Capitulo 13

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No podía ver mi propia cara, pero estaba completamente segura de que expresaba decepción y nada mas que eso. Aquella mujer alta y morena que había salido de ese cuarto hacia tan poco tiempo, acababa de matar la poca esperanza de tener felicidad que había tenido hasta ese tan mal momento.

No salio ni una palabra de mi boca ni antes ni después de que decidí abandonar la sala, no voltee a ver en ningún momento. Cuando estuve en la calle escuche pasos y después la voz tan conocida de Brittny gritando que me detuviera un momento.

—sabes Brittny no quiero que lo vallas a defender, no se quien es ella y no me interesa saberlo — necesite un poco de aire antes de continuar con la otra parte de lo que tenia para expresar — lo que vi allí fue muy obvio y, mi cabeza, mente, y corazón no tienen tiempo ni deseos de sobrevivir a una decepción mas en la vida

Brittny me observo por unos segundos antes de añadir algo - yo te comprendo perfectamente, se quien es esa mujer, la verdad no se que busca aquí pero debe haber una explicación para todo esto

—lo siento Brittny pero no haré algo que mi corazón no me permite hacer -despues de decir eso, tome la pulsera que había en mi mano y se di a Brittny para luego decirle -dale esto y no digas nada, el entenderá.

Escuche su voz de tras de mi llamarme varias veces pero ni siquiera voltee.

Llegue a casa sintiéndome ¿traicionada?, no estaba segura del todo pero quizás esa si era la palabra correcta ; vi a Camil que estaba sentada justo en medio de la sala con Leila de frente a ella jugando una reñida ronda de parchís, las salude sin detenerme pero tratando de caminar muy normal y no verme tan apurada como para atraer su atención demasiado.

—¿que tal te fue..!? —escuche a Camil preguntar mientras el sonido de los dados siendo agitados era el único ruido por el momento

—me toca volver, se suspendió — respondí esperando a ver sonado bastante normal

Aproveche la emoción que provocaba en Camil el lograr lanzar un par de seis para estar a punto de ganar, entre los gritos de su alegría y las quejas de Leila por ir perdiendo estaban las escaleras y el tiempo a mi favor.

Llegue a mi estrecho espacio de gloria en la casa y tome el libro Dos rosas y una lagrima para leer y tratar de no pensar en Julian pero la verdad es que no pude evitar pensar en el, y mucho menos podía olvidarme de el momento mas decepcionante de mi vida que había pasado hacia tan poco tiempo.

Me sobresalto al escuchar unos golpes desesperantes en la puerta, busque las sandalias para ir a abrir la puerta pero a mitad de camino me freno espantada al ver a Leila en frente de mi, la verdad es que si me preguntaran que tenia su cara como para espantarme, diría sin duda que traía cara de loca, la misma expresión de psicópata que muestran en las películas de terror.

Antes de que yo pudiera decir algo, Leila comenzó a hablar.

—ya se, imagino que quizás pienses que Parezco una loca justo ahora, pero estoy segura que tu cara se vera peor al escuchar esto —se mantuvo unos segundos en silencio para crear "suspenso" antes de continuar

—Lucy tu...-espera espera!!!, la interrumpí

No podía creer lo que acababa de oír, quizás Leila tenia toda la razón y en ese momento quien tenia cara de loca era yo, y no era para menos porque estaba segura de que unos segundos atrás había oído la voz de Julian proviniendo de en frente de casa...

me sorprendí muchísimo en ese momento, me voltee para ver la cara de Leila y así confirmar aquello de lo que estaba casi segura, y si, era cierto

-es lo que vine a decirte -mensiono

Baje las escaleras con los nervios de punta, pensé que iba a morir del susto que llevaba, me pregunte si mi madre había llegado antes que nada; y como si la hubiese llamado aparece desde la cocina "¡¡Dios santo puede esto ser peor!!?" dije para mis adentro.

Mamá venia con las bolsas de la basura, yo vi aquello como mi gran oportunidad para salir y pedirle a Julian que se marchara sin que mamá siquiera supiera que el había existido.

—madre de me esas bolsas yo sacare la basura!! —me ofresi

Una ayuda como esa no le caería mal, mas aun porque acababa de llegar de su trabajo así que no pensó ni unos pequeños segundos y me paso las bolsas, pero cuando puse la mano en la manija de la puerta Julian grito mi nombre.

Con mi mano colocada todavía en la manija respire profundo pero disimulando mis nervios para lograr abrir sin morir en ese mismo instante:.En algún momento tendría que abrir esa puerta, y ese momento tristemente estaba a solo un giro de mi mano.

En cuanto la puerta abrió mamá estiro un poco la cabeza hacia afuera para ver de quien se trataba.

—me presentas a tu amigo!! -dijo con un tono de curiosidad

—noo mamá, el ya se tiene que ir!! - me adelante antes de que el hablara.

Por suerte para mi, mamá no sabe que el chico frente a su puerta es el mismo por el cual casi me parte la nariz.

Doble Identidad [En Proceso] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora