Berlín. Después del atraco.

Capítulo 15. Palermo.

Andrés, Sergio y Sandra ya llegaron a la casa del campo en Oviedo. Martín los vio llegar, no podía parar de sonreír al ver a Andrés. Bajaron del coche.
- ¡Hermano! Comenzó a gritar Andrés riéndose mientras se acercaban.
- Hermano, ¿como estás? Dijo Martín mientras se abrazaban montrando felicidad.
- Ya ves, vivo. Dijo Andrés entre risas.
- Sergio hermano dame un abrazo. Dijo Martín mientras se abrazaban sin poder parar de sonreír.
- Esperá, esperá, me he perdido algo. Y, ¿ella es? Continuó Martín.
- Ella es Sandra mi novia, puede que mi futura esposa, estará con nosotros, lo sabe todo. Dijo Andrés mirando a Sandra.

A Martín le cambió un poco la cara, pero continuó con las risas y se dirigeron dentro de la casa para soltar las cosas. Andrés y Sandra fueron a una habitación parar colocar sus pertenencias, mientras Martín y Sergio esparaban fuera sentados contemplando las vistas.
- He visto como te ha cambiado la cara cuando ha dicho que es su novia. Dijo Sergio.
- ¿Si? ¿Y qué querés? Respondió Martín haciéndose el duro.
- Nada, no quiero nada, solo creía que ya lo tenías todo superado después de tanto tiempo. Es mejor que te olvides ya de él, y encuentres a alguien que te quiera. Dijo Sergio colocándose las gafas.
- El amor no se supera hermano, lo tengo asimilado, pero no superado, no te preocupes, está todo bien. Dijo Martín mirándolo con siceridad.

Andrés y Sandra, tras ordenar sus cosas, se dirigeron donde estaban Martín y Sergio, y se sentaron junto a ellos.
- ¿De qué habláis? Preguntó Andrés.
- Nada, aquí Martín contándome como le ha ido este tiempo. Dijo Sergio.
- ¿Si? ¿Y cómo te ha ido hermano? estoy tan contento de volver a verte. Mira Sandra, no te he contado, pero él es mi mejor amigo, hemos pasado tantas cosas juntos. Dijo Andrés sonriéndo.

A Sergio le sonó el telefono.
- Un momento ahora vengo. Dijo mientras respondia al teléfon.

- Bien, me ha ido bien este tiempo, disfrutando de la vida, ya sabes. Y ¿a vosotros dos? ¿Como se conocieron? Preguntó Martín.
- Pues la verdad, le robé la cartera y después fui a devolversela a su casa. Dijo Andrés.
- ¿Cómo? Dijo Sandra.
- Es broma cariño. Dijo Andrés entre risas. No ahora enserio, se le perdió en un bar y se la devolví. Continuó Andrés.
- Lo más romántico que escuché nunca. Dijo Martín mientras reían los tres.

Sergio volvió de hablar por teléfono y se sentó traspuesto.
- Hermano, ¿te pasa algo? Estás pálido. Dijo Andrés al ver que su hermano no reaccionaba.
- Si Sergio, ¿qué te pasó? hablá. Añadió Martín.
- Cambio de planes. Respondió Sergio.
- ¿Qué? Dijo Andrés.
- Ya no quieren 30 millones de euros, piden otra cosa. No robaremos el banco de España. Todo el plan a la basura. Dijo Sergio.
- ¿Qué quieren? Hablá ya carajo. Volvió a preguntar Martín.
- Arte, quieren arte. Son ladrones de arte.
- ¿Por qué esto así de repente? Preguntó Andrés.
- Simplemente querían el dinero, pero me acaban de decir que prefieren arte para conseguir aún más dinero. Y he podido hablar con Raquel, unos segundos, está bien.
- ¿Más dinero? ¿Qué se piensan que somos? Dijo Sandra.
- No lo sé, lo que tengo claro es que hay que cambiarlo todo, y no tardar, no quiero dejar a Raquel más tiempo en ese lugar.

Sergio volvió a entrar a la casa y se encerró en su habitación, solo quería pensar, pero para pensar, antes necesitaba desconectar un momento y descansar. Sandra, Andrés y Martín se quedaron fuera, también pensativos, sin saber que decir y se dieron cuenta de que todo había cambiado en segundos, pero lo que no sabían era si sería para mejor o peor.

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• Nuevo capítulo, espero que os guste.
• Cambio de planes, en el siguiente capítulo se explcará detalladamente los nuevos cambios.
• Gracias a las personas que lo leéis.
• Pronto más.

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