Coronación

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—Conocen las circunstancias, mis motivos y mis acciones. Todos en esta habitación estamos al tanto de lo sucedido y no fingiremos que nunca pasó. Sin embargo, seamos discretos, lo sucedido quedara en nuestras memorias y bajo cuatro paredes —los presentes asienten—. Ya deben sospechar el motivo por el que los reuní y no me iré con rodeos. Es un hecho que dejaré el trono y Daegu necesita un rey. Lamentablemente uno de los dos tiene que seguir la sucesión y sé que tú no quieres, Seokjin y por consiguiente es Yoongi...

—No. Ni siquiera me mires —se cruza de brazos el menor de los Min—. Me rehúso. Seokjin se preparó toda su vida para tomar tu lugar, no esperes que ahora yo quiera ser rey. Les recuerdo que para Daegu sigo muerto.

—Vas a aclarar eso, no vas a ocultarte.

—¿Y qué se supone que diré?

—Ambos —señala el rey a los menores, quienes se tensan expectantes—. Harán uso de sus habilidades. Harán que todos se olviden de que alguna vez el príncipe menor de la familia real Min murió. Nadie en Daegu ni mucho menos los alrededores va saber que alguna vez estuviste muerto. Ninguno de los dos. Min Yoongi y Jeon Jungkook siempre estuvieron vivos. ¿Está claro?

—Si.

—Bien. Continuemos, uno de los dos va tener que ser mi sucesor y sus parejas van a aceptarlo —espeta el rey y recibe asentimientos de los cuatro chicos—. Reyes y príncipes. El título será otorgado y no me importa si es el menor o el mayor de los Min. Pero es un hecho que uno de mis hijos será rey.

—Antes de venir hablé con Namjoon... —murmura Seokjin llamando la atención de los presentes—. Él está de acuerdo y es lo que me corresponde. Seguiré la línea de sucesión, Namjoon y yo tomaremos el lugar de los reyes de Daegu.

Un sonoro suspiro de alivio se deja escuchar por toda la habitación, Jungkook y Yoongi sonrientes elevan sus pulgares.

—Pero...

Yoongi y Jungkook se tensan.

—Ambos van a ser príncipes, padre ya lo dijo, los títulos van a estar. Te conozco Yoongi, no quiero que se vayan y también va para ti Jungkook. Ninguno de los dos se desligará de sus obligaciones —dice Seokjin mirando a su hermano y cuñado, el rey asiente conforme.

—¿A qué quieres llegar? —inquiere Yoongi con el ceño fruncido.

—A que ustedes dos con su magia harán que todos olviden que alguna vez estuvieron muertos y cuando el asunto esté resuelto, se realizará una boda doble.

—Esta b- ¡¿qué?!

—Jungkook y yo lo hablamos, él está de acuerdo —se une Namjoon.

—¿Y tú por qué no me dijiste nada? ¡Ustedes no pueden decidir si me caso o no!

—Bueno, yo pensaba decírtelo, pero ellos se me adelantaron y claramente mi propuesta no iba ser tan fríamente —murmura Jungkook rascando su nuca nervioso—, que poco románticos...

—Jungkook...

—¿Te quieres casar conmigo?



Era el día.

El esperado día.

La boda de Min Seokjin y Kim Namjoon, y compañía.

Seokjin estaba satisfecho de haber arrastrado a su hermano menor a una boda doble y sonreía divertido viendo a su hermano lucir impaciente junto a sus padres. Por cortesía de Yoongi, los invitados solo eran familiares y aliados de Daegu. Sin embargo, la coronación no sería así. Todo Daegu estaría invitado a la ceremonia y por supuesto los alrededores.

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