Three

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Después de haberse bañado y vestido, la pequeña bajó a la primera planta y se encontró con un par de hermanas desayunando, le pareció una escena muy tierna ya que la mayor le estaba dando de comer en la boca a su hermana pequeña y esta parecía muy concentrada en la cuchara con yogurt en su interior. Al notar que la rubia más grande estaba allí, la castaña sonrió y le hizo una seña para que se acercara, la menor cada vez le parecía más linda aquella sonrisa de la chica.

- ¿Chocolate caliente? -Preguntó divertida la castaña y la pequeña asintió rodando los ojos.

- ¿Eres la novia de Yerim? -Preguntó esta vez la rubia menor torciendo su cabeza levemente y ambas chicas se sorprendieron sonrojandose.

- Eh... No, no soy su novia. -Dijo la rubia viendo como la castaña le servía su taza con chocolate. - Gracias... -Dijo regalando una sonrisa pequeña a la más alta y esta asintió.

- No es mi novia Yena, pero puede ser tu novia. -Dijo la castaña despeinando ligeramente a la pequeña y esta negó.

- Yo ya tengo novia. -Dijo sonriente la pequeña parándose en la silla estirando sus brazos y abultando sus mejillas.

- ¿Ah si? ¿Será que es alguna pequeña llamada Yuri? -Preguntó insinuante la castaña haciendo pequeñas cosquillas en el cuello de su hermana y esta se sonrojó.

- Yuri es muy linda... Y aceptó ser mi novia. -Dijo sonrojada la pequeña hablando para la rubia en frente suyo y esta sonrió enternecida.

- Pues tiene mucha suerte de ser tu novia. -Dijo la rubia más alta con ternura y la pequeña le sonrió orgullosa.

- Bien pequeña baja de ahí o te puedes caer... -Dijo la hermana mayor de Yena tomándola con sus brazos y cargando su cuerpo mientras que su pequeña rubia se abrazaba a ella haciendola sonreír tanto a ella como a la rubia en frente suyo. -Será mejor que nos apresuremos, son las 7:40am, tengo que ir a dejar a Yena antes de ir a dejarte y después a mi universidad. ¿Te molesta si paramos en su jardín? -Preguntó la castaña más alta y la colegiala negó con la cabeza repetidas veces. No iba a exigirle mucho a la chica, la había recibido en su casa y la había tratado demasiado bien como para ahora ser caprichosa.

>> Bien... Iré a sacar el auto del garaje. Trata de beber rápidamente Yeojin. -Dijo la chica sacando unas llaves del mesón de la cocina y la nombrada asintió. La pequeña se había bajado de los brazos de su hermana para que saliera y fue a buscar su mochila, no sin antes preguntarle algo a la rubia en frente suyo.

- ¿Quieres ver mi mochila de patito? -Preguntó sonriendo tímidamente y jugando con sus piecitos a uno o dos metros de la chica que le sonrió enternecida. "Es tímida cuando Choerry no está con ella" Pensó la rubia más grande.

- Claro... Debe ser muy linda como tú. -Dijo Yeojin sonriente y acercándose de a poco a la pequeña después de haber terminado su taza. La niña se asustó un segundo, pero quiso confiar en la rubia y dejar que se le acercara. - ¿Vamos a arriba y me la enseñas mientras Choerry-ah saca el auto? -Preguntó estirando su mano hacia la pequeña y esta frunció el ceño. Estiró sus brazos abriendo y cerrando sus manitos, la mayor no entendió muy bien y hasta que le dio la palabra clave.

- Upa. -Dijo con un puchero y la más alta sintió su corazón derretirse ante la dulzura de la pequeña. Era igual a su hermana y le causaba ternura, era como una mini Choerry. Sin dudarlo dos veces, la rubia mayor cargó en los brazos a la menor de la misma manera que la castaña lo hizo antes, la pequeña se colgó del cuello de la rubia más alta y le sonrió satisfecha de que hubiera entendido, poca gente lo hacía, y Yeojin ya le caía bien.

Choerry después de aparcar su auto en frente de la casa lista para ir a dejar a ambas rubias, entró a su casa camino a la cocina, pero se extrañó al solo encontrar un plato y taza vacíos. Frunció el ceño confundida, las buscó por la sala y el patio pero no se encontraban allí. Escuchó unas risas venir desde el segundo piso y sonrió aliviada. Subió las escaleras lo más callada que pudo, y al llegar a la habitación de puerta amarilla se encontró con dos pequeñas sonriendo. Yena le estaba mostrando a Yeojin su mochila, cómo no. Aquel objeto parecía su mayor orgullo y le mostraba esta a casi todos los que iban a su casa. La castaña sonrió con ternura, era una imagen demasiado bonita, aquella pequeña rubia se le había hecho linda desde el principio, y que su hermana menor y ella se llevaran así de bien le llenaba el pecho de ternura. Después de unos segundos golpeó la puerta sobresaltando a las chicas que parecían estar en su mundo.

Deja Vu //Yeorry//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora