Capítulo 3: "Esta noche"

163 14 1
                                    

Lacey.

Caminé tan deprisa, casi corriendo. Nunca pasé tanta vergüenza como ahora. ¿Cómo se le ocurría semejante cosa?

—¡Cariño, hablemos!

—¡Estás imbécil!—respondí, como nunca lo había hecho, así como haberme levantado e ido de la mesa tan de repente, y es que estaba tan asombrada, decepcionada.

—Amor, podría ser algo muy bueno para nuestro matrimonio—hablaba mientras me seguía. Abrí la puerta de la habitación con el sensor de la tarjeta y entré.

—¡¿Acostarnos con unos desconocidos es algo bueno?!—reclamé girando y mirándolo.

—No sabría explicarlo, bebé. Pero hay casos en las que salir de la rutina refuerza las relaciones íntimas.

—¿Y por qué no podemos salir de la rutina juntos?—exigí casi llorando.

—Lo haremos. Haremos de todo, pero siempre nos amaremos, sin importar que—se acercó a mí.

—Dudo que me ames después de esto—lo aparté y caminé al baño en cerrándome en él.

—Claro que te amo, amor—golpeó la puerta—Lacey, no evadas esto, tenemos que hablar—Tomé coraje y la volví a abrir.

—Pues si querías una respuesta, es no—grité y volví a azotar la puerta.

****

Muy poco me duró el gusto de enojarme con Eric, pues unos minutos después de nuestra pelea, se cansó de rogarme y se marchó. ¿Qué iba tan mal en nuestro matrimonio como para considerar algo así? ¿Podría estar tranquilo aun sabiendo que yo estaría con otro hombre?

No quise quedarme más tiempo en la habitación sola, pues sé que probablemente me derrumbaría a llorar.

Al llegar al bar y tomar asiento, pedí mi primer bebida, y tomando el primer sorbo, Rami Malek apareció a mi lado.

—Hola—saludó.

—Hola—contesté sin apartar la vista de mi vaso.

—Estás sola de nuevo—lo miré con reproche—Lo siento. Fue muy grosero. Lamento lo que dijo Lucy, tiene unas ideas que...

—¿Tú aceptarías?—interrumpí.

—Pues...

—¿No te hace pensar que tu prometida no te ama cuando quiere estar con otro?

—Un poco.

—Eso siento yo—bajé la mirada—Eric ya no me ama como antes.

—No creo que sea eso. Quizá es solo la rutina.

—Nunca está en casa. Y hace un mes que no tenemos relaciones, ¿Y ahora lo busca en otra?—negué con la cabeza—Nunca esperé eso de él—espeté dolida.

—¿Eric fue el primer hombre en tu vida?—preguntó con interés.

—Y el único.

—Quizás tampoco lo amas, o para saberlo, necesitas conocer a alguien más.

—He conocido a muchos hombres en mi vida—dije a la defensiva.

—Lo sé, lo sé. Pero de otra manera.

—No tiene caso que hable de esto contigo—hice ademán de irme pero me detuvo.

—Espera—articuló—Sé cómo sientes, y quizá después de esto las cosas con nuestras parejas no serán iguales, serán mejor o peor. Algo saldrá bueno, si una de las dos parejas se separa, es porque nunca se amaron de verdad, y si no, si lo hacían.

—¿Estás tratando de convencerme?

—No creo que hayas podido hacer cambiar a tu esposo de opinión. Te puedo ayudar a sacar provecho de esto. Puedes aceptar solo para ver su reacción, no tenemos que hacer nada si no quieres—lo miré en silencio unos segundos.

—¿Lo dices en serio?—asintió con la cabeza.

—Lo demás ya sería su asunto y nuestro asunto. ¿Bien?—antes de que hablara, Eric y la prometida de Rami llegaron con nosotros.

—Hola, chicos, ¿Qué tal?—saludó la mujer.

—Hola—saludé con una sonrisa falsa al momento que colocaba una mano en el hombro de Rami—¿Será esta noche?—los tres se miraron boquiabiertos. 

Bailando con un extraño 《Rami Malek》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora