Deja Vu //Yeorry//

Twenty Eight

- Má, ya te dije que no es mi novia. -La castaña empezaba a perder la paciencia respecto a su madre, y sus constantes preguntas sobre la joven Im.

- ¿Entonces por qué se besaron? 

La menor de los Choi suspiró, se encontraban en el jardín de su hogar, mientras que su padre mantenía tanto a su hermana como a la rubia distraídas viendo televisión y conversando sobre temas que Yerim prefería no pensar.

- Tal vez porque me gusta... -Murmuró antes de mirar detrás suyo, esperando que nadie más que aquella mujer la escuchara.

- De eso me di cuenta hace unos minutos. Es lindo, pero ¿Por qué todavía no dan el primer paso y son novias? 

- No quiero arruinar una amistad o lazo con ella, si me rechaza no sé que haría. -Confesó mirando su vaso de alcohol, completamente lleno, pues no se había atrevido a beber ni una gota.

- Con Sakura fue más fácil... -Susurró la castaña mirando hacia el cielo.

- No la compares con Sakura. Es diferente. -Se apresuró en decir Choi, mirando a su madre con su entrecejo cerrado.

- ¿Por qué es diferente? Aún no comprendo por qué terminaron, ella era una buena chica. 

- Yeojin también es alguien buena para mí. -Dijo entre dientes, odiaba cuando su madre comparaba a las personas. - Además. sabes que no confío en las relaciones a distancia, fuera ella o quien sea, no hubiera soportado. Y vaya que no me equivoqué, Hyejoo mantiene contacto con ella y me contó que encontró pareja en Japón mucho antes que yo, cosa que no me molesta para nada, pero me sorprendió cuando me enteré.

- Tal vez no debimos volver a Corea...

- ¿De qué hablas? Nada de eso, me gusta mucho estar aquí, y a pesar de que Saku fue una linda novia, ya no puedo verme a mí junto a ella en una relación más allá de una amistosa.

- ¿Y si volviéramos a Japón? -Preguntó la más baja, haciendo caso omiso a las palabras de su hija.

- ¿No escuchaste cuando te dije que ya me gusta alguien y ese alguien no es Sakura?

- De acuerdo señorita amo a Im Yeojin pero no tengo las agallas para decírselo. -Levantó sus manos en forma de rendición mientras rodaba sus ojos.

- ¿Podemos dejar de hablar sobre temas amorosos por un momento? 

- Está bien, ¿Cómo han estado Yena y tú en nuestra ausencia? 

- ¿Te refieres a los últimos años? ¿O cuando era adolescente y tuve que cuidar de Yena bebé a mis quince? ¿O cuando ni siquiera fuiste a mi graduación de la preparatoria por tener trabajo? -Preguntó de forma tosca y con un tono molesto, no iba para menos, ni se arrepintió, al contrario de ello vio como su madre habría sus ojos con sorpresa.

- Yerim cuida tus palabras, recuerda que soy tu madre. -Apuntó la mujer, logrando que la más alta rodara sus ojos.

- Pareces serlo solo cuando te conviene...

- ¿Qué acabas de decir?

- Que hemos estado bien, madre. -Sonrió forzadamente, no quería otra pelea, no con Yeojin y Yena en casa. - He estado un poco más atareada por estar en mi penúltimo año, y también algo justa con los gastos ya que vivir con una niña y depender de un empleo en una disquera es difícil. Pero sobre todo eso, estamos relativamente estables.

- ¿Segura que no quieres que te de algo de dinero? Sabes que no es ningún problema. Nosotros te amamos incondicionalmente. -Ahí va otra vez...

Choi Taehee podía ser una mujer tan agradable y dulce, como alguien manipuladora y materialista. Durante su vida, la mayor de sus hijas tuvo la experiencia de ver como la castaña trataba de ganar su afecto o perdón con objetos de valor, y ella odiaba eso.