Capitulo 14. Emma

57 3 0
                                    

Annie y Kevin estaban en los tubos de ventilación buscando el aula 12 de Física que era el aula más cercana a la salida, pero no importaba cuanto se deslizaran por lo tubos no la encontraban, llevaban más de media hora buscando el aula pero cuando decidían salir por otra también cercana a la salida Annie veía a la chica de la que Kevin hablaba, esa chica daba miedo, era muy bonita pero tenía una mirada que ponía los pelos de punta y su sonrisa diabólica no eran de mucha ayuda Annie pensaba que ella podría ser la malvada  niña que robaba los alimentos en el recreo o que jalaba las trenzas a otras niñas.

Cuando encontraron el aula 12 se aseguraron que estuviera vacío y la chica se encontrara lejos, salieron de su escondite silenciosamente y se asomaron por la puerta verificando que el pasillo estuviera vacío, miraron hacia la puerta principal y luego nuevamente al largo pasillo que en esos momentos causaba temor, lentamente salieron y aun mirando hacía todas partes se dirigieron hacía la puerta hasta que la pequeña se hizo presente frente a Annie haciendo que ella gritase

— ¿Ya se van? —preguntó con tristeza fingida

—Sí, tenemos que ir a casa— contestó Annie fríamente

—Pero aún no nos hemos conocido—contestó la chica—No vamos a jugar—volvió a contestar la castaña, aunque la chica le causara temor no lo mostraría

—Oh vamos Annie…

— ¿Quién eres?

—Me llamo Emma, soy tú hermana—la miró a los ojos

—Esto no es divertido Emma, yo no tengo hermanas ¿Por qué no vas a buscar a tu madre?

—Porque está muerta— Eso ya estaba frustrando a Annie

— ¿Y tú padre?

—Él me dijo que quería que conociera a mi hermana

—No soy tú hermana, Emma ¿Cuál es el nombre de tú papá?

—William, mi mamá se llamaba Michelle y tú y John son mis hermanos, Jace es mi medio hermano

— ¿Pero de que hablas? — aquella chica aparentaba unos 15 años, tenía su cabello suelto y caía por su espalda, tenía rasgos bastante parecidos a los de su madre pero con un toque de maldad

—No quería ser yo la que te dijera esto pero nada en tú vida es como pensabas, fue un gusto concerté hermana— dicho esto la chica se fue por donde vino, no sin antes sonreír malvadamente. Annie miró a Kevin y salieron del instituto

— ¿Tortas y Pancakes? —Preguntó Kevin— No hay nada mejor que unos cupcakes  para despejar las dudas

—Apuesto a que te acabas de inventar eso— él solo rio y ambos se dirigieron al pequeño local, se sentaron en una mesa cerca de la ventana, Annie aún recordaba la última vez que estuvo ahí los nervios que tenía y el gran deber que tenía en sus manos. Pidieron unos cupcakes y se sentaron a comer

—A veces me pregunto porque toda tú vida parece una novela—le dijo Kevin

—Ni tienes idea de las veces que me he hecho esa misma pregunta… ¿Una hermana? Esa chica perdió la cabeza

—Se le veía muy segura

—Prefiero no saber a lo que se refería

— ¿Puedo hacerte una pregunta?

—Que sean dos— él rio

— ¿Qué es lo que tanto oculta tú familia?

—Hay muchos secretos…Y todos están casualmente relacionados conmigo pero no los sé —dijo tranquila ella sabía que podía confiar en Kevin—Y lo otro que querías saber es…

—Ahora en el armario del conserje…Nunca me diste una respuesta y…

—Tú también me gustas—afirmó sin miedo. Él estaba sentado a su lado rozando su hombro, se volteó y tomó el rostro de Annie en sus manos y la besó, la besó como si no hubiese un maña, como si fuera la última vez que la vería, con la respiración entre cortada y sus labios rojos e hinchados se separó de Annie, ella tomó en sus manos un cupcake y le dio un mordisco, un poco de la crema quedó en su nariz y Kevin la limpió posando sus labos en ella.

Al día siguiente los alumnos volvieron como si el día anterior no hubiesen faltado, Kevin recogió a su ahora novia en su casa y se fueron juntos al instituto, cuando bajaron del auto Kevin se agachó frente a Annie dándole la espalda

— ¿Me permite ser su corcel bella dama? —ella rio y se montó en la espalda de Kevin, ambos entraron en la construcción captando la mirada de todos, ella pudo divisar a lo lejos a sus antiguos mejores amigos discutir con Darren, hasta que la vieron, Annie se veía más feliz que nunca, reía y le deba unos cuantos besos a Kevin en sus mejillas y cuello, él sonreía cada vez que ella lo hacía, enfrente de su casillero la bajó y la besó, enfrente de todos, enfrente de Dylan, de John, enfrente incluso de un enfadado Matt.

Los rumores no tardaron en llegar, algunos buenos y otros malos pero no les podía importar menos. En el receso Darren se acercó a su mejor amiga y ahora nuevo novio

—Annie ¿Podemos hablar? — Ella levantó su mirada y se fue junto a él, en el bosque se detuvieron frente a un árbol caído y se sentaron sobre él

— ¡Sencillamente no lo puedo creer!

— ¿De qué hablas Darren?

—De los chicos ¿Qué les pasa? Puedo entenderlo de Jenny y Dylan pero no de Danielle ¡Ella se supone que es mi…— Darren iba a continuar pero se calló de repente— Me siento traicionado y tú, tú debes de estar el doble…

—Calma Darren, primero que todo ¿Qué son tú y Danielle? — Darren se puso nervioso

—Ella es…Ella y yo…Ella es mi novia

— ¡Eso es increíble! ¿Por qué me lo ocultaste?

—No es increíble es molesto porque ella me traicionó y a ti y…Aghhh!!!

—No es molesto y no me traicionó, ellos no pueden confiar en alguien que no confía en ellos y no los culpo

— ¡Pero son tus amigos!

—Pero después de tanto tiempo las cosas no son las mismas y lo sabes

—Sí pero eso no significa que tengan derecho de decirte eso

—Yo tampoco tenía derecho de mandarlos a la mierda

—Pero es totalmente comprensible de tu parte ellos…

—No quiero que arruines tú amistad con ellos por mí

— ¿De qué hablas?

—Puedes ser amigo de ellos y mío al mismo tiempo

—No es así, ellos me pusieron a elegir

— ¿Y qué les dijiste?

—Que te escogería a ti una y mil veces

— ¿Y Danielle?

—No sé si con eso terminamos

—Vaya tonto— él la miró confundido— Ve y búscala, dile algo pero no la dejes ir

—Ella me puso a elegir

—Dile que no puedes escoger entre ella y yo dile que la quieres y que yo soy tú mejor amiga como un día lo fui de ella también, si es necesario cuéntale porque he estado así pero por los dioses no la dejes ir  —Él asintió y se fue corriendo

Secretos en familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora