ALICE
—No, pero que...tú.... —estaba al borde de un ataque de ansiedad, me costaba respirar, mis manos estaban empapadas en sudor y me temblaba todo el cuerpo —Ian tú, pero....
—Ey Alice respira, mira siéntate aquí y ahora mírame, respira conmigo —él había vuelto a cerrar sus alas —¿estás mejor?
—Si, ya puedo —intente decir pausadamente —coger aire.
—Bien vale, pues creo que te debo una explicación.
—Si y muy buena me parece a mí
—Alice yo, mejor empezaré por el principio, Matt y yo éramos ángeles —levanté una ceja incrédula —pero tuvimos ciertos problemas ahí arriba
—¿Qué problemas?
—Pues cuando nos mandaron a la tierra Matt descubrió que le gustaban demasiado las fiestas, el alcohol y el sexo, por culpa de ello a él lo mandaron directo al infierno como demonio y a mi me dieron una segunda oportunidad.
—Vamos que vinisteis como ángeles y la cagasteis ¿no?
—Bueno Matt la cagó, yo intenté protegerlo y me vi afectado, por eso no me enviaron directamente con Lucifer, lo cierto es que yo era feliz con lo que era.
—Ian me acabas de decir que eres un demonio
—Lo sé, cuando me dieron esa segunda oportunidad y volví a la tierra me involucré con los humanos y por eso me enviaron al infierno.
—Cuando dices que te involucraste ¿te refieres a que hiciste lo mismo que conmigo ahora?—vamos que no era la primera vez que seducía a una chica o chico, y por inoportuno que fuera me había dado un poco de celos.
—No, me habían mandado para ocuparme de un hombre, pero cuando llegó el momento no pude ver cómo moría, era un padre de familia bueno, trabajador lo hacía todo por sus hijos y su esposa, así que obré un milagro y le curé el cancer —Ian puso cara de circunstancia, como si lo que hizo estuviera mal.
—No lo entiendo, ¿pero no se supone que los ángeles hacéis esas cosas?
—Solo en ocasiones muy especiales. La norma es que no podemos interferir.
—Entonces, si ya recibiste un castigo por involucrarte, ¿porque lo has vuelto a hacer? —me miró con cara entre sorpresa y miedo
—Por que por primera vez en lo que tengo de memoria me he enamorado, Alice te lo he dicho antes y te lo repito ahora, te quiero
—Creo que necesito estar sola —le respondí, sin decir nada más él se marchó.Cuando Sabrina llegó me encontró sentada en el borde de la cama con la pluma de Matt en la mano
—Pensaba que Ian aún estaría por aquí, ¿ha pasado algo? —añadió al ver mi cara.
—Voy a contarte algo, creerás que estoy loca pero es tan cierto como que estoy aquí sentada contigo —entonces le expliqué todo lo que había pasado...
—Pero que coño... ¿es broma no? Alice me estás tomando el pelo, ¿verdad?
—Sabri, sabes que no bromearía con la muerte de mis padres. Es todo cierto, yo aún no sé ni que pensar.
—¿No sabes qué pensar? Tu novio es un demonio, creo que no hay mucho que pensar, espero que te alejes de él enseguida.
—Pero no es malo, lo enviaron al infierno por incumplir las reglas salvando a un hombre, no quiere hacer daño a nadie.
—Alice esto es muy chungo, oigo todo lo que dices pero mi cerebro no lo está procesando bien. Creo que necesitamos esto —entonces sacó una botella de ron de la mini nevera.
—No creo que debamos emborracharnos ahora mismo.
—Pues yo si lo creo, te resumo: cuando tus padres murieron te salvó un ángel que en realidad ha resultado ser un demonio, que a su vez es el mejor amigo de tu novio, quién por cierto también es un demonio aunque antes era un ángel y quiere volver a serlo, quién además te ha confesado su amor por ti, y tu, mi querida amiga, estás dudando de si debes continuar tu relación con él porque no crees que sea un mal tío. ¿Me dejo algo o ya está todo? —lo cierto es que lo había resumido todo muy bien y no me quedaba más remedio que reconocer que la mejor opción que tenía en ese momento era seguir su plan.
—Sabri, dame esa botella.

ESTÁS LEYENDO
Quiero estar a tu lado
Romance¿Que harías si la persona de la que te enamoras no es lo que parece? ¿Y si tienes prohibido enamorarte y te encuentras con la mujer de tu vida? Todo esto y más es lo que vais a encontrar en esta historia de amor y amistad