La esperada 'mala cosa' que yo había pensado que iba a pasar, en realidad no pasó. Bueno, al menos todavía no. Estaba parado allí, fuera de mi vista. En algún sitio de mi mente yo sabía que iba a venir, que esto era la calma después de la tormenta. Nuestra felicidad era siempre efímera y nuestra suerte se agotaba rápido. Yo ya me había acostumbrado a no acostúmbrame a cualquier comodidad o esperanza ya que se terminaría yendo. Por eso no me agradaba demasiado el hecho de tener algunos días pacíficos.
Pero realmente los aproveché con la mejor de mis capacidades. Mi guardia parecía perfectamente normal, en realidad no hablaba mucho, pero me llevaba adónde tenía que ir. El mal de la Sr.Hellman estaba a raya por ahora, James y Kevin incluso Norman habían guardado las distancias. Había una falta de las aflicciones habituales que nos imponían diariamente.
Y por no hablar, él paraíso del que Harry hablaba a menudo se veía ensombrecido por tormentas de temor, por lo que es díficil creer que alguna vez iba a existir. Pero él siempre parecía que tenía una manera de encontrarlo una vez más. Tanto si se iba a escondidas al armario de suministros a la espera de que la habitación estuviese vacía para robarme un beso, o incluso apoyarme una mano sobre mi rodilla en el almuerzo, siempre había alguna manera de tener la felicidad. Por supuesto que no podíamos estar plenamente como los dos queríamos y necesitábamos. Pero así satisfacíamos un poco nuestro hambre. Harry siempre tenía algún plan para esquivar la vigilancia estricta de los guardias; y lo hacía con bastante frecuencía, ya que nunca estaba demasiadas horas sin su toque. Especialmente en los últimos días que nos encontramos unas dos veces al día con el pelo enredado entre los dedos y los labios sobre los labios en algún lugar fuera de la vista.
Tú podrías ensartar nuestros momentos traviesos y añadir musica para hacer el montaje de una película romántica adolescente. Siempre era todo más emocionante y gratificante que los pasados momentos.
El día anterior había sido uno de mis momentos favoritos.
Comenzó con Mikayla y su libro anónimo. Estaba sentada allí, entró con el almuerzo recostándose en su silla de plástico. Sus antebrazos descansaban en el borde de la mesa. Pero llevaba algo en sus mano, algo que perdí cuando yo estaba en mi apartamento y aún tenía libertad.
''¿De dónde has sacado eso?'' La pregunte intrigada.
''¿Esto?'' Pregunto sosteniendo el libro.
''Si. ¿Lo trajíste al venir a la institución?''
''No.'' Contestó ella. Harry mientras observaba la conversación atento. ''Lo conseguí en la biblioteca.''
''¿Que biblioteca?'' Un libro sonaba como una manera perfecta de ver un mundo diferente y no lo agotador que tenía como mundo.
''La de aquí.'' Dijo señalando un camino. Como si fuera obvio.
''Woah woah, espera.'' Harry interrumpió: ''¿Este lugar tiene una biblioteca?''
''Si.. ¿No sabías eso?''
''No.'' Dijo casí horrorizado. ''¿Desde cuándo?''
''No lo sé.'' Dijo Mikayla con voz monótona. ''Parece un poco nuevo probablemente hace unos pocos años.''
''¿Como te enteraste de eso?'' Pregunté.
''Woah, despacio chicos.'' dijo ella poniendo dramáticamente sus manos en defensa. ''Simplemente le pregunté a mi guardia si había libros por aquí y el me llevó a la biblioteca.''
Los ojos de Harry estaban muy abiertos de la emoción por la sorpresa. ''Mierda, voy derecho allí ahora.''
''Espera hasta después del almuerzo.'' dije, sin poder reprimir una sonrisa. ''Yo quiero ir también.''
