IAN
Estaba de los nervios, cuando me marché de la residencia Alice estaba muy afectada y no es para menos, enterarte de que tu novio es un demonio no es fácil.
Lo correcto hubiera sido romper con ella y alejarme pero cuando llegué a su dormitorio y vi la pluma no pude evitar contárselo todo dejando que fuera ella quién decidiera que hacer, además tenía derecho a saber lo que había sucedido la noche que sus padres murieron.
Ya de madrugada sonó mi teléfono.—¿Alice?
—Siiii, zoy yo, y mi zuper amiguiiii
—Alice pequeña, ¿has bebido?? —no sé ni por que lo preguntaba, estaba más que claro que si.
—Un poquitito, pero estamos yupii jajajajaja —las oí reírse a las dos —zolo quería decirte una cosita. Creo que yo también te quieero, y no me importa que seas un demonio porque eres bueeeeno.
—Escucha me alegra mucho oírte decir eso —la interrumpí intentando controlar mi tono de voz —pero creo que ahora deberíais dormir un rato, y si quieres mañana podemos hablar de todo lo que quieras.
—Pero no quero dormir, ¡¡no queremos!! Tienes que venir para enseñarle tus alas a Sabri—entonces escuche un siiiiii de fondo—¡ella quiere verlas!
—Ahora estoy un poco lejos, ¿qué tal si se las enseño mañana? —vale de bebido un poquito nada, llevaban una curda de las buenas —hacemos un trato, vosotras dos dejáis de beber, os tomáis un vaso de agua y os dormís a cambio yo mañana hago todo lo quieras, ¿vale??
—¿Lo prometes?
—Lo prometo
—Vale —Ya estaba a punto de colgar —Ian
—¿Qué?
—Te quiero
—Yo también te quiero Alice
Vale, en ese instante estaba peor que un niño el día de navidad, me había dicho que me quería, se que ella estaba como una cuba pero ya me valía. Sin duda ese había sido el momento más feliz de mi vida
————————————-
ALICE
—Sabri abre la puerta
—Yo no me muevo, ves tú
—Jooo, me duele muchísimo la cabeza, ya estamos viejas para esto
—No me hagas reír que me da más pinchazos
Menuda conversación estábamos teniendo, pero al menos el ambiente era relajado y feliz cosa que llevábamos algunos días sin tener. Al abrir la puerta encontré una bolsa en el suelo, en seguida supe de quién era y recordé la llamada de la noche anterior.—¡Sabri! Dime que anoche no llamé a Ian
—Le llamaste —ella misma se quedó parada —creo recordar que le pedimos que viniera para enseñarme la alas
—Jajajajaja, ay mierda, al reír duele más —añadí sujetándome la cabeza
—Alice, creo que eso no fue lo único que le dijiste —abrí mucho los ojos
—Le dije que le quería, mierda, pero ¿cómo me dejaste hacerlo?no era el momento, ni siquiera sé si debo confiar en él.
—Mira Ali una parte de ti quiere estar con él, eres feliz cuando estáis juntos, se ve a mil leguas. Y tu lado racional debería ver esto —señaló la bolsa que Ian había dejado en la puerta —agua, paracetamol, zumo de naranja y donuts de chocolate, además de una nota que dejaré que seas tú quién la lea."Estos son los mejores remedios que conozco para la resaca, espero que os ayuden.
Aunque odie escribir esto, anoche habías bebido mucho, así que no tendré en cuenta nuestra conversación, cuando estés preparada si algún día quieres, estaré encantado de tener esa charla de nuevo.
Tuyo siempre
Ian"—¿Qué piensas hacer? —me preguntó mi amiga.
No respondí, cogí el teléfono y haciendo memoria de otra parte de la conversación escribí.
"Creo recordar que hicimos un trato, yo cumplí mi parte, así que hoy tú tienes que hacer TODO lo que yo quiera"
—¿Y que vas a pedirle que haga? —dijo mi amiga leyendo el mensaje
—Aún no lo sé, pero sé que lo pasaremos bien.

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Quiero estar a tu lado
Storie d'amore¿Que harías si la persona de la que te enamoras no es lo que parece? ¿Y si tienes prohibido enamorarte y te encuentras con la mujer de tu vida? Todo esto y más es lo que vais a encontrar en esta historia de amor y amistad