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No había frase más certera que la de: "mantén a tus amigos cerca, y a tus enemigos aún más cerca"

Miré la copia del archivo que me había enviado Collins. Habían pasado suficientes días para recibir respuestas de la escena del crimen. Aunque yo la recordaba con todo detalle, el informe era mucho más completo.

Andrea Haspel había muerto por un golpe fatal en la parte baja de la cabeza. El golpe había sido desde atrás por lo que debieron agarrarla desprevenida cuando sucedió. Sin embargo, el arma homicida no estaba por ningún lado. La policía estudió toda la habitación en busca de objetos que encajaran con el golpe de ella pero ninguno lo hacía. El asesino sabía muy bien lo que hacía escondiendo el arma.

Lograron conseguir huellas dactilares en algunos muebles, y ahí fue donde lo tenía. Las huellas eran pertenecientes a James Haspel, y... había las de alguien mas.

Aún no lograban identificarlas.

Como era de esperarse, la prensa estaba lanzando comunicados con títulos amarillistas que marcaban al presidente. Las noticias diarias no paraban de mencionar el nuevo suceso.

¿James Haspel había sido capaz de asesinar a su esposa a sangre fría?

Alguien llamó a la puerta, miré el reloj dándome cuenta de que eran más de las once. No podía imaginar quien podía ser. Me acerqué a la mirilla y vi a Austin de pie con una expresión triste en el rostro. Abrí la puerta y entonces noté que el saco largo que llevaba, estaba empapado, al igual que el resto de su ropa. Los ojos tan expresivos de Austin me pidieron permiso pero no tuve tiempo de asentir cuando cruzó la distancia que nos separaba y me abrazó con fuerza.

Al principio no supe que hacer pero respondí su abrazo estremeciéndome por lo frío que se encontraba. Su ropa humedeció mi pijama pero traté de ignorar aquello.

—Austin...¿qué sucedió?

Él miró el suelo antes de alzar sus ojos hacia mí.

—Mi padre...él —habló en voz baja frunciendo el ceño como si no entendiera sus propias palabras.

Entonces comprendía su reacción. Las noticias y artículos que ahora aseguraban que James era el asesino de Andrea. Había visto uno tras otro, y cada vez era mas difícil para mi. Sabía que James podía haber matado a Andrea pero mi teoría seguía sin concordar. ¿Haberla matado después de veinte años? ¿qué había hecho ella ademas de ayudarle a ocultar el asesinato de su mismo hermano?

—Lamento todo esto, pero es sólo amarillismo Austin. No puedes creerlo todo.

Austin negó, sus ojos brillaron furiosos.

—En el fondo siempre lo sospeché ¿sabes? pero me negaba a creerlo.

—No puede ser...¿por..por qué lo sospechabas?

La mandíbula de Austin se tensó como si le costara empezar a formular palabras.

—Le vi aquella noche, no recuerdo todo con claridad pero minutos antes de que todos se enteraran de la muerte de mi madre. Mi padre había ido a verla, estaba furioso ¿sabes? porque ella había logrado conseguir el puesto. Sé que muchos pensaban que mi padre la ayudó a conseguirlo pero no fue así, mi madre lo consiguió por merito propio .

Junté mis cejas.

—¿Por qué estaba furioso? No entiendo, esa no podía ser suficiente motivación para asesinarla.

Austin negó con la cabeza y se sentó en el sillón. Lucía desamparado, como si apenas pudiera entender lo que estaba sucediendo. Yo aun no podía terminar de encajar aquello. Las mentiras de los Haspel se apilaban una tras otra como en un castillo de naipes, que al mínimo descuido amenazaba con caerse y destruir todo a su paso.

Peligrosa Ambición | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora