12. Primer Anochecer 4/4 (MARATÓN 5-6)

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Ymir y Krysta rápidamente corrieron hacía mí y me abrazaron, mientras yo no sabía exactamente cómo reaccionar.

—¿Donde está Reiner? —me preguntaron las dos casi al mismo tiempo, nerviosas.

—No... no... —realmente sabía lo que tenía que decir, pero mis palabras simplemente no conseguían salir.

Las chicas me empezaron a mirar con una cara de preocupación, como suponiendo lo que estaba pensando. Al fin y al cabo, Reiner no estaba conmigo.

—¿No habrá desaparecido, verdad?

Asentí con pena.

—¿¡Cómo puedes pretender que pase eso!? —gritó Ymir exaltada.

No respondí, y empecé a mirar al suelo.

Sin darme tiempo ni a respirar, Marco me sujetó el brazo y fue al sitio donde estaba Jean. Lo reconocí en seguida. Era el que me dio el balonazo la otra vez. Aunque al parecer yo no era el único, pude ver en su expresión que él también se asustó por verme.

—Por favor, Bertolt, quédate aquí. Yo iré a buscar a Reiner al bosque. —me ordenó Marco, y así hice.

—De ninguna manera. No pienso dejar que vayas solo. —protestó Jean.

Dicho eso, Marco al parecer no tuvo más opción que no negarle eso y los dos se adentraron en aquel oscuro lugar.

Narrador Omnisciente

Los pasos de la pareja marcaban en el suelo un sonido tan ensordecedor que trasmitía perfectamente la de cosas que deberían hablar el uno con el otro. Pero no sabían cuál iba a ser el primero en ser tan valiente, los dos sabían que podrían explotar si llegasen a hablar de eso que tanto les preocupaba, y siendo dos personalidades tan diferentes congeniar a veces era tan complicado.

—Marco. —Jean decidió empezar, y su compañero sintió tal escalofrío que decidió no contestar, y sólo mirarle como indicándole que siguiese—. ¿Por qué eres así? —la bomba ya se había soltado— Te preocupas tanto por los demás que ya no sé si siquiera lo haces por ti mismo.

—Jean, por favor. Sabes completamente que es así como soy yo, y es mi deber como delegado de clase. —refunfuñó Marco— Si te molesta todo esto, ¿por qué somos pareja entonces?

—No es eso, Marco... Yo te quiero, pero no me gusta eso de ti.

—Si no sabes aceptar las cosas que no te gustan de mí no deberíamos seguir juntos.

Marco realmente no quería decir eso. Él quería estar con Jean, le amaba, por supuesto. Pero eran tan diferentes los dos, que a veces su relación sufría percances. Marco era demasiado bueno, como un ángel, se preocupaba demasiado por los demás, y Jean se preocupaba demasiado de él mismo.

—Lo siento. —a pesar de que Jean había sido el que empezó la discusión, Marco se disculpó—. Lo he dicho sin pensar. No quiero cortar contigo.

—Es mi culpa, realmente. —le interrumpió Jean— Si no soy capaz de aceptarte como eres, deberíamos cortar.

Realmente no sabían qué decir. Marco quería detenerle, sentía que le estaba perdiendo, pero, ¿acaso puede hacer algo contra lo que piensa Jean? ¿Acaso estaba dispuesto a cambiar por él? Esperaba que Jean estuviese mintiendo y no fuese a dejarle, no podrían seguir solos cargando con la culpa de haber hecho sentir mal al otro.

—¿De verdad lo vas a dejar así? —rechinó Marco—. ¿Vas a dejar que todo pase así como así?

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—Todavía no me puedo creer que Reiner haya ocasionado todo esto. —repetía Ymir— Pero no es mala persona, lo sé...

—Tendremos que hablar con él. —sugirió Bertholdt.

—Cuando no parezca que está loco, querrás decir. —le corrigió Ymir.

No dijerpn nada más. Todos estaban preocupados por Reiner, y ahora, por Marco y Jean.

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—Marco... ¿Estás llorando?

Jean se acercó aún más a Marco, olvidándose de a dónde apuntaba su linterna, haciendo que hubiera aún menos luz en el camino de los dos, Marco se paró, y Kirschtein apoyó su mano en el hombro de su pareja, provocando que se girase, viendo cómo las lágrimas caían de sus ojos lentamente.

—Marco... —Jean se acababa de dar cuenta del daño que le había hecho—. Olvida todo lo que he dicho, por favor, yo... Si te quiero.

Los dos se abrazaron. Pero ojalá se hubiera resuelto tan fácilmente.

—No sigas con esto, Jean. Lo mejor es cortar. Encontraremos a Reiner, lo llevaremos con sus otros amigos, y cada uno se irá a su casa. Ya estoy cansado de estar aquí. Por favor, no me sigas hablando ahora ni en los próximos días, va a ser incómodo. —dicho esto, se separó, dando fin al abrazo.

Marco acababa de decir pasivamente que habían cortado. Esto no sólo rompía en miles de pedazos el corazón de Jean, si no también el de Marco, quién quizás sólo se estaba engañando a él mismo pensando que eso era lo mejor.

Jean no sabía qué decir, no sabía cómo parar lo que estaba pasando, no quería que todo esto fuese a más. Ahora se culpaba a él mismo de haber hecho daño a Marco y de haberle hecho creer que cortar era lo mejor para los dos. Se sentía un imbécil.


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Capítulo dedicado a la única e inigualable jeanmarcolovers, el porqué, bueno. Ella siempre me apoya todas mis historias y quería agradecérselo de alguna forma, además el jeanmarco se está muriendo y no puedo permitir eso. Ha sido re piola escribir de ellos dos, aunque me haya salido algo más triste de lo que esperaba (?

𝑯𝒊𝒈𝒉𝒔𝒄𝒉𝒐𝒐𝒍 𝑻𝒉𝒐𝒖𝒈𝒉𝒕𝒔 {𝑅𝑒𝑖𝐵𝑒𝑟𝑡}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora