Twenty Three

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- Creo que se está tardando bastante... -Murmuró la castaña frotando sus brazos por el frío que habría empezado a crear el cielo, corría algo de viento y Yerim temía que en el camino pudo haberle sucedido algo.

Su mensaje todavía no era respondido, y ya había llamado dos veces, pero ninguna de ellas recibía respuesta.

El problema no inició ahí, sino que cuando empezaron a caer gotas de agua desde el cielo, se cubrió con el paraguas cuando sintió que era necesario, ya que la lluvia empezaba a tornarse cada minuto más fuerte.

- Tal vez fue a casa ya que se puso a llover... -Volvió a decir para sí misma empezando a caminar en dirección hacia su auto, desanimada y sin mucha energía.

Entró y cerró la puerta con la misma emoción, respiró un par de veces tratando de pensar positivo como siempre lo hacía. No debía preocuparse de Yena, dijo que dormiría en la casa de Yujin, pero si se preocupaba por la Yeojin, temía que algo le pudo haber pasado.

Habló con sus amigas y tampoco sabían de ella, y la última vez que la vio fue con aquel chico pelinegro, del cual no sabía nada y ni si quiera tenía contacto con el, por lo que no podría comunicarse con él.

Suspiró una vez más antes de poner en marcha el vehículo, mañana le preguntaría a Chaewon de nuevo o iría ella misma a su casa.

Mientras conducía sin mucha preocupación de lo que sucedía fuera de su cabeza, pensó en fumar, pero estaba dentro del auto y afuera hacía demasiado frío como para abrir la ventana y botar las cenizas, además de no contar con un cenicero dentro de su vehículo, por lo que descartó la idea.

Llegó una llamada, la cual la tomó por sorpresa y detuvo el auto por un segundo, se estacionó en el primer espacio que encontró y respondió el teléfono. Se trataba de Yeojin.

- ¡Hola unnie! -Escuchó decir desde la otra línea la castaña. - L-lamento no haber podido... No haber podido juntarme con usted, pero tenía un compromiso y tuve que cumplirlo.

- ¿Y ese compromiso está relacionado con el chico que me presentaste en la disquería? -Preguntó con algo de tristeza la mayor, le alivió saber que la pequeña estaba bien pero ahora su prioridad era saber el por qué la dejó plantada.

- No... Bueno, técnicamente sí... Un poco. -Dijo algo indecisa la rubia y dejando escapar una risilla al final de su frase, pero la universitaria no parecía para nada alegre por ello.

- De acuerdo... ¿Estás en tu casa?

- No...

- ¿Te voy a recoger?

- En realidad... Jeongin va a llevarme a casa, no te debes preocupar unnie. -Respondió la menor mientras preparaba sus cosas para irse del lugar en el que se encontraba. Yerim solo suspiró.

- Bien... Supongo que hay que posponer esa junta que necesitabas. Esta semana no podré porque tengo cosas que hacer. -Informó la castaña mirando a través de la ventana recordando que había una semana llena de exámenes y proyectos en su universidad incluyendo el trabajo.

- Bueno, cuando pueda te aviso y luego me dices si tu coincides. Ahora debo colgar unnie, pero quería que no te preocuparas por mí.

- Pudiste haberme llamado antes... -Murmuró Yerim segundos después de que la llamada fuera terminada.

Más que rabia o molestia, Choi se sentía triste, estaba algo decepcionada de la pequeña, pero suponía que como cualquier chica de último año en la escuela, tenía cosas de qué preocuparse además de querer estar con amigos. Comprendía, realmente, Yerim no quería alejar a la rubia por aquellos detalles y trataba de minimizar el "problema" lo más que pudiera para así pensar de manera positiva. No debía formar conclusiones aleatorias y de manera precipitada.

Deja Vu //Yeorry//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora