Peligrosa Ambición | COMPLETA

8

Los restos de una familia rota y la extraña línea de sangre de los Haspel

—No lo entiendo. Nunca... nunca había escuchado de un hermano del presidente.

Austin se acercó a donde estaba y miró la foto. Se encogió de hombros.

—Eso es porque nunca quiso que los medios supieran de él.

—¿Por qué no?

—Él murió... hace mucho tiempo, en un accidente.

Si así era, ¿por qué parecía que James Haspel no quería que nadie conociera la existencia de su hermano muerto? ¿por qué la única prueba de su existencia estaba enmarcada y colgada en la habitación de su esposa?

—Es una historia larga en realidad —continuó Austin —Nunca llegué a conocerlo, murió antes de que naciera.

—Es triste.

Miraba tanto la foto y mis manos quemaban por sacar mi celular y tomar captura. Pero me contuve viendo a Austin pasear por la habitación. Había algo extraño en todo esta repentina información y necesitaba saber más.

—Tu mamá parecía llevarse bien con tu tío.

Austin se acercó a una de la ventanas y se quedó mirando hacia el jardín.

—Mi madre conoció muy joven a la familia de mi padre.

Ahora su voz sonaba diferente. Como si le disgustara hablar del pasado de sus padres. Miré de nuevo aquella foto. Quizá no podría obtener toda la información de Austin. Necesitaba encontrar una forma de regresar y saber más sobre el pasado de Andrea y los hermanos Haspel. Estaba casi segura de que tenía relación con lo que pasaba ahora. No sabía porqué o como podía ligar esos hechos pero sentía que debía hacerlo. Después de un rato, Austin y yo salimos de la habitación. Al llegar al pasillo nos topamos con James subiendo las escaleras. No pareció mostrar ninguna reacción. Sólo nos dio una sonrisa condescendiente.

—Me preguntaba donde estaban ustedes dos.

—Le mostraba la habitación de madre a Isobel —dijo Austin.

James alzó sus cejas deteniendo su mirada en mí.

—¿Es así? ¿vio algo de su interés señorita White?

Había algo perturbador en su mirada y su sonrisa. Podía notar la falsedad en ella pero más allá de eso, era como si esperase que diera una respuesta errónea. Hasta ahora me daba cuenta de que no confiaba en mí, sin embargo, era bueno fingiendo.

—Me pareció una habitación encantadora. Como toda la casa.

Los ojos de James eran brillantes pero no cambió su expresión ante mi respuesta.

—Seguro que sí.

La mano de Austin me jaló lejos mientras comenzaba a bajar las escaleras. Me giré a ver a James y vi sus ojos brillantes sobre mí. Como si fuese alguna clase de amenaza para él.

Lo perdí de vista pero la sensación era demasiado extraña para ignorarla.

—¿Qué fue eso? —logré decir después de que se había ido. Austin juntó sus cejas.

—Ignóralo.

Yo de verdad quería hacerlo. Pero cada vez que nos encontrábamos parecía haber una vibra extraña de parte de James Haspel. Casi como si pudiera ver la verdad a través de mi.
Austin me guió a la que debía ser su habitación y me dio una mirada seria.