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ALICE
Había quedado con Ian a las 18:00 en la puerta de los cines, era perfecto porque así podría ir a clase, estudiar un rato y arreglarme, un vaquero estrecho, una camiseta roja con escote cuadrado, un pañuelo al cuello y mi cazadora negra.
Cuando llegué él ya estaba esperándome, había que reconocer que era muy guapo.

—Hola, espero que no lleves mucho rato aquí —anda que no se podía ser más convencional.
—No, que va, acabo de llegar, además estaba entretenido viendo los carteles, por casualidad no sabrás qué peli quieres ver ¿verdad? —me respondió con una sonrisa que casi podía parecer inocente.
—Pues no lo había pensado, aunque a mí me gustan casi todos los géneros menos el gore y el miedo, con el primero saco la papilla y con el segundo me tendrías todo el rato hecha un ovillo —creo que no debería haber dicho eso —lo siento, hablo demasiado
—Tranquila me parece bonito, eres sincera —juer, se podía ser más mono, Alice las cosas despacio.
Al final elegimos la película por sorteo, tocó una de acción bastante entretenida. Compramos las entradas, palomitas, refrescos además de chuches y nos dirigimos a nuestros asientos.

—Alice, ¿podrías dejarme algo de comer?? Así como una sugerencia nada más —me dijo Ian riendo cuando terminaron los trailers
—Flaro—respondí con la boca llena —claro, perdona, es que soy muy glotona —añadí también riéndome —Y ahora silencio que ya empieza.
Bueno por ahora iba bien la cita, aunque a lo mejor no le gustaba que me hubiera quedado con la comida, o que comiera tanto o que no me gusta que me hablen durante la película....
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IAN
Alice me atrajo desde un principio, es preciosa y cuando la veía en la biblioteca..., esa manera de morder el boli al estar concentrada, como se ríe con sus amigas,.... pero ahora estaba con ella, la estaba conociendo y me encanta, su sonrisa tímida, como se come las chuches, incluso como da pequeños saltitos en el asiento cuando se sobresalta por la película.
Cuando ya llevábamos más de la mitad del film vi que se había recostado hacia el otro lado, pero que su mano estaba apoyada en él reposabrazos entre nuestros asientos, me sentí muy tentado de cogérsela pero preferí acercarme poco a poco, y como si no me diera cuenta apoye yo también mi mano.

—Perdona, no me había dado cuenta —le dije al tocarla
—No pasa nada, si quieres te dejo el sitio que yo llevo toda la película apoyada —me respondió mientras empezaba a retirar el brazo, enseguida le cogí suavemente el dedo meñique con el mío y lo puse en el saliente del asiento dejando un poco de sitio para que cupiera parte de mi mano
—Podemos compartir, si quieres —ella me miró, luego a nuestros dedos que seguían entrelazados, cerró su dedo alrededor del mío, sonrió y volvió a mirar la película.

Quiero estar a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora