Capitulo 12. Vigilada

67 5 0
                                    

N/A: Tenemos nueva portada!!!! Me encanta, esta hermosa. Muchísimas gracias Lend3r-Editi0ns, créditos editas genial.

Ya llegamos a más de cien leídos y eso me trae muy pero muy feliz, se los agradezco un montón. Sé que soy muy incumplida y no subo cada dos días pero al subir siempre subo los que me faltaron así que perdónenme, bueno ya me callo, aquí les dejo el siguiente capitulo

--------------------------------------------------------------

Las palabras no brotaban de los labios de Annie… No tenía idea de que decir, iban a medio camino y en un lugar totalmente desierto del pueblo, Kevin la miraba y ella pudo leer en sus ojos una disculpa.

—Podemos caminar—dijo Annie— Puede que estemos lejos, pero no veo problema.

Kevin tomó las llaves en sus manos y salió del auto, le abrió la puerta a Annie y espero a que saliera para cerrarla tras ella, emprendieron su caminata hablando sobre cualquier cosa. Annie disfrutaba pasar tiempo con Kevin, desde el primer día que lo vio, algo de él le atraía pero aún no entendía bien que era. Escucharon truenos y pudieron notar como el cielo oscurecía, aún había bastante camino por recorrer y eran conscientes de que llovería, unas suaves y pequeñas gotas caían sobre ambos, trataban de ignorarlas pero cada vez se hacían más constantes y más grandes, aún no llegaban al centro del pueblo, apenas si habían casas a su alrededor.

—Kevin aún falta demasiado— dijo Annie mientras se frotaba los brazos, la temperatura había disminuido en gran cantidad, él se quitó la chaqueta y la puso sobre los hombros de la chica— Tú también la necesitas, vas a capturar un resfriado

—Valdrá la pena— dijo Kevin encogiéndose de hombros, cuanto más fuerte se hacía la lluvia más apresuraban sus pasos, sin darse cuenta ya estaban corriendo y habían llegado al centro. Kevin se detuvo frente a una fuente y Annie hizo lo mismo, se miraron a los ojos sin decir nada

— ¿Por qué paramos? —preguntó Annie

—Porque quiero mostrarte algo— sin esperar más la tomó de la muñeca y la llevó dentro de lo que parecía una floristería abandonada, todo se veía oscuro pero sin lugar a dudas el lugar se encontraba más cálido que afuera. Kevin prendió la luz, era un acogedor local, las paredes estaban pintadas de colores pastel, algunas flores estaban pintadas en el suelo y el techo, en el centro había una manta a cuadros roja con una canasta, en las esquinas habían mesas bastante ordenadas para que el lugar estuviese abandonado, pudo ver unas almohadas y cobijas en un rincón y pocas plantas estaban en el local.

—Es como mi lugar secreto—dijo Kevin— Suelo venir cuando…Para escapar de la realidad

—Supongo que has traído a muchas chicas aquí

—Bueno, solo a Elena…Mi ama de llaves, ella mantiene el lugar limpio y cuida las pocas plantas

—Así que…Mientras pasa la lluvia me traes aquí

—De hecho, te iba a traer aquí antes de dejarte en casa…Pero nos quedamos sin combustible—Annie rio

—Eres adorable

— ¿Adorable?  Esa sería la última palabra con la que me describiría

—Y la primera con que yo lo haría.

En esos momentos, los que pasaba con el portador de los ojos azules Annie se daba cuenta que de alguna manera u otra sonreía con facilidad y se divertía de verdad, no importaba cuantos problemas tuviese ni a cuantas personas perdiera, estando con Kevin siempre se sentía locamente feliz, el efecto que tenía él sobre ella era más grande que el que John, Darren e incluso Jace pudieron tener, sencillamente parecía como si la felicidad que él le brindaba era mucho más grandes que el dolor que estaba presente en su vida.

—Entonces llegó Jerry enfadado tomó el extintor y apagó la ropa de Brittany que estaba que se hacía cenizas— dijo Annie riendo. Le estaba contando el día en el que a manera de venganza por “robarle” a Matt a Annie ella le encendió su ropa en llamas. En el tocador de chicas Brittany solía distraerse arreglándose, dejaba su bolsa un poco lejos de ella dándole la perfecta oportunidad de que Annie se escondiera bajo los lavamanos y lo tomara tan solo unos segundos, tenía una candela a la mano, la encendió y metió dentro del bolso de la rubia oxigenada, lo suficientemente afuera para que encendiera poco a poco la chaqueta de cuero que traía la chica, segundos más tarde la dejó en el mismo lugar y esperó a que ella cogiera su bolsa y se marchara para ver los resultados y como predijo Brittany ya tenía la mitad de la chaqueta en llamas y gritaba a todo pulmón que alguien la ayudara, fue un día para recordar eso sin lugar a dudas.

— ¿Por qué se llevan tan mal tú y ella?

—Porque somos de personalidades totalmente opuestas, ella es justo lo que yo no soporto y yo soy lo mismo para ella

—Pero…Sigo sin comprender

—Kevin eso carece de lógica, nadie sabe con exactitud a ti te gusta algo y otra persona lo detesta, así somos ella y yo nos detestamos sin saber el porqué, o por lo menos eso siento yo, lo único que tenemos en común es el odio que sentimos la una por la otra.

—Pero podrían llevarse bien si eso quieren

—Pero eso es justamente lo que ninguna de nosotras queremos…La vida en el instituto sería aburrida si no tuvieras un enemigo con el cual pelear, ella es la mía, Logan es el tuyo, Brad es el de John…No a todas las personas se les agrada y no todas nos agradan y no necesariamente sabemos él porque, simplemente pasa como el que la tierra siempre está en movimiento alrededor del sol y nosotros no nos damos cuenta, ese rencor solo existe y mantiene dando vueltas pero de alguna manera sin esa persona que odias tú mundo sería aburrido, porque ¿Qué sería la vida sin alguien que se ponga en tú camino tratando de derribarte y que tú no le des el poder de hacerlo?

La lluvia dejó de caer, el silencio y la oscuridad reinaban en la calle, tal vez era demasiado tarde pero Annie no sabía con exactitud qué hora era, ni siquiera sabía en qué parte del centro estaba y mucho menos si algún día ella conoció el pequeño local cuando resplandecía en las calles del pequeño Eastlouder

—Llamaré a John, él vendrá por mí y podremos dejarte en casa de regreso— dijo Annie mirando a Kevin que se encontraba con su mirada perdida en la vitrina

—Okey.
Tomó su celular en manos y marcó el número de su hermano, timbró dos veces y un preocupado John contestó

— ¿Annie? ¡Donde sea que estés ven a casa ahora mismo!

—Necesito que me…Nos recojas

— ¿Nos?

—Sí, a mí y a Kevin

— ¡Ese maldito infeliz! Donde te haya tocado un solo cabello lo mato

—Déjate de ridiculeces y ven ahora

— ¿Dónde estás? —Annie miró a Kevin

— ¿Cómo se llamaba este lugar?

—Candy Flowers—dijo él sin quitar la vista de la calle

—Estamos en lo que antes era Candy Flowers—dijo a su teléfono

— ¿Qué haces en la floristería favorita de mamá?

—Vinimos aquí para refugiarnos de la lluvia…Este lugar es como la guarida de Kevin

—No demoro en estar ahí—dijo John y cortó la llamada. Annie se sentó junto a Kevin

— ¿Qué es lo que tanto miras?

—Desde hace rato hay alguien ahí y no hace nada más que mirarte.

Secretos en familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora