capítulo 22

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Hacia tanta calor, tanto que el sudor de mi piel había dejado bien húmeda las sábanas de mi pequeña cama. Pensé que despertaría por un bonito rayo de sol, creí que lo merecía pero ¡¡Oh por Dios!! Parece que no soy digna ni de eso.

Me levanté finalmente de la pequeña cama que creanme ¡¡en verdad tenía mucho sudor!!. Me quité todas las piezas de mi pijama y ande medio cuarto desnuda hasta llegar al baño , así sin más , sin tomar toalla ni atarme el pelo para evitar que se mojara todo , simplemente entré en busca de mucha agua fría para mi cuerpo .

Cada gota que recorría mi piel me recordaba tan sólo dos cosas, las tantas veces que Paulo puso sus manos sobre mi y la forma tan inexplicable en la que se había marchado Julián al oír todo .

Eso me hizo preguntarme muchas cosas , como por ejemplo si era que le daba hasco mi cuerpo por culpa de mi pasado, no sé si tengo culpa por ellos, pensé tantas cosas , una peor que otra y cuanto más pensaba más me odiaba a mi misma y al madito de Paulo por arruinar mi vida.

El calor que había en todo mi cuerpo desapareció en cuánto me duché , tardé tanto que ya casi me salian escamas, en verdad yo ya las veía, claro que eso solo pasaba en mi cabeza retorcida.

Salí del baño radiante , se podía decir que "renovada" y que nada podía arruinar este día, todo lo ocurrido ayer lo había olvidado y creo que merezco un día de pura paz . Busqué en el armario algo que reforzara mi actitud del día , algo colorido y de pinta alegre.

Una vez vestida con mi aspecto de puro amor, paz y alegría me prometí que nada que pasara hoy me haría aguas el día .

Este era un día para mí , porque lo merecía, yo sentía que si . Bajé las escaleras y me encontré con Camil en la sala , estaba haciendo trabajos de la universidad .

— buenos días!!! — saludo , ella no levanta la mirada pero me responde con un sencillo "hola". Tenía la vista muy bien puesta en uno de sus tantos libros de medicina, yo no decidí marcharme y no quitarle más tiempo que el necesario, era consciente de que la carrera de forense no era para nada fácil.

Salí a desayunar donde Julia , yo siempre que llegaba gritaba " rubia.......!!!" hasta verla aparecer . Le pedí como siempre un sandwich y un jugo de tamarindo , esta vez pedí el jugo bien cargado de hielo .

Una vez con pedido en manos emprendí mi viaje hasta casa sin detenerme siquiera a saludar, o ese era el plan hasta que .

—Como estas?, Ya no me buscas

—nunca he buscado tu presencia, Paulo

— así me saludas ahora , me dirás qué no me extrañaste ni un poquito?— mientras hablaba se acercaba más a mi , yo me alejaba dando pequeños pasos atrás

— ¿Qué es lo que quieres de mí?— le dije en un tono que sonó como grito privado diría yo , no era como si quisiera la atención de la policía , no quería problemas y aunque Paulo ya no me buscaba como antes , no era como si me hubiera librado completamente de él.

—Tranquila , no te asustes — dijo volviendo a tomar la debida distancia y la verdad es que eso era sospechoso para mi

—Solo vine a decirte que te tengo una solpresa, nada que te cobraré después , tranquila — expreso con una amplia sonrisa en su rostro, la misma que usaba para burlarse de mi cada que tenía oportunidad. Notó que no le creía nada, o más bien no confiaba y si que tenía razones .

¿O no ?

Cambio su expresión después de unos cortos segundos y en ese momento se veía más confiable, pero yo no podía confiar en el aún él volviendo a nacer , aunque lo quisiera no podía.

Me casé de estar allí con el y me decidí a marcharme. Cuando estube poco lejos de él pero con una distancia como para hablar a gritos dijo —sólo quiero estar bien contigo, se que te gustará!!

Honestamente sus palabras me producían terror, en especial lo último que había gritado y las caras que hacia , todo en el me producía una cantidad enorme de temor , miedo y pabor. Claramente no se puede confiar en él, eso es obvio por las tantas estupideces que cómete a diario en la vida , ¿de que estaría hablando?, ¿a qué se refiere con sorpresa? , ¿seria verdad aquello de "estar bien"?.

Todas esas preguntas eran las que ahora invadian mi cabeza, tanto que llegué a casa y ni siquiera me dí cuenta de en qué momento abrí la puerta , o de si alguien desde dentro la había abierto, solo sabía que ya estaba en casa.

Todavía tenía calor, ya no sabía si ese calor tan grande existía o si me estaba imaginando yo porque por lo visto a la única que le afectaba tanto era a mi. Abrí las cortinas crema que estaban en cada ventana de la sala , tres para ser exactos, la luz que entraba por ellas era bastante.

— si notaste que yo aún estoy estudiando ¿verdad? — comentó Camil sentada justo donde la había dejado antes

La miré haciendo una mueca por que... bueno, la verdad ni sabía porque , simplemente es lo único que se me ocurrió hacer — sí, lo noté ¿por qué?

—Pues porque me molesta toda esa luz — me expreso señalando hacia las ventanas que recién había abierto — desde el ángulo en que estoy — empieza a decir ella justo en el tono que usaba mi maestra de matemáticas

— ya basta, entendí!!— le grité dirigiéndome a cerrarlas de nuevo. Una vez hecho aquello la dejó en lo suyo y voy a mi cuarto, me lancé a la cama con uno de los tantos libros de mi colección en mano.

                               *****

No sabía si había leído mucho o no , de lo que estaba segura es de que me había quedado dormida y ya era casi hora del almuerzo, me levanté y fui a lavarme los dientes y luego de terminar bajé.

Mi estómago literal tenía un concierto, realmente pedía de comer así que en cuanto puse pie en el suelo de la sala pregunté a mi hermano — ¿que hay de comer ? — el no respondió, y luego veo a mi madre aparecer con los platos más grandes y bonitos de la casa , los usados para cuando venia la abuela o sus compañeros de trabajo.

Observé también que las cortinas crema que antes estaban colgadas en la ventana las habían cambiado por unas de color naranja que no eran precisamente bonitas para mi gusto, pero quedaban bien con los centros de mesa que también recién habían  colocados.

— tenemos visitas!? —me animé por fin a preguntarle a Leila que pasaba por mi lado en ese momento, supuse que ella sabía porque está siempre pendiente de todos y todo.

— si , mamá dijo que dos personas nos acompañarían hoy a comer — y así es ella de verdad que siempre está informada

— sabes quiénes son— le pregunté de prisa al ver que se estaba por ir — no tengo idea — fue lo que dijo

Doble Identidad [En Proceso] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora