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A veces hay verdades que quedan mejor enterradas en una tumba de nieve

Observé a Austin Haspel. Aquella locura en esos ojos era aterradora y me consumía. Saber que él era el único que conocía mi pasado era casi como estar completamente desnuda ante él.

Estaba desnuda ante mi enemigo.

Pero no parecía querer hacerme daño. Solo podía ver ese brillo de admiración cuando hablaba de mí. En vez de verme como una enferma loca que solo vivía para cumplir la venganza, él me veía como si hubiese descubierto a su alma gemela.

—Tu y tú familia son una maldición. Así que estaba en mi buena racha y quería cortarla de raíz. Baxterdam merece algo mejor que una red de mentirosos y asesinos.

Austin echó su cabeza hacia atrás y se rió.

—No voy a negarlo. Somos una enfermedad y tú quieres ser la heroína.

—En realidad...no me interesa si salvo a Baxterdam al final del día. Simplemente quiero acabar con todos ustedes, así de fácil.

Él me señaló.

—¡Eso, eso, justo eso! Ese odio hacia nosotros es lo que necesito de ti.

Fruncí el ceño.

—¿De qué mierda hablas?

Se inclinó con una sonrisa hacia mí.

—Tu odio, tu veneno, tu rencor es como la gasolina que necesito para destruir este imperio.

No podía entender absolutamente nada. Era como si hablara en otro idioma.

—Yo...les odio...siempre lo hice y siempre lo haré y tú también. Tenemos algo en común: nuestra sed de sangre Haspel.

—No sé si te olvidaste...pero tú también eres un Haspel.

—Nunca quise serlo. —dijo, el rencor remarcando cada palabra —tu y yo Taylor podemos darle fin al imperio del hombre que te quitó todo y que a mi nunca me dió nada: James Haspel.

Negué con la cabeza.

—Estás mal de la cabeza si crees que voy a aliarme contigo, con un maldito asesino.

—¿Y qué es lo que vas a hacer Taylor? Ya sé todo tu pasado y por ende tengo el control de tu futuro, ¿De verdad crees que puedes elegir?

Apreté los dientes.

—Velo desde mi perspectiva. Uniéndonos tenemos más poder y podemos lograr cosas grandes. Porque sé que más allá de venganza también buscas victorias y reconocimientos. Sé que tienes ambición y yo puedo ayudar a cumplir esos deseos. Solo tienes que decir que si.

Él era como una jodida serpiente que presentaba ante la manzana roja, tentándome a morderla pero ¿qué pasaría si lo hacía? ¿Moriría envenenada?

No había forma de unirme con Austin Haspel y salir ilesa. Ahora que conocía sus verdaderas intenciones sabía que aliarme con él era una decisión destinada a mi fin. Sin embargo aquí seguía, no podía huir.

Lo único inteligente que me quedaba por hacer era pretender aceptar esto. Ya después encontraría la forma de vengarme. Mientras tenía que salir viva de esta cabaña. Asentí y le di mi mano. Una electricidad que antes no estaba ahí recorrió mi brazo al tocarle, como si mi propio cuerpo me advirtiera de su cercanía. El peligro inminente.

Peligrosa Ambición | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora