IAN
Estaba acojonado, hacia dos semanas (o eso creía porque el sol no sale en el infierno) que me habían apresado, estaba en una sala parecida a un calabozo de los humanos pero mucho peor, más oscura, con más humedad y sin comida (aunque realmente a los demonios no nos hacía falta comer). Por ahora estaban intentando decidir donde realizar el juicio ya que ninguno de los dos bandos quería entrar en el territorio del otro, mientras yo pensaba en todo aquello que me harían, lo peor, pensar en las torturas infinitas.
——————————————-
ALICE
Ya llevábamos tres semanas sin saber nada sobre Ian, Matt nos dijo que intentaría avisarnos de cualquier cosa pero que también estaría vigilado y le sería difícil. Aunque me había costado muchísimo, o más bien a mi amiga que me obligó a levantarme de la cama cada día, estaba yendo a clase y al trabajo, tal vez era esperanza o tal vez mi negativa a despedirme, pero de alguna forma sabía que volvería a ver a Ian.
Al llegar a casa esa noche del trabajo encontré a Matt en la puerta de la habitación.—Hola, ¿qué tal todo? —le pregunté temerosa
—Hola Alice, no tengo mucho tiempo, solo quería avisarte de que por fin van a juzgar a Ian, lo harán aquí en la tierra.
—¿Aquí, dónde? —le pregunté mientras habría la puerta
—No voy a decírtelo, estarías tentada de ir y no sería bueno para ninguno de los dos. Pero debes saber que está bien no le han hecho ningún daño.
—Muchísimas gracias Matt, no llegas a imaginar cuanto te agradezco que hayas venido a contármelo. ¿Quieres pasar?
—No gracias, como dije tengo prisa —respondió mirando dentro, no sé porque, pero parecía que buscaba a alguien —De nada, sé que él lo haría por mí. Ahora tengo que irme ya, adiós.
Al girarse se chocó con mi mejor amiga, quién llegaba de su trabajo.
—Ho-hola —¿en serio Matt se estaba poniendo rojo? —venía a contarle a Alice las novedades sobre Ian
—Ah, yo que pensaba que venías a verme a mi—anda que Sabri cuando quería tampoco se cortaba nada —¿Ya te vas?
—Lo siento pero tengo que marcharme, a mi también me están vigilando, espero volver a verte a veros quiero decir —y salió corriendo
Mi amiga y yo nos pusimos a reír y entramos en la habitación.
—Creo que le has gustado a Matt —le dije a mi amiga —se que haríais muy buena pareja.
—No sé si estoy preparada para salir con un demonio, además tenemos otra cosa más importante entre manos
—¿Qué?
—Pues me tienes que decir lo que te ha contado nuestro amigo, pero hazlo mientras te cambias, hoy salimos.
—Sabri, no me apetece, además tengo que estudiar
—Nada de excusas, seguro que dices que sí cuando veas lo que te he traído —sacó una botella del bolso
—No me lo puedo creer, ¿has comprado sangría?jajjajajaja, como cuando íbamos al instituto.
—Si, ¿te acuerdas? Íbamos a la avenida y nos la tomábamos caliente y todo. Menudo pedal cogíamos
—Como para olvidarme, que tiempos aquellos. ¿Sabes una cosa Sabri?me alegra que sigamos siendo amigas
Ella se acercó a mi y nos abrazamos
—Alice ves a vestirte que sino llegaremos muy tarde a la fiesta —dijo mi amiga secándose una lágrima.
—Anda si habrá una fiesta y todo...
Fui a vestirme como me había pedido mientras le contaba todo lo que había averiguado de Ian.
Aunque suene a tópico me sentía muy afortunada de tenerla, era mi mejor amiga y la quería muchísimo, sin ella no estaría hoy aquí, siempre había estado mi lado.

ESTÁS LEYENDO
Quiero estar a tu lado
Romansa¿Que harías si la persona de la que te enamoras no es lo que parece? ¿Y si tienes prohibido enamorarte y te encuentras con la mujer de tu vida? Todo esto y más es lo que vais a encontrar en esta historia de amor y amistad