Su corazón latía a mil por segundo, es más, si no fuera por todas las venas y arterias a las que estaba conectado habría podido salirse de su pecho y acabar rodando por uno de los basureros locales de la gran Italia.
Después del gran asalto, Chuuya escuchaba un montón de trifulca y gritos histéricos por parte de unos cuantos hombres exigiéndole que se detuviera, o eso creía. Al menos tres cuartas partes de su hemisferio cerebral se quedaron fuera de servicio tras recibir tantas malas noticias. Así que el traductor japonés-italiano seguro estaba de día libre junto a muchos encargados más.
En algún punto tropezó contra el pavimento y azotó contra éste sin oportunidad alguna para sostenerse con las manos, uno de los preciados botines que robó del supermercado terminó por romperse gracias a ese abrupto golpe. Lo contempló un sólo segundo y suspiró largamente para después levantarse y seguir en la marcha.
Hasta entonces todo iba saliendo bien, simplemente estaba siendo perseguido por la seguridad local de la tienda y no había pasado a mayores. Su agilidad con las piernas bastó para dejar a ese gremio de oficiales varias cuadras atrás; justo cuando creyó haberse salido con la suya, un oficial que no era el del supermercado se abalanzó contra su delgado cuerpo derribándolo al instante. Fue muy difícil para los transeúntes no darse cuenta de que algo pasaba, más difícil fue, cuando dos patrullas encendieron su alarma y veloces, llegaron hasta la posición de Chuuya encañonando su cabeza con una pistola.
¿En serio la botella de vino que se robó merecía tales honores? Vaya forma de perder el tiempo de la polizia di stato.
Cuando el hombre con traje lo obligó a levantarse luego de tenerlo boca abajo con las manos esposadas, el japonés vió su oportunidad y de un fuerte tirón en los brazos rompió las cadenas tramposamente usando corrupción. Cuando los policías observaron aquella escena supieron de inmediato que enfrentaban a un habilidoso, y no a cualquiera, sino al rebuscado rey de la gravedad, por el que la misma Marsellesa ofrecía una recompensa generosa.
Movidos por la avaricia y la promesa de un ascenso, los jóvenes e inexpertos mandos arremetieron contra él con sus exasperantes deseos por el premio. Si no fuera por el estado en el que Chuuya se encontraba, habría salido corriendo para no llamar la atención y ponerse en peligro, pero era todo lo contrario y tanto su rutina como su necesidad por pelea le llevaron al escenario en el que ahora mismo estaba.
Sacudió sus manos cuando lo creyó un trabajo bien hecho y recogió la única botella de vino que se había salvado luego de semejante combate. Tras incorporarse de nuevo, vió como un oficial con descaro se arrastraba para alcanzar una de las tantas pistolas que quedaron tiradas.
Pobre gusano... Pensó antes de ponerle diversión a su vida y patearle el arma con brutalidad.
Se carcajeó al instante, más aún cuando los ojos del pobre tipo le miraron como si rogara piedad, benevolencia que entre su ahora malvado corazón no existía. Terminó aplastando su muñeca con la punta del pie y no quedó satisfecho hasta escuchar el tan típico: crack. Que emite un hueso al romperse. Cuando vió que aquello ya no era divertido decidió retirarse.
—¡Chuuya! —El nombrado hubiera seguido su camino, de verdad quería hacerlo, pero esa vocecita discreta y tan poco conocida fue lo que le detuvo de seguir. Cuando volteó pudo comprobar quién era.
—Anna... —En su suspiro casi inaudible clamó su nombre para no meterla en problemas viendo con quién estaba: el inspector a cargo de encontrarlos y el de lado era con seguridad, su hermano.
Los nuevos gendarmes apuntaron sus armas con dirección a su cabeza, le miraban... Chuuya conocía esa particular mirada, una que adquieres luego de tantas derrotas y un sinfín de humillaciones, aunque no comprendía porqué precisamente, se la dedicaban a él.
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Explosión
FanfictieLa historia se ubica según los hechos sucedidos después del arco actual de Bungo Stray Dogs, una vez que derroten al Decay, y el libro se encuentra bajo resguardo de la agencia de detectives. Misteriosamente una organización de italianos ha aparecid...