Universos ➠KOOKGI

Cuando ellos se conocieron

Tercer universo.

Hace algunos años atrás...

El menor de la familia estaba desesperado y caminando de un lado a otro como un pequeño animal enjaulado y probablemente podría cavar un hoyo si seguía así, pero tenía que insistir y rogar si fuera necesario.

Porque él sencillamente no puede soportarlo más.

Definitivamente no.

No otro año más.

—Me rehúso, no, no. Yo quiero ir a una escuela como todos los chicos de mi edad —se detiene mirando fijamente a su madre.

Lo que tranquilizaba un poco a Yoongi era saber que al menos estaba siendo escuchado. La reina le seguía con la mirada y lo escuchaba con atención y como no, si fue casi arrastrada por el menor y prácticamente obligada a sentarse. Yoongi quien estaba atento a las reacciones de la reina pudo verla rodar sus ojos y estaba por elevar la voz y recalcar que eso no era digno de una reina y casi lo dice, pero ella al parecer era capaz de leer sus pensamientos.

Escalofriante.

—Siéntate, jovencito —pide la reina señalando el asiento frente a ella—, tu hermano tomó sus clases en casa y tú harás lo mismo.

—Yo no soy Seokjin —murmura Yoongi con el ceño fruncido—, soy Yoongi. Min Yoongi y quiero ir a la escuela.

—No.

—¡Pero mamá! —se queja bastante frustrado—. Me he comportado debidamente, he sido un buen príncipe y no te he dado ningún problema. ¿Por favor? —pide con una sonrisa que rápidamente desaparece al ver la expresión de su madre y soltando un gran suspiro se deja caer derrotado—. Bien. Aceptaré a los guardias. Dejaré que me vigilen y cuiden, aunque sea innecesario. Mamá quiero ir a la escuela, ver gente y no solo a un maestro aburrido y su único estudiante... —se señala.

La reina suspira.

Si, ya casi lo logra.

—Y recuerda que Seokjin es el próximo rey y yo un simple príncipe. El pueblo nunca me haría daño, lo sabes. Solo dicen que soy mimado, pero puedo demostrarles lo contrario —sonríe.

—Bien, tú ganas —el chico está a un segundo de celebrar, pero la mujer eleva su dedo índice y se congela en su lugar—, yo decido. No harás ningún movimiento sin que yo lo sepa, Min Yoongi. La mejor escuela del pueblo espera por ti. Todos los días sin excepción te iras y vendrás en auto.

—¡Noooo! Escuela común y caminar, por favor —suplica de rodillas.

—No, esos son mis términos o no hay escuela.

—¡Bien! —gruñe—, quiero que sepas que detesto tu decisión —el menor se cruza de brazos indignado.

—La sonrisa, Min Yoongi —canturrea la reina Yejin divertida por la actitud berrinchuda de su pequeño príncipe.

—No estamos en una celebración, madre —vuelve a gruñir y sale del comedor para luego correr por el largo pasillo.

Se adentra a su habitación y se encuentra a su nana de la misma forma que se encontraba el hace un par de minutos. Caminando de un lado a otro, cuando ella lo ve entrar, se detiene y dice:

—¿Qué pasó? ¿No acepto?

—Si, acepto.

—¿Entonces?

—Iré a la mejor escuela del pueblo, en auto todos los días y con los guardias cuidándome. No quería eso —se lanza a su cama con un suspiro de resignación—. Yo solo quiero ser un chico normal...