Capítulo 14: "¿Sentimos algo real?"

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Rami.

Todo había pasado tan rápido y lento al mismo tiempo. Honestamente, antes de dar comienzo a nuestro encuentro, no imagine que pudiéramos siquiera hacerlo más de una vez. Las cosas cambiaron su rumbo en el momento que nos besamos. Y lo disfrute demasiado, comí de sus labios hasta cansarme, pues su sabor, su textura y sus movimientos superaron cualquier expectativa que tenía. Hicimos cosas que ni yo mismo conocía, las cuales nos llevaron juntos al éxtasis.

Para ser precisos, terminamos casi a las 5 de la mañana, cuando ella, al tirarse boca abajo sobre el cama, se durmió al instante y luego yo.

Dormimos tan plácidamente alrededor de siete horas, pues cuando yo abrí los ojos, el reloj digital de la mesilla marcaba las doce del mediodía. Lacey se encontraba en la misma posición en la que quedó anoche. Su espalda se hayaba desnuda y su cadera cubierta por la fina sábana blanca. Su cabello rubio tapaba la mitad de su rostro. Con mi mano aparte el mechón y luego de hacerlo, acaricie su mejilla.

Me acerqué un poco y la abracé pasando mi brazo por su espalda, luego, cerré los ojos y disfrute la sensación para no caer en la tentación, ya que moría por besarla.

Pasó un minuto y Lacey se movió un poco. Abrí los ojos y observe como ella luchaba por abrirlos también y acostumbrarse a la luz.

—Hola—saludé. Sonrió levemente de lado.

—Buenos días, señor.

—¿Cómo te sientes? ¿Fue... de tu agrado?—pregunté algo preocupado por su respuesta. Sonrió.

—Cielos, no creo que mi cara y mis gritos no te hayan respondido esas preguntas—solté una risita.

—Es de caballeros preguntar.

—Pregúntame que quiero almorzar, porque muero de hambre—masculló.

—Pediré a la habitación—dije alejándome y me estiré para tomar el teléfono de la mesita de noche—¿Qué te apetece?—pregunté mirándola con el teléfono ya en mi oreja.

—Pan francés, papas horneadas, fruta y jugo verde—asentí con la cabeza y repetí el pedido por la línea.

Antes de terminar el llamado, Lacey se levantó de la cama y camino hacia el balcón, dejando las sabanas en la cama y su cuerpo al descubierto. Me distraje un poco al ver tal monumento y cuando la chica de la línea pidió mi número de habitación tarde en contestar y titubee un poco al no recordarlo.

Colgué el teléfono al momento que Lacey cruzaba la habitación dirigiéndose al closet, de él, sacó una bata blanca y se la colocó, luego me miró.

—¿Quieres una?—preguntó mostrándomela y luego me la aventó, sin darme oportunidad de responder, pues yo seguía anonadado.

Cuando llegó la comida, fui a recibirla y la comimos sentados en el pequeño comedor a un costado del balcón.

—¿De qué son los premios a los que irán?—preguntó ella mientras bebía de su jugo.

—Son de cine, nada emocionante—me encogí de hombros.

—Que modesto. Ya sé que tienes premios muy importantes, como el de la academia y del sindicato de actores—sonreí.

—¿Te impresiona?

—Sí, algo.

—Me satisface saberlo—ella se río.

—¿Cómo le hizo Lucy para convencer a Eric?—preguntó de repente. La miré un segundo en silencio.

—No lo sé. La verdad no hablamos de eso—asintió con la cabeza.

—Lo del vestido si fue una excusa, ¿verdad?

—Sí—confesé. Ella se ruborizó un poco—Te ves hermosa sonrojada—al decirlo, su rostro se enrojeció un poco más.

—Claro que no. Menos recién levantada—dijo evadiendo mi mirada.

—Eres una mujer preciosa. Nunca había conocido a alguien como tú—aquellas palabras, lograron hacer que me mirara de nuevo—Anoche fue...--suspiré—No tengo palabras para expresarlo—me miró en silencio—Y desde que desperté tengo ganas de besarte. ¿Puedo hacerlo?—asintió con la cabeza unos segundos después. En seguida, me incline sobre mi asiento, le sujete el rostro y la besé.

Ella pronto me correspondió, y tal como anoche, el beso se transformó y nos despertó. Ambos nos levantamos de nuestros asientos y seguimos besándonos como si nuestra vida dependiera de ello. Sin pensarlo, arrebaté su bata de baño de los hombros despojándola completamente de su cuerpo, y ella hizo lo mismo conmigo, luego, caímos nuevamente sobre la cama.

—Ya no tengo preservativo—murmuré entre beso, decepcionado pensando que esto tendríamos que pararlo.

—No importa. Tengo la píldora—dijo y continúo besándome.

Estuvimos unos minutos sobre la cama y luego decidimos ir a la ducha, donde, con el agua fría cayendo sobre nuestros cuerpos, comenzó a sentirse caliente, y el cristal del espejo se empañó.

Al terminar ambos nos duchamos y nos cambiamos por separado. Cuando salí de la ducha y secaba mi cabello, ella estaba poniéndose unos tenis rojos, con un simple pantalón y una blusa, se miraba extremadamente bien.

Ella notó con la miraba y me sonrió. En ese momento que nuestras miradas estaban conectadas y nuestras sonrisas desplegadas, su teléfono recibió una llamada.

—Hola, cariño—respondió, y sentí que caía sobre mí una pared de ladrillos y me aplastaba completamente—Si, ya vamos saliendo. Si—y finalizó la llamada simplemente.

Terminé de cambiarme y ya preparados ambos, salimos del lugar. Conduje en silencio hacia el local de Lacey, ya que congeniamos de hacer el intercambio nuevamente ahí, y al parecer, Lucy y Eric ya estaban esperándonos. Lo confirme, cuando aparque el auto frente al lugar y ambos estaban afuera.

Lacey me miró antes de salir.

—¿Hablaremos pronto?—preguntó.

—Creo que hoy volveremos a California—bajó la mirada—Pero te daré mi número telefónico—me miró y sonrió. Sacó su aparato y me lo pasó para guardar mis dígitos en él. Cuando estaba devolviéndoselo, Eric se acercó al auto y golpeo el cristal con los nudillos en el lado del copiloto, donde ella se encontraba.

—Prometo llamar—dijo por último y salió del auto encontrándose con su esposo, quien la recibió con un abrazo y un beso largo, que, parecía ser solamente una oportunidad para demostrar algo frente a ambos.

Sorpresivamente, aquel gesto, me lleno de coraje, y no pude hacer más que apartar la mirada y apretar las manos sobre el volante.

¿Qué pasará ahora Lacey? ¿Pasamos realmente la prueba? ¿Sentimos algo real? ¿Tú lo sentiste? Porque yo sí. 

Bailando con un extraño 《Rami Malek》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora