Quiero estar a tu lado

7-

IAN
Cuando ya se iban se acercó su amiga a mí.
—Mañana por la tarde a las 16:00 en la cafetería de aquí abajo, me ocuparé de que vaya.
Dijo eso y se fue, supongo que se refería a Alice, cuando lo pensé, el estar sentado con ella, poder hablarle, estar cerca..., sentí un calor dentro de mí algo que nunca antes había sentido, algo que no era capaz de entender pero que fuera como fuera quería vivirlo.
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ALICE
—¿Tú estás loca?, ¿pero como se te ocurre montarme una cita con ese tío? —le recriminé a mi amiga
—Haber te salvó la vida, que menos que tomar un café con él esta tarde, además no parece que sea una mala compañía
—Laura, se supone que ibas a centrarte, menos chicos, menos fiesta y más estudiar —añadí, no me importaba tomar un café con él, lo que no me gustaba es que alguien decidiera por mi, cuando y cómo hacer las cosas, y más con mi vida amorosa.
—No he incumplido mi palabra, yo voy a estudiar, tú vas a pasar un rato con un chico guapísimo y te lo vas a pasar bien.
—No tienes remedio —me resigné.
Así que me preparé para esa tarde, un vaquero, una camiseta de tirantes granate y unas deportivas.
Cuando llegué a la cafetería, el ya había llegado, lo observé un momento a través del cristal, parecía nervioso, mirando a la puerta, algo que me sorprendió porque no consideraba que fuera de los que se inquietan por nada.

—Hola, siento llegar tarde, pero en mi defensa diré que me he enterado de esta cita hace un rato —le dije al entrar.
—No pasa nada, apenas han sido 5 minutos, además solo por saber que esto es una cita esperaría el tiempo que hiciera falta —guau menuda cursilada, incluso creo que después de decirla él se ha dado cuenta, no ha podido evitarlo y se ha puesto a reír —lo siento, yo no suelo hablar así pero es que hace mucho que no quedo con una chica.
—Pues ya somos dos pero con un chico yo, no con una chica, no es que me parezcan mal para nada las parejas de homosexuales, pero por ahora a mi me gustan los chicos —vale ahora es mi momento de hacer el ridículo, así que me río —¿soy yo o parecemos dos críos de 13 años? Lo mejor será que pidamos algo, respiremos y volvamos a empezar.
—Me parece perfecto —¡diooooos menuda sonrisa que tiene!