Lacey.
Tenía miedo de encontrarme nuevamente con el hombre que me había dado una de las mejores noches de mi vida. La última semana sin saber de él me hicieron sentir prisionera, y cuando lo volví a ver, me sentí feliz, emocionada y nerviosa. Estaba ansiosa porque justo ahora tendríamos nuestra oportunidad para hablar de nuestros sentimientos. Además, sé que tenía que darle una exhaustiva explicación acerca del por qué no lo llamé. Aún no entendía cómo es que mi teléfono llegó a parar en ese estado, pero pensaba en Rami solamente.
No esperaba esa reacción de su parte. Como me miró, luego nos ignoró y se levantó molesto, ¿Algo había pasado? No estuve tranquila desde que se marchó. Uno de sus amigos fue detrás de él y tardaron algunos minutos mientras yo estaba cada vez más ansiosa.
Excusé que iba al baño para levantarme, el problema es que no sabía dónde estaba, y cuando lo buscaba, me crucé de repente con él, quien tenía los ojos empapados.
—Rami...--mencioné—¿Qué pasa?—pregunté preocupada.
—No tenías que venir—articuló con dolor. Lo miré sin entender—Ya dijiste todo—caminó por mi lado, marchándose.
¿Qué? ¿Acaso pensó que por no llamarle yo... no había sentido nada?
Me giré y lo miré alejarse, y cuando pretendía ir detrás de él, Eric me tomo del brazo.
—Te dije que no hablaras con él—susurró en mi oído.
—Suéltame. No puedes prohibirme hablar con nadie—murmuré soltándome discretamente de él. Lo miré con molestia.
—Puedo porque soy tu esposo—dijo de la misma forma.
—Si tan solo hicieras lo que de verdad debería hacer un esposo y no estás ridiculeces, no estuviéramos aquí—reclamé molesta y me alejé.
Caminé hasta toparme con una puerta, y al entrar en ella, me di cuenta que había encontrado el tocador de chicas, y para mi mala suerte, Lucy estaba ahí, retocando sus labios con un lápiz rojo frente al espejo. Al notar mi presencia, me miró.
—¿Cómo va todo?—preguntó sonriendo. Caminé hacia los lavamanos mirándola a través del espejo.
—¿Qué pasa con Rami?—pregunté en seguida, sin pensármelo y sin ser sutil con mi tono. Estaba muy confundida.
—Creí que tú lo sabrías—giró su cuerpo hacía mi guardando su lápiz labial—Desde que volvimos de Colorado ha estado muy diferente—la miré en silencio, tratando de descifrar que cosa podría poner a Rami de esa forma.—¿Pasó algo esa noche?
—No hablaremos de eso—reclamé.
—Bueno, solo para que sepas, Eric y yo no lo hicimos esta vez. Charlamos un par de horas y luego se fue. Aunque intente animarlo no funcionó, quizá si te ama—dijo la última frase como si fuera una burla—Y la actitud de Rami me hace pensar que algo más pasó entre ustedes, ¿Por qué de repente quisieron hacerlo? Él nunca me lo dijo—me miró como si nos hubiera descubierto e intentara hacerme confesar. Como esos policías que interrogan a los criminales pero ellos en realidad ya saben todo.
—¿Qué tienes de especial, Lacey?
—No sé a qué te refieres.
—Tu esposo te prefiere, obviamente, pero sería horrible para mí que mi prometido también—dio unos pasos hacía mí—Quiero saber...--murmuró. Retuve el aliento cuando se acercó demasiado. ¿Qué debía decir?
—Tendré que pedir el tercer intercambio, pero ahora tú y yo.
—¿Qué?—exclamé atónita, luego, ella se abalanzó sobre mí y me besó.
Aquello pasó tan rápido y ella era tan ágil, que logró pasar sus manos por mi cuerpo antes de que yo la apartara y saliera casi corriendo del lugar. ¿Acaso estaba demente?
No quería estar en ese lugar, ni quería hablar con nadie. Sin darme cuenta, había salido del hotel y comencé a caminar por una acera de una calle que no conocía, pero no me importó y seguí caminando.
Estaba sola, no podía ir con Eric, hace tiempo que no me sentía segura con él, Rami parecía odiarme, y no conocía a nadie en esa ciudad, pero así prefería estar por lo menos un tiempo.
Caminé por un largo tiempo hasta que me alejé un poco de la ciudad y llegué al puente de la autopista, donde, me senté en una de las barandillas de metal y miré el mar durante unos minutos, con el sonido de los autos de fondo y el ruido del agua debajo de mis pies.
No sabía qué hacer en este punto de mi vida, sentimentalmente hablando. Estaba enamorada de Rami y no podía soportarlo. Todavía quería a Eric, pues el cariño de muchos años no podía desaparecer de la noche a la mañana, y con tan poco tiempo de conocer a Rami era impresionante lo que me provocaba, y que Eric nunca provocó.
—Hola, guapa—dijo una voz desconocida detrás de mí, la cual decidí ignorar—¿Qué haces aquí tan solita y bonita? Mira ese vestido y ese cuerpo. Me encantas—el hombre me jaló del brazo y fue cuando yo reaccione empujándolo, pero mi fuerza fue mínima a la que el pronto puso sobre mí.
—¡Suéltame!—grite casi desgarrando mi garganta. El miedo me invadió y a esa medida mi fuerza fue disminuyendo. Logré sostenerme del barandal del puente, ya que me encontraba del otro lado, y podía caerme en cualquier momento al mar.
En seguida, el hombre dejó de forcejarme y me liberó, lo que me hizo perder el equilibrio y caer hacia atrás, sin embargo, logré sujetarme de la barandilla con mi mano.
—¡Lacey!—grita un voz ahora conocida.
—¡Rami!
—Resiste—exclamó, y alcancé a ver como golpeaba al hombre y lo dejaba inconsciente sobre el suelo. Luego, se recargó sobre la barandilla y me tomó de la mano, con su fuerza, jaló de mis manos y logró evitar que cayera al mar. Una vez estuvimos a salvo sobre el pavimento, lo abracé fuertemente y comencé a llorar.
—Lo lamento, lamento no haberte llamado—dije sollozando y lo miré—Quise hacerlo pero mi celular desapareció y yo... lo siento, lo siento tanto—volví a abrazarlo—Te amo, Rami.
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Bailando con un extraño 《Rami Malek》
Hayran KurguEl peligro de romper un matrimonio por un intercambio de parejas está plasmado aquí, cuando Lacey se enamora de un completo extraño por un intento de salvar su relación. ¿Todo seguirá igual después de esa noche? #1 en Rami Malek el 19/11/21