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IAN
La siguiente semana había sido perfecta. Mi relación con Alice estaba en alza, nos veíamos todos los días en la biblioteca, después tomábamos un café juntos, un par de veces se había alargado a la cena y era increíble, no nos cansábamos de hablar, de reír, era como estar en una nube (sé de lo que hablo, he estado ahí)
También me había ocupado de mi trabajo como demonio, aunque eso no había sido tan placentero, primero incumplir las normas y luego hacer cosas desagradables, pero intenté que fuera lo mejor posible así que hice que dos chicas descubrieron la infidelidad de sus parejas (eso no es malo no)y una fiesta se había pasado de madre dejando a varios universitarios una noche en él calabozo.

—Sabes, ahí abajo les está gustando el trabajo que estás haciendo —otra vez él no, y menos ahora, Alice no tardaría en llegar —pero creen que podrías jugar un poco más fuerte.
—Hola a ti también Matt, me alegro de que les guste mi trabajo, pero tampoco me puedo exceder mucho, como sabéis es un barrio tranquilo y si de repente empiezan a casar cosas chungas tendremos problemas con los de arriba.
—Vamos Ian estate tranquilo, no vengo a echarte una bronca, solo quiero ayudarte
—Lo sé tío—le respondí, me parece que no podría quitarme a este tío de encima —dame solo un segundo.
Le mandé un mensaje rápido a Alice para atrasar la cita, Matt no debía verla, le dije que me había encontrado con un viejo amigo y llegaría tarde. Ella me respondió enseguida con un "no pasa nada" junto a una carita sonriente.

—¿Ya has terminado? —respondí que si con la cabeza —mira sé que eres prácticamente nuevo en esto, no hace mucho que eres demonio y es tu primera incursión a la tierra estando en nuestro bando, por eso no te van a pedir nada chungo, pero al menos una pelea entre universitarios en una fiesta, un brazo dislocado al caer de una moto, esas cosas...
—Vale lo pillo soy muy blando, pero esto no es lo mío, no me gusta hacer daño a la gente —Se que ahora Matt es un demonio, pero fuimos amigos hace no tanto.
—Ian ya no estamos en el cielo y tus alas ya no son blancas, sé que es duro pero tienes que apretar, ahí abajo no se andan con tonterías eres tú o los demás y piensa que tú no haces nada que ellos no se busquen. Piénsalo, el tío que va por ahí en la moto va sin casco, más rápido de lo que debería en una zona urbana y con un suelo húmedo, si se cae de la moto y se hace daño en un brazo ¿de quién es la culpa? ¿Tú que has provocado la dislocación o él que estaba incumpliendo un montón de normas de seguridad?
—Visto así, tienes razón colega, me pondré las pilas, anda díselo a los de abajo.
Se que lo que Matt decía era para ayudarme y tenía razón, ellos hacen el mal, nosotros solo les enseñamos las consecuencias. Pero aún así no me gustaba, yo no era así no tenía que ser un demonio.

—Vale tío..., espera esa chica me suena —dijo girándose a mirar hacia la puerta de la biblioteca que estaba en la acera de enfrente —mierda creo que yo "ayudé"en el accidente de sus padres
¿En serio? Tenía que ser una broma. ¿Los padres de Alice habían muerto porque Matt había intervenido en su accidente?

—Mejor me voy, ya les diré a los jefes que vas a seguir poniéndote las pilas. ¡Que vaya bien!
Ahora tendría que entrar en la biblioteca, verla, hablar con ella y sonreírle sabiendo que sus padres habían muerto por culpa de un demonio, y no uno cualquiera, mi amigo, por el que soy lo que soy.

Quiero estar a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora