- v e i n t i o c h o

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probablemente, el abrazo con seungkwan fue el punto clave para hacerle sentir que estaba derrumbado. pero, no derrumbado por amor ni nada que tuviera que ver con ese sentimiento (o tal vez sí, pero sólo un poco, y eso sería algo que no admitiría por el momento), era, más bien, un derrumbado por tantas mentiras y falsedades juntas en su cabeza.

si cuando comenzó a tener las dudas se sentía cohibido, ahora que sabía todo (o casi todo) se sentía mucho peor.

no sabía si era mejor saber o no saber.

a lo mejor, todo hubiera vuelto a la normalidad si las preguntas no lo hubiesen invadido, o si yixing jamás hubiera ido esa noche fumado. probablemente estaría ahora con junhui, hablando y cuidándolo tanto o incluso más de cuando estuvo engripado. viendo algo en netflix, o simplemente disfrutando la compañía.

pero no.

estaba seúl. en la casa enorme y cristalina de seungkwan. haciendo como si escuchase lo que éste le estuviera diciendo. aunque no lo hacía a propósito, simplemente había tantas cosas en su mente, tantos hilos que estaban unidos y no dejaban de maquinarle el cerebro, que le era imposible captar la información que su amigo le estaba brindando.

su cabeza ya había explotado y no cabía ni un sólo dato más en ella.

siquiera se sentía triste, o enojado. por lo menos, sentir alguna emoción lo haría sentirse un poco más normal. lo haría pensar que estas eran cosas que pasaban, y que le iban a tocar pasar en algún momento. pero en lo único que podía pensar ahora era que sin dudas, no merecía tanta mentira.

no merecía ser usado de tal forma.

y sí, tal vez sí merecía haber sido lastimado. merecía que lo lastimen por nunca haber acabado de apreciar a su padrastro, por creer que todo lo que él necesitaba era ropa cara y relojes de marca, por nunca haber tenido un novio de verdad, o por la vez que golpeó a un compañero que tenía el suéter que él quería. por eso, sí merecía dolor.

pero, ¿qué le había hecho a junhui como para que lo usara de tal forma? ¿no era mejor decirle la verdad y pedirle sutilmente que cooperara con él y le diera información?

eso era mucho más humano y sano que todo el circo que armó.

— chan, no me estás escuchando. —

miró a seungkwan, que traía su mejor pijama y el cabello rubio algo húmedo.

— no, ¿qué decías? —

el rubio suspiró, pero no frustrado, más bien, preocupado.

— que mañana vamos a ver a taemin, si quieres. tal vez eso te haga sentir mejor. — colocó una almohada en sus piernas.

— pero, yo no estoy mal. — se quejó con un puchero.

seungkwan rodó los ojos cogiendo sus manos.

— tú crees eso. pero yo que te veo desde afuera, aseguro que estás mal. y necesitas olvidarte del gilipollas de junhui lo más pronto posible. — se refirió al chino con enojo.

— qué va, si seguro lo seguiré viendo en lo que pasa todo lo de taemin. — mencionó sin esperanzas.

— tú lo que necesitas es salir. — habló con alegría.

pero chan, como nunca, negó.

— no tengo ganas, mejor durmamos. — se tumbó en la cama boca arriba.

y seungkwan lo miró como si no fuera él. aunque después de unos segunditos, le sonrió asintiendo.

— vale, ya sabes que esta es tu casa y que cuentas conmigo. sin importar si quieres hablar a mitad de la noche, no dudes en despertarme. —

(...)

se despertó muchísimo antes de que saliera el sol. el sueño se le quitó y miró la hora en el gran reloj de aguja de oro que había sobre el televisor. marcaba las 3:57 AM.
miró a seungkwan, que dormía con tranquilidad, respirando calmadamente, como si fuera un bebé.

se levantó con cuidado de no despertarlo ni de hacer tanto ruido. cogió su celular junto a la cajetilla de cigarrillos de seungkwan y salió de la habitación directo al jardín.

la noche estaba fría, pero no tanto como el frío del bosque. este podía soportarlo.

no podía apreciar las estrellas como solía hacerlo allá.

tampoco ver caballos o luciérnagas, no había nada de animales, a excepción de los búhos de porcelana que adornaban las esquinas de la piscina.

eso no era lo peor, lo peor era que no sintió en ningún momento sus brazos rodearlo, pidiéndole que volviera adentro o cogería un resfriado.

se sintió impotente por pensar en él después de todo lo que le hizo.

y le dio una enorme calada al cigarrillo, ahogándose un poco.
con las manos temblando, encendió el móvil. al instante le llegaron mensajes y llamadas perdidas. estaba claro de quién eran, aún así, los abrió dispuesto a meterle sal a la llaga.

jun gilipollas❤:

te extraño mucho
23:44 PM

ni siquiera he acabado de
contarte todo, que te amo joder
23:44 PM

no estaba en mis planes
enamorarme de ti, no lo estaba
23:44 PM

sólo pasó, y es que, cómo no.
si eres la persona más mona que
pude haber visto
23:45 PM

por qué me dejas así?
23: 45 PM

sé que merezco tu enojo, pero,
siquiera déjame decirte todo
lo que jamás me atreví a
expresarte
23:46 PM

es que no tienes idea de lo
mucho que te necesito. ni
yo sabía que eres tan
importante en mi vida
23:46 PM

chaaan :(
23:47 PM

pisó la colilla y encendió otro cigarrillo. no se atrevió a derramar ni una sola gota, no por él. si iba a lamentarse, que sea fumando.

bloqueó el móvil y se sentó en la silla de mimbre que seungkwan usaba para leer. miró el cielo, y pensó, ¿qué haría su madre en su lugar? ¿le daría otra oportunidad a jun o dejaría todo así hasta olvidarse de él?

pero su madre no era un buen ejemplo. ella siempre luchaba por lo que amaba, en este caso, por taemin. y chan, no sabía si quería luchar por junhui. tal vez sonará anticuado, pero él quería que junhui luchara por su amor, si de verdad lo ama, tendrá que demostrarlo.

necesitaba que alguien le dijera que nada de lo que pasó fue su culpa.

que no tenía que sentirse mal.

(...)

1037 palabras.

cielo color verde - juno svtDonde viven las historias. Descúbrelo ahora