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Descubrir secreto tras secreto es como ir siguiendo una hilera de pólvora que espera el momento justo para explotar

Salí de aquel pueblo con más secretos de los Haspel. Austin siendo hijo del hermano asesinado de James. Andrea y James fingiendo ser la pareja feliz. Había un motivo de James para matarla. Todo este tiempo él crió al hijo de su hermano. Sin embargo no era tan ingenua para creer que James no guardaba rencor.

Debía de odiar realmente a su hermano. Y ese rencor debió explotar en algún momento con Andrea. Debía odiarla también a ella.

Ese podía ser el motivo para asesinarla.

Pero lo que no entendía era el porqué James había esperado tanto tiempo para asesinarla, ¿por qué siguió fingiendo a su lado? Parecía tener toda la información pero seguía sin poder conectar los hechos al asesinato. Era como jugar con un puzzle, tener todas las piezas sin saber como encajarlas. Estaba segura de que su asesinato tenía relación con esto pero no sabía conectarlo.

Era una tarde nublada mientras iba llegando a la entrada de la mansión Haspel. Me detuve unos segundos al tener esa sensación de nuevo. La sensación de ser observada. Miré a mis lados pero sólo veía a desconocidos pasar por la calle. No veía a nadie observando. Esta vez decidí ignorar mis instintos y entré.

Como era costumbre ya, los periodistas se arremolinaban en el centro del gran salón para esperar las nuevas noticias y reportes del país. James estaba sentado en la mesa principal con una sonrisa fría en su rostro. No sé en que momento nuestros ojos conectaron y su intensa mirada me persiguió. Cada que le miraba sentía que mi plan estaba cerca de acabar. Esa sensación de que algo malo iba con él no dejaba de molestarme. La conferencia de prensa se detuvo unos minutos para descansar y yo me alejé lo más posible de allí aun pensando en toda la información que había conseguido el fin de semana. Caminé alrededor del balcón mirando las hermosas flores colorear el jardín.

Tantos secretos me tenía intranquila. No podía dormir sin pensar de nuevo en la mirada amenazante de James en mis sueños. Y ese día de nuevo sentía esa presencia. Estaba casi segura de que el presidente había mandado a alguien a seguirme. Puse mis manos en el balcón.

—Hermosa tarde ¿no es así?

La voz tan tranquila y profunda de James me cortó la respiración por unos segundos. Me giré a verlo. Estaba recargado en el marco de la puerta con una sonrisa ligera. Forcé a mis labios en una sonrisa tensa.

—Lo es.

Y ambos miramos hacia el jardín. Ese día era nublado y a vista de cualquiera, el día era terrible, pero si prestabas atención a los arboles en la neblina y las flores de colores de afuera. Se veían hermoso de cierta manera. No era necesario que el sol iluminara todo el día para que este se viera bonito. El paisaje era relajante y extrañamente solitario. El silencio se sentía pesado pero decidí no mirarle a él.

—Supongo que te imaginas porqué estoy aquí —dijo por fin.

—La verdad es que no —comenté tratando de hacerme la desentendida. Él sonrió de nuevo como si esperase justo esa respuesta de mi parte.

—Me recuerdas tanto a ella —miró hacia el horizonte — A mi esposa.

Sentí mis extremidades frías. El miedo recorriendo cada parte de mi ser.

—¿Por qué?

Negó como si el mero hecho fuera ridículo.

— Sabes que..¿nunca pensé que la belleza y la inteligencia fueran juntas? Cada vez que la miraba a ella, era como admirar una obra de arte. Pensaba que su belleza no podría hacer juego con la inteligencia. Sin embargo, las obras de arte son profundas y difíciles de entender, abstractas. Me di cuenta que el arte no sólo es sublime sino que también es inteligente. No cualquier persona lo entiende.

Peligrosa Ambición | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora