Los brillantes rayos de sol se asomaban por la ventana y golpeaban los ojos de Annie hasta que por fin despertó, miró maravillada su alrededor, no con nostalgia, era un sentimiento extraño, que ella no lo había sentido desde hace 4 años, paz, incluso sintió que tenía 14 y sus padres no habían muerto. Pero recordó su realidad y por primera vez la miró con otros ojos. Notó a Jhon durmiendo en su cama dándole la espalda al sol y con unos suaves ronquidos provenientes de sus labios que sonaban casi inaudibles a través de sus oídos. Se quitó la pereza de sí y puso primero su píe derecho y luego el izquierdo sobre el frío suelo. Tomó sus cosas y se dio un baño. Desayunó con rapidez y salió corriendo de casa. Algo le decía que debía ir y ver de nuevo Eastlouder.
Ya en la plaza de la ciudad con aún una sonrisa compró una manzana y se dispuso a observar los cambios del pueblo. Nuevos locales, nuevas personas, conocidos, niños, todo en aquel lugar le recordaba a su hermano; no resistió mucho más y se echó a llorar cayendo de rodillas al suelo, cubrió su cara con ambas manos pero alguien las quitó de allí. Lo vio Darren, su mejor amigo.
— ¿Annie? — dijo mientras le miraba detenidamente—No puede ser.
— ¿No te alegras de verme, pequeño danzarín? —le dijo Annie, siempre le había dicho así desde que le vio bailando ballet en su cuarto.
—Realmente eres tú—exclamó y le dio un fuerte abrazo —Pero… ¿Qué haces aquí?
—John y yo volveremos al pueblo— la felicidad no se asomaba por el rostro de Darren, ella se preguntaba si su gemelo sentiría lo mismo al verle pero era demasiado obvio, ella le rompió el corazón días antes de la muerte de sus padres
—Ven, tenemos que hablar en un lugar más privado—le sujetó de la cintura y emprendieron una marcha hasta llegar a su casa
—N-No puedo entrar—tartamudeó
—Bien, vamos al parque—pasaron la reja del jardín y como en los viejos tiempos se sentaron en lo columpios que estaban allí
—Ahora… ¿qué les hizo regresar?
—Darren…—empezó a decir Annie pero fue interrumpida por su amigo
—No, Annie, necesito que me digas. Si regresaron fue por un motivo grande y lo puedo ver en tus ojos.
—Bien…Jace desapareció y unos hombres entraron a casa buscándonos también a nosotros —las lágrimas se acumularon en sus ojos —Teníamos que irnos, decidimos regresar, era eso o esperar a que esos tipos nos atraparan
— ¿Y qué te hace pensar que estén más seguros aquí?
—Lauren dirá que desaparecimos
— ¿Cómo están seguros de que no sabrán dónde están?
—Hemos sufrido 4 años, esté será el último lugar donde pensarán que estaremos
—Pero sigo sin entender ¿Por qué? ¿Por qué se torturan? ¿No saben que esto es bastante masoquista incluso para ustedes?
—Sabes Darren…Creí que me entenderías—dijo Annie parándose para ir a casa
—Solo dime una última cosa… ¿Por qué piensas que soy Darren?
— ¿Dylan? —Él asintió con la cabeza—Tengo que irme — se marchó sin esperar más, corrió por la calles del pueblo, unos cuantos rostros conocidos le veían sorprendidos pero no le afectó, corrió y corrió unas cuantas cuadras y ya se encontraba en casa con la respiración entre cortada y una mano en su corazón, entró rápidamente.Se escondió en la biblioteca y tomó un cuaderno en blanco y comenzó a escribir u nuevo diario, podría sonar ridículo e infantil pero ella sabía que tendría que desahogarse de alguna manera y John no era una opción, se irían de nuevo, quién sabe a dónde.
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Secretos en familia
Mystery / ThrillerTras la muerte de sus padres y la reciente desaparición de su hermano, Annie y John descubren el gran peligro que corren y deciden volver a Eastlouder, pero no todo es felicidad, regresar al lugar en el que crecieron no se les hizo fácil, el pasado...