Capítulo 2: "Intercambio"

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Rami.

Desperté bruscamente al sentir unas manos pesadas sobre mi pecho. Me quejé y apreté los ojos. Al abrirlos un poco, la luz del sol que entraba por el balcón, me cegó.

—¿Qué hora es?—pregunté.

—Muy tarde. Pues anoche llegaste en la madrugada y cayéndote de ebrio, me despertaste y luego tuve que arrastrarte a la cama—reclamó Lucy molesta. Me senté en la cama y tarde un poco en acostumbrar mis ojos a la luz.

—Lo siento.

—Cuando nos casemos no será así, ¿Verdad?—preguntó con seriedad, sentada al borde de la cama.

—No, cariño. Lo prometo, no suelo beber tanto, lo sabes.

—No es que bebas, sino que lo haces solo o con alguien más.

—Lo lamento.

—Mis padres no vendrán para la boda—la miré.

—¿Qué pasó?

—Mi padre no puede viajar en avión por su aparato del corazón—dijo con fastidio—Tendremos que casarnos en Los Ángeles—hizo una mueca.

—Esta bien, Lucy. Lo importante es que estemos juntos.

—Yo quería casarme aquí. En la playa. California no se compara con aquí—reclamó.

—Lo sé, pero no sería bonito casarnos sin tus padres.

—¿Y qué le diré a los invitados?

—La verdad. Debes ser considerada con tus padres, ellos lo fueron contigo toda tu vida.

—Lo sé, Rami, no me sermonees—cruzó los brazos—Tendremos que hacer algo durante estos días, y ya sé qué haremos—masculló pensativa.

—¿Qué cosa?—pregunté con curiosidad.

—Conocí a un hombre ayer, algo cansado de su matrimonio, la rutina... quiere hacer que su relación sea un poco más relajada.

—¿Acaso eres terapeuta?

—No. Será algo mejor. Así que vístete. Bajaremos a comer—ordenó. Me aguante la pregunta acerca de que sería así todo el tiempo de mandona.

Me levanté de la cama y fui directo a la ducha, dándome un baño frio y de algunos minutos. luego de secarme bien, me vestí con unos jeans y una playera blanca con una chaqueta negra. Luego de peinarme un poco salí y Lucy ya estaba en el pasillo fumando un cigarrillo.

—¿Puedes fumar aquí dentro?—pregunté.

—No—respondió y lo apagó.

Bajamos por en ascensor al segundo piso. Cruzamos recepción y entramos a uno de los varios restaurantes que había en el hotel. Seguí a Lucy hacía una mesa, en donde decía que ya estaban esperándonos. Pronto, nos detuvimos en una mesa, donde había dos personas, un hombre y una chica de cabello rubio. Lucy saludó al hombre con un beso en la mejilla y luego se presentó conmigo.

—Un placer. Eric Emerson—anunció el hombre con una sonrisa estrechándome su mano.

—Rami Malek—me nombré.

—Ella es mi esposa Lacey—comentó el hombre al momento que la mujer giraba hacia nosotros. En ese momento me quede estático y al parecer ella también.

—Soy Lucy y él es mi prometido—las mujeres se estrecharon la mano y luego, Lacey sujetó la mía. Aquel toque era muy familiar. Los pequeños ojos azules, la sonrisa inocente... era la mujer de anoche... en seguida, lo de ayer cegó mi mente en forma de imágenes pasadas en cámara rápida.

—Tomen asiento, por favor—pidió Eric corriendo una silla para Lucy. Cuando ambos nos encontramos sentados, no podía apartar la mirada de Lacey.

Con ese es tu nombre. Creí que iba a quedarme toda la vida sin saberlo y pensé que iba a reprochármelo muchísimo. La bella mujer del vestido de seda y espectacular cuerpo, ahora iba solo con un vestido de verano y sandalias. Su cara lavada y el cabello un poco despeinado, aun así la reconocería en cualquier lugar, ya que su belleza no se desvaneció para nada.

—¿A qué te dedicas, Lacey?—preguntó Lucy. Ella levantó la mirada hacía ella.

—Soy diseñadora de modas—contestó sorprendiéndonos a ambos—Tengo una tienda en Colorado donde hago diseños únicos por encargo y vendo. Es algo pequeño—dijo tímida y humildemente.

—Es modesta. Famosos han ido por tus diseños, cariño—su esposo acarició su mano—Es muy talentosa—se miraron y sonrieron.

—¿Tú que haces?—pregunté de pronto.

—Soy inversionista. Contacto con empresas y me hago socio, así crecen más, con publicidad dinero, y ambos ganamos—explicó y asentí con la cabeza.

—Nosotros nos dedicamos al medio cinematográfico—presumió Lucy.

—Oh, sí, los vi recientemente en una película, ¿Cuál era?—cerró los ojos pensativo y en ese momento, el mesero irrumpió en nuestra mesa tomando nuestras órdenes.

Lacey se mostraba algo callada, tímida y un poco incomoda. Quería hacer algo para que no se sintiera así, cuando Lucy habló.

—En realidad, la razón por la que nos hemos reunido, es porque Eric y yo nos conocimos anoche en una situación algo particular y...--miró a Lacey—Fue inevitable no hablar de nuestras relaciones... que no todas son perfectas, ¿estamos de acuerdo? así que pensamos en proponerles a ambos hacer un una clase de swinging entre nosotros—la miré sorprendido y un tanto confundido.

—¿Estás bromeando?—articulé.

—Perdón, ¿Qué?—preguntó Lacey con clara confusión en su rostro.

—Un intercambio de parejas—se apresuró a explicar la rubia antes de que Eric respondiera.

—¿Fue idea tuya?—preguntó hacia su esposo.

—Fue algo que se nos ocurrió de repente—excusó. La otra rubia corrió su silla, se levantó y se fue del restaurante.

—¡Cariño!—gritó el hombre y fue detrás de ella.

—¿Qué rayos dije?—espetó Lucy.

—¿No crees que debiste habérmelo dicho primero? Tal como él a ella.

—Por favor, Rami, yo sé que tú estarías de acuerdo. Lacey es del tipo que te gustan, en el caso de ellos, él conociendo a su esposa, debió habérselo dicho antes.

—La pregunta es, ¿Por qué quieres hacer eso?

—No quiero que seamos un matrimonio cualquiera.

—Quizá la solución sea no casarnos—me levanté y Salí del restaurante. 

Bailando con un extraño 《Rami Malek》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora