ALICE
Tras el parque de atracciones volvimos a la residencia, aunque primero pasamos a comprar algo para cenar. Sabrina pasaría la noche fuera así que teníamos la habitación para nosotros.—Ian hay unos platos allí y unos cubiertos al lado —le informé mientras yo vaciaba el escritorio para poder cenar.
—Lo tenéis bien montado ¿eh?
—Si, es incómodo bajar cada vez que tenemos hambre, por eso nos apañamos con esa nevera pequeña.
—Bueno ya está bien, lo importante es que vosotras estéis a gusto —alguien llamó a la puerta —¿quieres que abra?
—No tranquilo yo estoy más cerca —al abrir la puerta casi me da algo, me intenté recomponer e hice lo que llevaba mucho tiempo esperando hacer —gracias —dije dándole un abrazo a Matt
—¿Qué haces aquí tío? —pregunto Ian detrás de mí.
—Venía a hablar contigo, siento interrumpir pero esto es importante, me manda el jefe —vi que le guiñaba un ojo
—Matt ella lo sabe, te vio aquel día, tiene una pluma y todo —se giró hacia mi —volveré enseguida pequeña
Volví dentro de la habitación y continué preparando las cosas para cenar, pero lo cierto es que me quedé con mal cuerpo ¿y si los jefes de Ian se habían enterado de lo nuestro? ¿O querían que volviera?, o peor ¿y si querían que hiciera algo malo? Creo que lo mejor que podía hacer era respirar, intentar pensar en otra cosa mientras esperaba a que él volviera.
———————————-
IAN
¿Cómo podía subir ahora y mirarla a la cara? Joder esto era demasiado ¿acaso no había tenido suficiente? Tenía que hacer algo, no sé el que, pero debía idear algo para impedirlo. Por ahora iba a ir a su habitación, actuaría normal e intentaría que lo pasara lo mejor posible, es lo único que podía hacer en este momento.—Ey pequeña ya he vuelto
—Ian, ¿qué tal todo? —me preguntó con cara de preocupación
—Quieren que vaya mañana a una reunión —odiaba tener que mentirle —tranquila es algo rutinario.
—Vale cielo —se acercó y me dio un beso rápido —¿cenamos?
Parece que Alice se había relajado, estuvimos hablando del maravilloso día que habíamos pasado, también de su trabajo, las clases, evitamos hablar de mi vida, era mejor no pensar en demonios.... Tras recoger la mesa, o el escritorio nos tumbamos en la cama para ver una película. Estábamos abrazados, ella tenía su cabeza en mi pecho y su dedo acariciaba mi brazo, fue levantando su cabeza, empezamos a besarnos suavemente, poco a poco subiendo la intensidad y Alice se sentó a horcajadas sobre mi, empezó a levantarse la camiseta pero la paré suavemente
—Espera, no quiero ir rápido—le dije, como me jodía tener que frenarla, pero no me parecía correcto, no hasta que hubiera solucionado aquello —no te enfades por favor
—Para nada, lo entiendo, yo soy la primera que quiere ir despacio, pero estaba tan a gusto que me he dejado llevar
—Yo también lo estoy, y te juro que me ha costado una vida parar, pero creo que es lo mejor.
—Si, creo que noto lo mucho que te apetece, o eso o es tu móvil—añadió riéndose y volviendo a sentarse a mi lado
—Jajajaja, mi móvil se ha quedado en la mesa—respondí riéndome yo también—pero voy a portarme bien.
Nos volvimos a tumbar, pusimos la película y nos quedamos dormidos. Creo que en toda mi vida no había estado tan relajado. Quería a esta mujer de verdad, es lo mejor que me había pasado nunca e iba a hacer todo lo que pudiera para que fuera feliz, aunque me costara mi propia vida.
ESTÁS LEYENDO
Quiero estar a tu lado
Storie d'amore¿Que harías si la persona de la que te enamoras no es lo que parece? ¿Y si tienes prohibido enamorarte y te encuentras con la mujer de tu vida? Todo esto y más es lo que vais a encontrar en esta historia de amor y amistad