Nineteen

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Los ojos de la castaña se abrieron con lentitud y frunció su ceño al sentir un peso sobre su cuerpo, sus manos se encontraban rodeando lo que fuera que estuviera encima de ella, y conforme sus palmas delineaban las curvas de este se enteró de que coincidía con el cuerpo de una persona. Abrió sus ojos con cierto desconcierto, miró debajo suyo, y sonrió al encontrarse con la figura de una rubia hermosa abrazando su torso mientras descansaba. 

Suspiró mientras su corazón empezaba a golpear su pecho. La imagen de Yeojin durmiendo plácidamente mientras la abrazaba era realmente tierna y amanecer de esa forma le alegraba el día a la castaña.

Despejó el rostro de la pequeña que tenía algunos mechones de cabello sobre este y acarició la mejilla derecha de su menor con unos ojos somnolientos y una sonrisa pequeña.

Suspiró y con cuidado de no despertar a la chica sobre suyo, estiró su brazo hasta la mesa de noche que había a la derecha de la cama, encendió su teléfono y vio la hora. Eran apenas las 5 de la mañana, bufó con una sonrisa mientras negaba y volvía a apagar el aparato, ese día tenía horario tarde, por lo que sus clases iniciaban después de ñas 12:00, y por lo que sabía, Yeojin tampoco tenía escuela hasta unas horas, aún tenían tiempo para dormir un tiempo más.

El cuerpo de la rubia se movió un poco, alarmando a la mayor, miró unos segundos a la pequeña mientras se mantenía inmóvil, pero suspiró al notar que solo se estaba acomodando. Enterró su rostro en el cuello de la castaña y esta se estremeció al sentir la respiración de Yeojin sobre su piel, pero se acostumbró sin necesidad de mucho tiempo.

De todas formas, en pocos segundos, los párpados de Yerim volvieron a pesar, y fue cuando cayó dormida nuevamente. 

Yeojin podía percibir una fragancia desconocida aún sin abrir sus ojos. Por simple instinto olfateó y hurgó en el lugar, olía bien, podría rozar con sus labios y sentir la suavidad del lugar.

Abrió sus párpados con paciencia y se asustó un poco al notar que era un cuello, y no el de cualquiera, estaba en frente de Yerim. 

La cabeza de la castaña estaba un poco echada hacia atrás, como si estuviera con su mirada fija en el techo. Yeojin miró con cuidado los detalles de la mayor y notó que su piel era lo suficientemente clara como para hacer se transparentaran con tenuidad, los músculos y facciones de la castaña estaban bien definidas, su mandíbula estaba algo marcada, y conforme su mirada ascendía, la rubia más se convencía de que no existía una chica igual a Yerim, era diferente a cualquier persona que hubiera conocido. 

Notó que las manos escurridizas de su mayor, se posesionaban sobre su espalda baja, esto logró encender al rojo vivo las mejillas de Yeojin, pues se percató de la posición en la que se encontraban. 

Ella sobre la castaña, se abrazaba de sus hombros y estaban casi cara a cara, de no ser porque el cuerpo de la menor fuera poco proporcional a la estatura promedio de las chicas de su edad, probablemente ahora se encontrarían frente a frente. Las piernas de ambas estaban... ¿Entrelazadas? Era extraño explicarlo, parecían estar enredadas entre sí, pero en ningún momento ellas hicieron ello, los cuerpos de las chicas se habían adaptado y parecían encajar a la perfección, como dos piezas de rompecabezas.

Con un poco de lentitud, la pequeña subió hasta que ambos rostros se encontraran a la misma altura. Suspiró sin pensar mucho lo que hacía, miró cada detalle y sonrió con ingenuidad e inocencia, era una mujer demasiado hermosa, no le causaba extrañeza que muchas chicas y chicos fueran sus pretendientes. A esas alturas la rubia había olvidado por completo la noche de la fiesta, no tenía por qué tener celos, no tenía derecho.

Pero claro que quería ser la única.

Tenía envidia de las personas que podían besar a cualquier persona y coquetear sin caer en el amor. Le gustaría poder besar a Yerim y no sentir nada, hacer como ella y hacer como si nada hubiera pasado, pero simplemente cuanto más se acercaba a ella más pensaba que iba a enamorarse.

Deja Vu //Yeorry//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora