Sixteen

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Estaban golpeando la puerta.

Pero no de manera común, eran patadas azotándose contra la puerta, y esto alertó un poco a la rubia.

Caminó de manera rápida y se apresuró en abrir el portal hacia quien estuviera en frente. Pero lo que menos se imaginaba que podría pasar, sucedió en frente de sus ojos.

- ¿U-unnies? -Preguntó la chica de baja estatura mientras veía la escena con preocupación. 

- Tranquila, sigue respirando, pero está tan borracha como para morir en el intento de caminar. ¿Nos permites dejarla en el sofá? -Preguntó la pelinegra mientras sujetaba a su amiga de los hombros algo cansada por el peso de esta, la rubia asintió dejando que pasaran.

- ¿Q-qué sucedió? -Preguntó la rubia a la vez que se acercaba a la castaña que estaba delirando y diciendo cosas incoherentes.

- Bueno... Pasa que estábamos en la fiesta, por alguna razón mientras Yeonhee y Yerim bailaban, ella se fue a la barra de bebidas, estaba conversando con una chica de manera alegre y blah blah, el punto es que ambas se estaban pasando de copas, y Choerry se lanzó encima de la chica y la besó, vi como casi se tragaban la lengua y hasta me dio náuseas, luego separamos a Yerim de la chica porque si seguía terminarían en la cama y después de eso no sabríamos saber dónde está, además ella tenía las llaves del auto. Luego estaba coqueteando con cada chica que se le cruzaba por estar borracha y bueno, entre una de esas chicas le tocó una que tenía novio y la besó, entonces al gorila le dio rabia y se metió en una pelea y fua. Nos fuimos del lugar antes de que pasara a mayores. -Explicó palabra por palabra la pelinegra más alta de todas y conforme el paso de su voz corría, la menor de todas fue cambiando sus expresiones continuamente.

>> Yeo, me gustaría ayudarte ahora, pero Irene unnie y yo tenemos que ir a la universidad mañana y trabajar, entendemos si Yerim no puede, le explicaremos a los profesores, pero cuida de ella. Por favor. -Pidió de manera amable la chica con boca de triángulo, y aunque al comienzo pensaba negarse, la menor terminó por acceder, no podía dejar así.

- De acuerdo... Buenas noches. -Dijo la más baja junto con una sonrisa algo forzada.

- Dale una cachetada, si después de eso no reacciona échale un balde de agua helada encima, siempre funciona, y el balde está en la puerta de la cocina a la derecha, buenas noches. -Dijo la mayor de todas saliendo junto a su amiga, y la rubia asintió mientras cerraba la puerta.

- Dios Yerim... -Dijo la pequeña antes de sentarse a la par de la castaña.

Se veía tierna así, estaba balbuceando palabras sin sentido, cantaba y se abrazaba de ella, una borracha promedio. Pero debía admitir que le desagradaba su aroma. Olía a una mezcla entre alcohol y cigarrillo, las dos cosas que más odiaba. Yeojin podía aguantar algo de ese aroma, pero era demasiado fuerte, tanto que la hacía marearse un poco, la fragancia particular que poseían el tabaco y el trago era una que prefería evitar oler.

>> Agh... ¿Cuánto tomaste? Estás hecha basura... -Dijo con algo de diversión y otro poco de seriedad la menor mientras sostenía el rostro de su mayor y esta se encogió de hombros mientras reía un poco entrecortadamente, y eso sí asqueó a Yeojin, todo el aliento llegó a sus fosas nasales y se espantó por el aroma.

>> De acuerdo, ¿Por qué estás tan herida... -Empezó a preguntar la pequeña, pero luego recordó las palabras de Hyejoo. 

Prácticamente se había besado y coqueteado con la mitad de personas del lugar. Eso logró dañar un poco a Yeojin, pues recordó el pequeño e inocente beso que la castaña le había regalado unas horas atrás.

>> ¿Soy solo un juguete más para ti? -Preguntó esta vez con desilusión y haciendo un puchero con sus labios, pero claro, Yerim no estaba en sus cinco sentidos para responder.

Deja Vu //Yeorry//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora