Twenty Two

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(La diferencia de estatura me vuela la peluca y eso q Yeojin estaba con plataforma, no me toquen orbit truste)

Después de oír las palabras de su menor, Yerim se congeló por unos instantes, no supo reaccionar y su cabeza pareció hacer cortocircuito.

Hubo silencio por alrededor tres minutos, que para ambas fueron una eternidad, la pequeña al no recibir respuesta alguna por parte de la castaña, se asustó y avergonzó, colgó la llamada antes de que su mayor pudiera apenas responder o dar alguna señal.

Se sentía avergonzada y tonta, su rostro ardía mientras maldecía por lo bajo por lo impulsiva que fue, ni siquiera debería pensar en esas cosas.

Mientras que, la mayor por su lado había reaccionado demasiado tarde, notó que Yeojin colgó para cuando su parálisis había terminado, suspiró sintiéndose culpable, no le dijo nada, y a veces el silencio es peor que cualquier rechazo, además, ella jamás rechazaría a aquella tierna rubia. Pensó que se debía sentir mal, e intentó llamarla de nuevo, pero solo la llevó al buzón de mensajes.

Frotó su rostro con frustración, después de la cuarta llamada sin respuesta decidió rendirse, suspiró y dejó caer completamente su cuerpo en el sofá.

Pero no duró mucho allí, decidió dirigirse hacia las cuentas y papeles que tenía por resolver.

Consideró unos segundos pedirle ayuda a sus padres y llegó a una conclusión.

- Puedo hacerlo sola... -Se dijo a sí misma antes de abrir su computador, tal vez se equivocaba, pues Yerim tenía la mala costumbre de creer que ella podía con todo sin ayuda, pero no siempre era así.

[...]

>> Chae, ¿Has visto a Yeojin? Estoy algo preocupada porque no responde mis mensajes desde ayer... -Dijo la castaña a través del teléfono mientras salía de uno de sus salones de clase.

- Claro, está conmigo almorzando y se ve totalmente bien, tal vez solo no estaba muy pendiente del celular. ¿Quieres hablar con ella? -Se escuchó desde la otra línea a la peligris, y después de meditarlo un poco, la mayor tuvo su respuesta.

- No, está bien, dale mis saludos. -Dijo antes de colgar, pensó un  momento en llamarla, pero tal vez no respondería.

- Hey... ¿Andas en la luna o qué? Pareces pensativa, y llevas mirando los snacks de Hyejoo durante casi quince minutos. -Señaló la mayor de sus amigas colocando una mano sobre su hombro logrando sacarla de sus pensamientos.

- Ni pienses que te daré, me costaron los ahorros de mi vida y los pienso aprovechar. -Dijo la pelinegra más alta escondiendo la bolsa en su chaqueta.

- De primera, ni si quiera te iba a pedir, y de segunda, los ahorros de tu vida son las monedas que te robas en la fuente de los deseos del centro comercial, eso no cuenta. -Refutó la castaña con una sonrisa cansada.

- Siguen siendo mis ahorros. De todas formas, ¿Qué pasa? Concuerdo con la anciana, te ves pensativa. -Dijo la menor dando un mordisco a sus snacks y recibiendo un golpe no muy fuerte en la cabeza por parte de la pelinegra más baja.

- Estoy algo... Estresada, con las cuentas que debo pagar y así... -Mintió la castaña desviando su mirada hasta un cuaderno que se estaba en el césped del campus en el que se encontraban las chicas.

Realmente a Yerim no le gustaba mucho hablar sobre sus emociones y era extraño. Pero también era algo mala mintiendo, cosa que ambas pelinegras notaron, pero decidieron no presionarla, ella hablaría cuando lo necesitara.

- Uhm... ¿Y por qué no le pides ayuda a mis suegros favoritos? -Preguntó con tono bromista la menor de las tres con una sonrisa, recibiendo una mirada irritada por parte de la castaña y un golpe. - ¡Ya! ¿¡Qué tienen con golpearme!? Voy a denunciarlas por maltrato animal... -Se quejó la pelinegra más alta sobando su brazo. 

Deja Vu //Yeorry//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora