Capítulo 49.

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—¡Eh, aquí! ¡Aquí! —gritas a todo pulmón a tus amigos, pero solo los dos más cercanos a ti son capaces de escucharte. Ellos, a su vez, difunden al resto el mensaje que les has transmitido y todos juntos emprenden una veloz carrera hacia la única vía de escape de Party Island.

Estás a medio camino entre el helicóptero, Stephan y Evan. Miras en ambas direcciones, sopesando tus probabilidades de éxito si decides ir en uno u otro sentido, y finalmente te decantas por ir a por tus dos amigos, quienes están teniendo serias dificultades en llegar hacia ti.

—¡Rápido! ¡No tenemos mucho tiempo! —Te colocas en medio de la pareja y pasando tus brazos por detrás de sus espaldas empiezas a correr, tirando de ellos hacia delante. Ignoras sus quejidos de dolor y sus peticiones porque aminores el paso, y en su lugar, aumentas la velocidad de tus pisadas.

Ya casi puedes saborear la victoria, la punta de tus dedos hormiguean al imaginarte tocando la mano de uno de los tripulantes de la aeronave cuando algo te sorprende. Una de las bestias salta sobre ti y provoca que los tres caigan al suelo. Tú te has llevado la peor parte. Ellos se han golpeado en la cara, pero la bestia sigue sobre ti y no tarda demasiado en clavar sus garras en tu columna vertebral y rasgar tu cuerpo con ellas. Gritas de dolor, con el brazo estirado pidiendo ayuda, pero sabes que tus amigos no serán capaces de ayudarte. Los ves correr, dejándote tirado a merced de la criatura, y lloras de rabia por haber sido tan estúpido como para haber escogido salvarles a ellos en lugar de a ti mismo.

—Nos veremos en el infierno —Tus ojos se entrecierran en una mueca de rencor, aceptando el final que está por llegar, y cuando estás preparado para ser abrazado por la muerte un disparo resuena en mitad del palmeral y la criatura sale despedida hacia atrás. Levantas la cabeza, incrédulo, y observas a uno de los hombres con un rifle humeante a la vez que tus amigos, que habían acudido a él a pedir ayuda, regresan a por ti.

—Creía que me habían dejado solo... —Te ruborizas al confesar lo muy equivocado que estabas, pero ellos no le dan importancia. Te cargan sobre sus hombros y te ponen de pie para que camines con su ayuda, pero tus piernas no responden. Intentas moverlas, primero una, después la otra, pero no ocurre nada. —¡No puedo caminar! —La ansiedad te está matando, tu pecho sube y baja a gran velocidad y tu respiración agitada es ahora audible.

—Tranquilízate, será a causa del shock y de las heridas. Cuando te curen podrás volver a caminar —Evan intenta tranquilizarte, pero no hay palabras de esperanza que valgan. ¿Qué narices sabrá él de medicina, si los únicos principios activos que conoce son los de las drogas que se toma?

Tus piernas son arrastradas hasta el helicóptero, al cual te suben y las aspas en movimiento hacen que el vehículo ascienda. Todas las plazas han sido ocupadas por ti y tus dos amigos y ya no hay hueco para nadie más. Abajo, en la distancia, observas a tus otros compañeros de viaje que han quedado en tierra, y sabiendo el final que les espera ladeas la cabeza para evitar ver la tragedia inminente.

¡Enhorabuena! Has sobrevivido a la isla.

Pero, ¿a qué precio? Solo has podido salvar a dos de tus amigos y la lesión en tu médula espinal es tan grave que no vuelves a recuperar la movilidad en tus piernas. Las criaturas de la isla no son las únicas que te atormentan cada noche, tus demonios internos también te hacen sufrir, sobre cuando se hace de día y tienes que volver a tu silla de ruedas. Tu fiel pero aborrecida compañera.

Si hubieses robado el dinero de la isla otro gallo habría cantado...

Lamento decirte que, a pesar de haberte salvado, has obtenido un trágico final. No era esto lo que esperabas cuando pensabas en salir con vida de la isla, ¿cierto? ¿Por qué no lo intentas de nuevo, a ver qué te deparan tus decisiones?

 No era esto lo que esperabas cuando pensabas en salir con vida de la isla, ¿cierto? ¿Por qué no lo intentas de nuevo, a ver qué te deparan tus decisiones?

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Un cumpleaños de muerte [INTERACTIVA] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora