Capítulo 19: "Incomparable"

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Lacey.

Después de que Eric me sacara a jalones de la casa de Rami esa noche, nos marchamos de California pocas horas después. Sin embargo, mantuve contacto muy discretamente con Rami, diciéndole que estaba bien y las cosas no sobrepasaron los límites.

Pasaron un par de días, y en uno de ellos, estuve temprano en el hospital, ya que la hermana del esposo de Joe tenía anemia, y necesitaban donadores de sangre, a lo que yo acepte ser voluntaria después de que Blake me insistiera tanto.

Al salir del hospital, fuimos a desayunar y luego volví al trabajo.

El día estuvo más concurrido que antes, y me extrañó, pues venia gente desconocida.
En el momento que volteaba el cartel de "abierto" a "cerrado" recibí una llamada de Rami.

—Hola—sonreí.

—Hola, lamento llamar sin avisar.

—Descuida, estoy sola.

—No puedo dejar de preocuparme, Lacey. No quiero que te haga daño.

—Eres un tierno. No pienses en eso ni recuerdes lo que paso, por favor—pedí con vergüenza—Puedo manejarlo cuando estamos él y yo solos.

—Y eso es lo que más me duele. Te quiero, Lacey, te quiero conmigo cada noche y cada mañana—mordí mi labio.

—Yo también—cerré los ojos imaginando su dulce rostro y sus enormes y adorables ojos—Te extraño tanto.

—Estoy cerca de Denver por cuestiones de trabajo.

—¿Quieres que nos escapemos?

—Podríamos vernos. Lo deseo tanto pero... puede ser peligroso.

—¿Le harás caso a la razón o al corazón?

—Lo pienso si está en riesgo tu seguridad. Eric se pone realmente mal.

—Saldrá de viaje esta noche, puedo decirle que entregaré un vestido en las afueras.

—No lo sé, Lacey—dijo pensativo.

—Por favor, Rami.

—No puedo resistirme a esa dulce y hermosa voz—sonreí—Sabes que  muero por tenerte, Lacey—sonreí.—Bien. Hay que vernos esta noche—dijo por último y nos pusimos de acuerdo de encontrarnos mediante mensaje de texto que, borré después de haber leído.

También le avisé a Eric y a mi hermana de mi viaje de última hora. Empaque una pequeña valija y salí. Subí a mi auto y conduje hasta las afueras. Al llegar al punto de encuentro, bajé del auto al divisar a Rami sobre la acera de una casa lejana y casi en medio de la nada.

Corrí hacía él y nos abrazamos y besamos seguido. De la mano entramos al recinto y nos encontramos con sus amigos, Ben, Joe y Gwilym, los cuales, estaban con sus respectivas novias y estaban jugando beer poing en la cocina. Rami y yo nos incluimos a su juego durante un rato y nos tocó beber en algunas ocasiones.

—Tu eres la famosa Lacey—dijo de un momento a otro Ben, cuando el juego les aburrió y comenzaron a centrar su atención en otra cosa.—Déjame decirte que traes vuelto loco a mi amigo—continuó pasando un brazo por mi cuello.

—Estás hasta el suelo de ebrio, amigo—le dije y todos se rieron.

—Oigan, ¿y que se siente hacer un intercambio?—volvió a hablar—¿Quieren hacer uno, chicos?—preguntó hacía los otros dos chicos que pronto, se quejaron y refunfuñaron.

—Vete a la mierda, Hardy—exclamó Lee.

—Sí, entre amigos no se hace porque como ves, te roban a la chica—espetó Joe. Todos volvieron a reír.

—Pero estás casada, ¿no?—preguntó una de las chicas.

—Y mi amigo comprometido. Lo bueno que existen los divorcios y los cambios de opinión---comento Ben—Rami y yo ya teníamos tiempo hablando de su arrepentimiento—me soltó y lo abrazó a él—Llegas y dices "ups, me equivoqué"—se río y luego eructó.

—Suficiente, chicos, nos vamos—habló Rami.

—¿Van a coger arriba? Porque íbamos a dar turnos—masculló deteniéndonos.—Primero soy yo, luego Lee y Joe.

—¿Y por qué eres primero tu siempre?—reclamó Joe.

—Yo iba a ser el primero porque yo llegue primero a esta casa—arremató Lee.

—Pero yo la alquile—respondió Joe.

—Rami será el primero porque es el más grandecito de los cuatro y dura menos—todos se rieron.

—Si supieras no hablarías, cariño—hable por primera vez en la noche, ocasionando risas de burla hacía Ben.

—Habría que hacer un intercambio para saberlo, ¿no?

—Jodete, Hardy—dijo Rami sosteniendo la risa. Tomó mi mano y salimos de la casa.

—Lo lamento—dijo referente a los comentarios de sus amigos, imaginando que alguno de ellos pudo haberme ofendido.

—No tienes que lamentar nada, son divertidos—me reí. El paró su andar, me sujeto de la cintura y me miró atentamente.

—¿Quieres ir a un lugar más cálido?—sonreí asintiendo con la cabeza, luego nos dimos levemente un beso.

Caminamos hasta su auto, y al subirnos a él, condujo hasta un hotel cercano. Pedimos una habitación y nos adentramos pronto en ella. Cuando Rami cerraba la puerta detrás de nosotros, mi teléfono recibió una llamada, al mirar la pantalla y ver que se trataba de Blake, decidí ignorarla.

Dejé el teléfono en la mesilla al momento que Rami comenzó a besarme en el cuello abrazándome por detrás. Disfrute la sensación un momento, luego, me giré y lo besé.

Sin pensar ni temer a otras cosas, volvimos a compartir una maravillosa noche, en la cual, terminamos tan exhaustos como la primera vez. Pero, sin duda, dormir y despertar sobre sus brazos era un placer incomparable.

Cuando la mañana amenazó con penetrar las ventanas de la habitación en compañía con un sol brillante y amarillo, me aferré más a su cuerpo, y él también lo hizo.

Sin embargo, lo que nos logró despertar completamente, fue mi teléfono resonar por todas las paredes.

—Contesta—pidió Rami adormilado. Me levante un poco de su cuerpo y me estiré para tomar el aparato.

—¿Sí?—conteste adormilada y volví a recostarme en el pecho de Rami.

—¡Lacey! ¿Dónde diablos estás? Tienes que volver de inmediato.

—¿Por qué? ¿Qué pasó?—abrí los ojos un poco sin preocuparme demasiado, pues el tono de voz de mi hermana no amenazaba una mala noticia.

—Tu sangre... fue rechazada para la donación, bueno esa no es la noticia, ¡ay no puedo esperar! Tienes que venir para que lo veas por ti misma.

—¿De qué hablas?—reclamé confundida.

—Prometí que no te diría nada, pero ¡al demonio! ¡Estás embarazada!—gritó sobre el auricular y sentí mi tímpano explotar un poco. 

Bailando con un extraño 《Rami Malek》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora