Quizás Jean en ese momento podría pensar muchas cosas de mí, y estar muy confuso sobre lo que acababa de pasar, pero ahora tenía todas las ideas claras en mi cabeza, por lo que volví a correr hacia Marco, quién seguía de espaldas, seguramente no se hubiese dado cuenta de nada, y era mejor así.
—¡Marco! —le llamé frenéticamente, notándose mi falta de aire por ir de aquí para allá corriendo con indecisión—, necesito pedirte algo, o más bien, informarte de algo que espero que te parezca bien.El pecoso se dio la vuelta finalmente, con una sonrisa colocada en su tan corriente expresión de amabilidad, siempre daba esa sensación, y llegados a este punto Marco no sabría decir si es porque se esforzaba para verse así o porque solamente era una cualidad de él que a lo mejor ni el mismo Marco sabía que la tenía. Espero que fuese eso último.
—¿Qué necesitas? —la voz de Marco parecía tan tranquila que me daba la sensación de que no le molestaba el hecho de que le estuviese interrumpiendo su descanso de las mañanas de entre-semana.
—¿Recuerdas ayer, verdad? Todo lo que pasó en la fiesta de anoche —con sólo esa pregunta, la expresión de Marco totalmente cambió de forma, previniendo lo que probablemente yo iba a decirle—, bueno, sé que no me incumbe, y comprenderé si te molesta, pero últimamente estaba pensando en su relación con Jean, y... —pausé, intentando trasmitirle al chico que le quería ayudar, porque la situación me estaba avergonzando demasiado para no seguir hablando.
La expresión corporal podía llegar a serlo todo en una persona, y en aquella conversación era algo que tomaba demasiada importancia, los movimientos de Bertolt eran confusos, a veces movía sus manos, pues mantenerlas ocupadas le ayudaba aunque no supiese cómo, por lo que no paraba de dirigir esas dos extremidades a su cintura, cuello, por detrás de la cabeza, y a veces las entrelazaba entre ellas.
Sin embargo, Marco se veía mucho más tranquilo, con las manos en sus bolsillos, y, cómo no, siempre sonriendo, o al menos hasta que Bert le comentó lo de su problema con Jean, el cuál no quería recordar, aunque lo mejor sería no escapar de ello.
—No es... nada importante. —espero que Marco no se esperase que me creía que no tenía importancia, porque seguro que ni él se creía a el mismo— Pero... sólo es que, nuestras personalidades no ayudaban a que nuestra relación prosperase, y como nada dura para siempre, ya no estamos juntos.
Mirar a los ojos de Marco mientras decía todo eso con una pequeña sonrisa, que más que transmitir lo que transmitiría una sonrisa, transmitía tristeza y compadecimiento.
No tengo nada de experiencia en el amor, pero pienso que los miembros de una pareja no tienen que ser exactamente iguales para que sea un éxito. En el fondo, cuanto más diferentes, más aprenden los dos, ¿verdad? El amor no juzga ese tipo de diferencias, pero no sé si mi inexistente experiencia me concede el don de poder hablar de eso como si lo hubiese sufrido en mis carnes.¿Pero cómo iba a decirle eso a Marco, si él quizás pensaba lo mismo que yo?
—¿Y tú cómo te sientes? —pregunté, lo cuál creo que le pilló algo desprevenido, quizás esperaba que mi respuesta fuese silencio.
Yo... —se llevó unas de sus manos a su cuello, sin quitar esa sonrisa triste de su cara— no estoy de acuerdo con eso, yo estaba enamorado de Jean, de las cosas que amaba de él y de sus defectos, pero al parecer él no se sentía igual.
Cuando terminó de hablar, sentí exactamente cómo me decía la verdad, la sonrisa dejó de estar en su cara, y se formó más a una expresión que tendría alguien que por fin había dicho lo que tanto pensaba, aunque a primera vista no se hubiese atrevido, por fin lo había dicho, y en cierta parte le aliviaba.
La situación dio un golpe de los acontecimientos dramáticos cuando Marco por fin tuvo las fuerzas suficientes para mirarme a los ojos, y cuando lo hizo, la cara que puso me asustó, sus ojos se abrieron, para después dar la vuelta, mirar a su alrededor mientras se llevaba las manos a la boca, luego volver a mirarme, como si hubiese pasado algo que, ni se esperaba ni le gustaba, y al deducir que lo que causaba esa reacción en él debía encontrarme en mi espalda, me di la vuelta, y entendí completamente el comportamiento de Marco, lo que estaba detrás de mí era una persona, y la verdad es que no podía ser más casualidad, porque la persona que era, era nada más y nada menos que Jean.
Y pensar que hace diez segundos Marco hablaba de cómo estaba enamorado de él y cómo no le gustase que cortasen.
Al parecer mi tarea se realizaría sola.El susodicho Jean tenía una expresión de la cuál realmente no sabía qué me transmitía, quizás melancolía o sorpresa por su parte, y juraría que hasta enmarcaba una tristeza en su cara que se me quedaría grabada en todo el día.
Carraspeó la voz, y procedió a romper el silencio:
—Quizás sería mejor si me hubieses contado eso a mí y no a... Bertolt. —pronunció mi nombre como si yo fuese la persona menos adecuada a la cuál Marco podría confesarlo algo así, pero en el Fondo podía entenderlo.
—Si no te preocupas por mí, ¿no crees que lo más adecuado sería que se lo dijesese a alguien que realmente se interesa? —protestó Marco, y me di cuenta de la reciente pelea que se creó en mi alrededor.
—¡Si nos ponemos con esas, tú tampoco te preocupas por mi! ¿Tampoco te has puesto a pensar en que desde anoche no puedo parar de pensar en ti, y en cómo no hiciste nada cuando quise cortar contigo?
—¿De verdad debería compadecerte si tú eres el que ha empezado todo esto? No me diste ninguna opción.
Jean sonaba enfadado, mientras que Marco sonaba como si fuese un incomprendido.
—Marco, tú sabes mejor que nadie que había muchos problemas entre nosotros-
—¡Habla por ti! —le interrumpió—, yo estaba perfectamente bien contigo.
—Oye, ¿sabes qué? Da igual. —se notaba en su tono que Jean se empezaba a hartar de pelear con Marco, y no sería ninguna locura pensar que él sería el que acabase con las protestas entre los dos, protestas que probablemente inundaron sus camas ayer por la noche, y sus sitios en las clases toda esta mañana—, estoy harto de que siempre seas así, hay problemas entre nosotros y no te dignas a verlos. Empiezo a pensar que soy el único que realmente se tomaba en serio lo nuestro.
Y, sin decir nada más, Jean se marchó, sin darle la oportunidad a Marco de decir nada más, quien se quedó cabizbajo y con la boca semi-abierta, como si tuviese muchas demasiadas cosas que decir.
Yo le miré, sintiendo tristeza por él y por lo que había ocurrido, que encima era todo culpa mía.
—Lo siento mucho Marco, yo sólo quería ayudaros. —sentí la obligación de decir.
Él me volvió a mirar, otra vez con esa sonrisa tan triste suya.
—Todo sería mejor si no te esforzases tanto. —se despidió finalmente, de forma tan secante que me dejó sin habla completamente.
Cuando perdió contacto visual conmigo, su sonrisa dejó de existir, y yo me sentía más culpable que antes.
No había arreglado nada.
Y encima, había empeorado las cosas.
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Buenas mañanas, tardes o noches a los que me leen, quisiera hacer un pequeño inciso para adelantar que la semana que viene habrá maratón, será de 5 capítulos, y sólo puedo decir que por fin el reibert empezará a desarollarse más 💕
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𝑯𝒊𝒈𝒉𝒔𝒄𝒉𝒐𝒐𝒍 𝑻𝒉𝒐𝒖𝒈𝒉𝒕𝒔 {𝑅𝑒𝑖𝐵𝑒𝑟𝑡}
FanfictionBertolt se tendrá que enfrentar a su nueva vida, aunque si es una experiencia agradable o desagradable dependerá de cómo se lo tome él. =Esta fanfic incluirá más personajes y parejas de shingeki no kyojin que Reiner y Beltort= Pausada.