Un cumpleaños de muerte [INTERACTIVA] ✔️

Capítulo 1.

¡Felicidades! Se acerca tu décimo octavo cumpleaños y, ¿qué mejor forma de celebrarlo que tomándote unas merecidas vacaciones con tus mejores amigos en la conocidísima Party Island? Sí, ya sabes, esa de la que todo el instituto habla. Paradisíaca isla caribeña, fiestas interminables, alcohol a mansalva... ¿Te suena?

Aunque pensándolo bien, no te parece la opción más atractiva para celebrar el día más importante del año. No quieres que tus amigos se sientan ofendidos, te encantaría pasar el día con ellos, pero tener que subirte a un avión por primera vez en toda tu vida y hacer un trayecto tan largo te tiene con el alma en vilo.

—Ni se te ocurra cambiar de planes.

La presión de grupo —que no era poca— se impone por encima de tus miedos y entre todos tus amigos consiguen que aceptes, a regañadientes, viajar a la famosa isla.

—Cariño, ¡vas a perder el avión! —Te grita tu madre desde el piso inferior, ligeramente más alterada que tú.

Terminas de revisar tu equipaje; con ayuda de tus padres lo colocas en el maletero del coche familiar y te reúnes con tus amigos en el aeropuerto. La espera no se hace demasiado larga pues en menos de dos horas ya has subido a la aeronave.

Miras por la ventana y observas el mar a varios kilómetros bajo tus pies, provocando que se te encoja el estómago. La estampa, embellecida por la puesta de sol, sería digna de admirar si no fuese por la estúpida idea que empieza a rondar en tu cabeza. «Si el avión se estrella contra el agua, moriremos», te dices a ti mismo.

Antes de que te dé un ataque de pánico intentas respirar con calma, alegrándote de haber contratado un viaje con una duración de...

a) Cinco días. En menos de una semana ya estarías de regreso a casa, a salvo con los pies sobre tierra firme (ve al capítulo 5).

b) Sesenta días. No tendrías que volver a subirte a la aeronave hasta dentro de dos meses, tiempo de sobra para mentalizarte para ello (ve al capítulo 15).