Universos ➠KOOKGI

La respuesta

Primer universo.

YK y Hoseok se encontraban en el bus directo a Busan, Hoseok estaba muy nervioso y no dejaba de mover sus pies.

—Todo va salir bien, no te preocupes —intenta tranquilizar YK.

—No lo sé, hyung, me siento nervioso.

Sentía que escupiría el corazón por la boca. Los únicos que sabían hacia dónde se dirigían eran Park Namjoon y Min Seokjin. Y estaba atemorizado por la reacción de su familia cuando notaran que no estaba en Seúl y por la misma razón tuvo que apagar su celular para evitar un colapso nervioso. Era la primera vez que salía de la ciudad sin avisar y también la primera en la cual le desobedecía a sus padres. Estaba nervioso y se sentía fuera de lugar, pero sabía que era lo correcto.

El viaje a Busan duró exactamente tres horas, donde se detuvieron en cada parada que el chófer encontró, eso jugó un poco con los nervios y la ansiedad del menor.

—Sigamos la dirección —musita Hoseok.

Ambos chicos se encaminan por las calles de Busan. Hoseok miraba curioso, ya que nunca antes había visitado la ciudad y estaba maravillado con las vistas mientras que Yoonkook... él no podía creerlo.

—No puede ser... —susurra YK.

—¿Qué pasó? —pregunta Hoseok confundido.

—Esa es mi casa, Hobi —confiesa el mayor sorprendido señalando una casa a la distancia. La misma casa que se supone era de los Park.

—¿Entonces Jimin y Tae están en tu casa?

Bueno, habían pasado muchísimos años y esa casa realmente no era su casa. Pero si lo fue hace mucho tiempo y en otro universo. Yoonkook la recuerda, es decir, nadie podría olvidar la casa que te vio crecer.

—Puede que me equivoque Hobi, deje Busan hace mucho y las cosas han cambiado —susurra y Hoseok asiente.

Reanudan su caminata hasta detenerse frente a ella. Era una casa de tamaño normal, la única casa solitaria que no tenía vecinos a sus costados y se encontraba algo más alejada, un bonito color café la adornaba.

—No se escucha nada, quizás no estén en casa —se lamenta Hoseok.

—La puerta no está cerrada, Hoseok —susurra YK acercándose y empujando la puerta, esta se abrió de par en par. Estos se miran.

—¡Taehyung, soy Hoseok! —exclama el menor, pero ninguna respuesta se escucha—, ¿Esa es la TV? —pregunta y se asoma para escuchar mejor—. ¡Si! ¿Deberíamos entrar? ¿No nos demandarán?

—No creo que Taehyung quiera demandar a su futuro novio —ríe YK y Hoseok se sonroja—, ¿entramos?

Hoseok asiente y entra seguido de su amigo que se siente completamente extraño dentro de allí. Se quedan quietos mirando la sala que se encuentra vacía, pero la televisión estaba encendida y reproduciendo una película de terror.

—No me gustan ese tipo de películas, hyung, quítalas por favor —pide Hoseok y Yoonkook obedece, él tampoco era fanático de ese tipo de contenido. Eran una basura.

La televisión se apaga y Hoseok se acerca al sofá.

—Es... es el celular de Tae —lo toma e intenta encenderlo—, está apagado.

—Me siento muy raro, Hoseok. Iré a revisar arriba, tú busca abajo. Cualquier cosa que encuentres, grita y vendré rápido.

—¿Ellos están bien? —pregunta Hoseok temeroso, la casa parecía vacía, pero no se sentía como que ellos salieron porque ninguno dejaría nada, mucho menos el celular, la televisión encendida o la luz del baño. Taehyung no lo haría, nunca—, no tenemos señal, hyung... —se encoge Jung y mira muy asustado a su amigo.