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IAN
No estaban en la residencia y seguían sin cogerme el móvil, por suerte recordé su tradición de los domingos y fui al burguer. Cuando ya estaba cerca las vi, estaban en el cruce las tres, menos mal no había llegado tarde.
Pero en ese momento todo fue muy rápido Laura corrió a la carretera, las dos se giraron y por suerte la pudieran coger, sin embargo una de ellas perdió el equilibrio con lo que Alice y Sabrina acabaron en el asfalto cuando pasaba un coche, intentó esquivarlas pero no iba a poder, lo sabía, estaba escrito. Yo no podía permitirlo, tenía que hacer algo quedaban menos de diez segundos para que las atropellaran.
Para, respira, tan solo 6 segundos ya, desvié el coche y lo ralenticé para evitar provocar otro accidente. Ese milagro me iba a costar muy caro, además de por cambiar los hechos porque había testigos. Me acerqué al conductor y le hice creer que la ralentización se había producido solo en su mente, por la adrenalina. Las tres amigas estaban en la acera a salvo, tenía muy poco tiempo así que me acerqué rápido.
—Ian —Alice se abalanzó sobre mí —¿has sido tú?, ¿nos has salvado?
—Si, escucha tengo prisa, van a venir a por mi para llevarme abajo. Solo quiero que sepas que te quiero muchísimo y que no me arrepiento del tiempo que hemos pasado juntos, eres lo mejor que me ha pasado —sin poder pararme mucho más la bese suavemente y me marché, no quería que cuando vinieran los jefes a buscarme ellas estuvieran cerca.
—————————————
ALICE
Tras ponernos en pie ninguna dijo nada, tan solo Sabrina me abrazó cuando Ian se despidió, las dos sabíamos que no volveríamos a verlo.
Unos minutos después apareció la policía, nos llevaron a la comisaría donde nos tomaron declaración, por suerte los agentes creyeron que la parte sobrenatural que explicó Laura se producía por las drogas. Después de un par de horas Sabri y yo pudimos salir, cogimos un taxi hasta la habitación donde nos tumbamos abrazadas en la cama sin decir nada, solo lloramos hasta que no pudimos más y nos quedamos dormidas. Laura tendría que esperar a que su madre fuera a por ella para llevarla a una clínica de desintoxicación, esta vez con más seguridad.
La mañana siguiente no fuimos a clase, ninguna de las dos tenía ánimos, tampoco dijimos nada hasta pasada media hora.

—Sabri, ¿que crees que le harán a Ian?
—¿Casi morimos atropelladas hace unas horas por culpa de nuestra compañera de habitación yonqui y lo primero que dices en todo este tiempo es para preocuparte por tu novio? —dijo un poco enfadada —lo siento nena, es que estoy nerviosa aún, te juro que vi el coche pasar por encima nuestra.
—Lo sé, me vas a perdonar pero no quiero que Laura vuelva aquí, no es que quiera darle la espalda pero joder casi nos matan, he perdido a mi novio y ... no sé, necesito algo de tiempo.
—Te entiendo, ahora mismo yo tampoco quiero verla aunque tampoco creo que podamos, su madre me ha escrito, la han metido en una clínica un poco más dura y hasta dentro de un mes no puede recibir visitas.
—Espero que se recupere, de verdad que si —respondí a mi amiga
En ese momento alguien llamó a la puerta
—Ya voy yo Alice
Al abrir la puerta escuché que preguntaban por mi, así que me acerqué
—¿Matt?, ¿que haces aquí?, ¿sabes algo de Ian?
—Los jefes no están contentos, obviamente, así que se lo han llevado al infierno, pero hay un pequeño conflicto, supuestamente es un demonio pero lo es porque el cielo lo envió allí, así que van a juzgarlo, ángeles y demonios juntos —respondió el muchacho
—Eso es bueno entonces ¿no? —preguntó Sabrina
—No lo sé, nunca ha pasado antes, escuchad no quiero desanimaros pero en el cielo son igual de vengativos o más que en el infierno. Intentaré avisaros de lo que sepa, pero a mí también me tendrán vigilado, saben que Ian es mi mejor amigo.
—Gracias Matt, muchas gracias —añadí cuando él ya se dirigía a la puerta —cuídate mucho.
—¿Alice estás bien? —me preguntó mi amiga al quedarnos solas
—Si, bueno todo lo bien que se puede —e intentando hablar de algo más alegre —¿y tú?porque he visto como te comías a Matt con los ojos
—Eso es mentira, jamás me fijaría en un tío estando tú en una situación como esta.
—Ainsss mi niña, te lo agradezco completamente, pero que yo pase una mala situación no significa que tú tengas que arrancarte los ojos, pero me temo que tendrás que buscarte a otro, no te recomiendo liarte con un demonio.
—Jajajajaja, gracias nena.

Quiero estar a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora