será para siempre y no digo que tengamos que ser célibes, sólo quiero ir despacio.
La cabeza de Jared está llena de argumentos, podría presionar más el asunto, seguir rogando. Pero puede ver que la decisión de Jensen está tomada y sabe que, en esta ocasión, ha perdido la batalla.
Se quedan en la azotea, Jensen empuja a Jared hacia los suaves cojines. No hablan, pero permanecen entrelazados, con los ojos levantados hacia el cielo nocturno y observan las estrellas mientras aparecen en la creciente oscuridad.
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Jared siente que están en una burbuja, tan perfecta como frágil. Pasan sus días aprendiendo todo lo que hay que saber sobre el otro, riendo y recordando. Corren juntos casi todas las mañanas, sus zancadas se ajustan perfectamente mientras sus pies se comen los kilómetros. Miran películas en el enorme televisor de Jensen, acurrucados el uno contra el otro con un enorme tazón de palomitas de maíz en equilibrio entre ellos. Jensen lleva a Jared a restaurantes caros donde las porciones son pequeñas pero la comida es excelente. Jared lleva a Jensen a un lugar que sirve un filete tan grande como tu cabeza y lo desafía a que se lo coma todo, lo que Jensen hace con mucha suficiencia. Juegan juntos a los videojuegos, o Jared juega a Halo mientras Jensen lee o hace llamadas de negocios que no pueden esperar hasta después de sus improvisadas vacaciones. Cocinan juntos, ven la televisión cursi y se besan hasta que ambos se quedan sin aliento. Todo se siente tan bien, como si Jared estuviera exactamente donde debería estar, nunca antes se había sentido tan contento en una relación y es tan maravilloso como aterrador.
Los eventos de esa noche siguen proyectando su sombra sobre Jared. Aunque ya no hay sueños, le resulta difícil dormir. Sus noches las pasa dando vueltas sin descanso, durmiendo livianamente y despertando a menudo. Cuando salen del apartamento se encuentra en alerta máxima, mirando por encima del hombro, tenso y fácilmente asustado. Al principio Jared se resistió a salir, buscando excusas para quedarse dentro. Jensen había insistido, sin embargo, y cuando Jared lo necesitó, Jensen siempre estuvo ahí con un toque de calma o una palabra de distracción, una presencia segura al lado de Jared. Jensen por su parte es comprensivo y paciente. Tal vez un poco más vigilante, un poco más cauteloso alrededor de Jared que antes. Jared no puede decidir si los guantes de seda son entrañables o molestos. Pero cuando la intención es tan buena, es difícil frustrarse.
Pasan las noches juntos en la cama de Jensen, haciendo el amor. Y es bueno, pero no es lo mismo, no como antes. No hay abandono salvaje, ni juegos perversos, ni ataduras y Jensen se niega rotundamente a follarse a Jared. Jensen tiene manos muy talentosas, y una boca que Jared podría jurar que fue hecha para hacerte perder la cabeza. El sexo es asombroso, pero deja a Jared queriendo más, necesitando a su Dom de vuelta. Jared siente que está a punto de salirse de su maldita piel si no le da un poco de dolor, un poco de dominación pronto.
El picor que lo llevó a visitar el club de Jensen en primer lugar ha vuelto. Sólo que es mucho peor ahora que sabe lo increíble que puede ser, lo jodidamente perfecto que se siente estar bajo el control de Jensen. Ahora sabe lo que se siente al cobrar vida bajo los golpes de un látigo y las alturas de placer que se pueden alcanzar al retrasar el momento de la liberación. Estar tan cerca de lo que quiere pero que se le niegue, está volviendo loco a Jared. Y la necesidad de Jared de ser dominado sólo se ve incrementada por el tiempo que estuvieron separados, ese oscuro, rabioso y miserable período de tiempo después de la pelea tras la cual Jared se había alejado.
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The Scarlet
Fiksi PenggemarJared entra en el Scarlet, el principal club fetichista de Estados Unidos, sin tener idea de lo que realmente espera conseguir, tan solo con la seguridad de que tiene un tipo de necesidad que ya no puede seguir ignorando. Cuando conoce al deslumbran...