Amanece un nuevo día soleado en California. Como cada mañana Andrés lo primero que hacía al levantarse de la cama era contemplar la maravillosa ciudad que se veía desde la ventana de su habitación, esta vez pensando que quizás sería la última vez que vería amanecer en esta ciudad, ya que era el último día que pasaría ahí, siendo mañana antes del amanecer cuando se marcharían.
Tras vestirse fue a la planta de abajo para desayunar, Sergio ya estaba preparando el desayuno. Salieron al jardín para aprovechar el día y Andrés comenzó a hablar mientras que desayunaban.
- Sergio, después volveré a casa de Sandra para despedirme, y para ver si ha cambiado de opinión. Dijo Andrés algo ilusionado.
- Andrés, no va a cambiar de opinión. Dijo Sergio mirándolo a los ojos.Tras unos segundos en silencio Andrés continuó hablando.
- Bueno. Cambiando de tema, la banda, siguen sin saber que estoy vivo. Me imagino la cara de felicidad de todos ellos cuando me vean. Dijo entusiasmado. - Sobre todo la cara de Tokio, aún recuerdo cuando la até a la camilla y la saqué de un empujón. Que buenos recuerdos, seguro que me han echado de menos. Dijo Andrés inoricamente mientras se reía.
- Andrés, cuando estemos todos reunidos contaremos como saliste vivo y nos dejaremos de tonterías. Y sí, también te han echado de menos, unos más que otros. Contestó Sergio.
- Vale hermanito, hay que tomarse la vida con un poco más humor. No todo el mundo resucita como hice yo. Dijo Andrés riéndose de nuevo.Sergio continuó la risa sabiendo que no sería capaz controlar que se concentrara en ese momento, pero le conocía muy bien y esa no sería una preocupación.
Entre charlas y observando a la perfección cada detalle del plan la mañana pasó muy rápida, tanto que ni si quiera se dieron cuenta. Vieron que ya era la hora del almuerzo y decidieron descansar para despejarse.
Después del almuerzo Andrés salió para ir a casa de Sandra y pasar allí las últimas horas antes de marcharse. Llegó, pitó al timbre y Sandra abrió la puerta.
- Hola Andrés, ¿qué tal? Dijo Sandra mientras pasaban para dentro.
- Hola, ahora bien porque estoy contigo. Respondió Andrés con una sonrisa pícara.
- Seguro que es por eso. Contestó Sandra sonriendo. - Siéntate si te apetece. ¿Quieres café? Continuó Sandra.
- Sí, te acompaño a la cocina a prepararlo. Dijo Andrés.
- Vale, pero creo que sé preparar sola un café. Dijo Sandra bromeando.
- Bueno, te acompaño igualmente. Dijo Andrés sonriendo.Fueron a la cocina para preparar el café. Allí continuaron hablando conociendo cada uno un poco más sobre el otro, gustos y aficiones. Se parecían en bastantes cosas, aunque no en todo. Volvieron al salón para continuar hablando. Al sentarse en el sofá, Andrés la abrazó y comenzaron a besarse, para ellos era como si el tiempo se hubiera parado, pero los minutos iban deprisa.
Pasadas unas horas entre risas, caricias y buenos momentos, llegó la hora en que Andrés tenía que ir para su casa ya que el vuelo salía a las 6:30 de la mañana y tenía que estar preparado.
- Sandra tengo que marcharme, pero antes quiero volver a preguntarte. ¿Segura que no quieres venir? Dijo Andrés mirándola a los ojos.
- Si Andrés, estoy segura. Respondió Sandra con un suspiro.
- ¿Qué pasará con nosotros? Preguntó Andrés.
- Yo no me iré de aquí, espero que vaya bien, iré siguiendo las noticias cada día y cuando todo pase siempre podrás volver. Dijo Sandra.
- Quiero que me esperes, cuando pase todo esto volveré y nos iremos donde tu quieras, puedes ir pensando el lugar al que te encantaría ir, y estaremos juntos para siempre. Pero ahora tengo que irme. Dijo Andrés agarrándole de la mano.Se levantaron del sofá y se dirigieron a la puerta. Andrés se apoyó en el marco de la puerta y se acercó lentamente a besarla tal y como el primer día en que se conocieron, los dos recordaron aquel momento y se abrazaron.
- Tengo que marcharme, solo te pido que no te olvides de mi. Dijo Andrés.
- Por supuesto que no, estaré esperándote. Cuídate. Dijo Sandra dándole un último besoAndrés tuvo que irse ya, se sentía triste, al igual que Sandra. Pensaba que quizás sería la última vez que iba a recorrer ese camino de 10 minutos desde su casa a la de Sandra, era consciente de que había posibilidades de que las cosas salieran mal, ya que una vez estuvo a punto de que pasara, pero sobre todo él confiaba en su hermano.
____________________
• Gracias por las 800 lecturas. ☺
• Andrés y Sandra ya tienen una bonita relación. 😛
• Espero que os vaya gustando. 🙏🏻
• Pronto más. 🙌🏼

ESTÁS LEYENDO
Berlín. Después del atraco.
Fanfiction[Han pasado 3 años desde aquel magnífico atraco en la fábrica nacional de moneda y timbre, 3 años de ese plan que fue tan perfecto, un plan dirigido desde fuera por Sergio, el profesor, y liderado desde dentro por Andrés, Berlín, donde éste no tuvo...