- c u a r e n t a y o c h o

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seungkwan lo miró con la típica cara que ya había denominado "la cara repelús". era aquella expresión en la que podía notar que su amigo no estaba de acuerdo con lo que estaba diciendo o haciendo.

— no pongas la cara repelús. — se quejó revolviendo el café con la pequeña cucharita de metal.

ni siquiera eran las nueve de la mañana, pero no había podido dormir nuevamente, así que llamó a seungkwan sin pensar demasiado en que probablemente estaba en el quinto sueño, y lo citó a desayunar para poder contarle todo lo sucedido en la madrugada. en la salida de "sanación y canalización de su tristeza y ansiedad" optó por contarle todo lo que junhui le contó sobre taemin y su madre a sus dos amigos. de cierto modo, hablarlo, expresarlo él con sus palabras, le hizo caer en un golpe de realidad que no había tenido hasta el momento. sin embargo, aún no acababa de procesarlo completamente. era más que frustrante.

— cara de repelús mi polla, chan. — se burló sin sonar muy brusco. — sólo creo que volver con él no es la mejor idea. — expresó sincero.

chan agradecía su sinceridad. seungkwan siempre era sincero, pero sabía usar filtros, no lo lastimaba ni intentaba herirlo con sus palabras por más que esa no fuera la intención. sabía medirse, sabía qué decir y qué no en esta u otra situación. admiraba mucho aquello.

a veces, la sinceridad de su amigo lograba salvarlo de varias situaciones incómodas o inesperadas. sólo que esta vez, no sabía si iba a salvar o a empeorar.

— no voy a volver con él, sólo convivimos un poco. — su mirada se encontraba atenta en el remolino de café que había creado dentro de la taza humeante.

seungkwan asintió y se acomodó en el asiento, sorbiendo la nariz. el cambio de temperatura lo tenía mal, hacía tan sólo unos días estaban muriendo de calor, y ahora estaban en un café con las estufas centrales encendidas.

— eso lo sé. no quiero que estés mal otra vez, es eso. pero entiendo si lo que te hace bien es estar con él, de verdad. sólo quiero lo mejor para ti. — sonrió, marcando un poco más lo hinchado de sus ojos por apenas haberse despertado.

chan le devolvió el gesto, sin embargo no le duró mucho.

— es raro, ¿sabes? — pausó. — es como si supiera que estando con él estaré bien, porque sabe cómo hacerme sentir así, pero luego me atacan los recuerdos de china y todo se vuelve tan irreal. es como un sueño que no puedo controlar. — contó.

no había parado de recordar los momentos que aún le causaban dudas. en especial aquella vez, su primer día en la cabaña; llegaron dos tíos, en una camioneta roja, y hablaron sobre un él. ¿de qué él hablaban? ¿por qué ese él estaría disgustado con el actuar de junhui? ¿qué tanto no sabía aún?

y es que sentía que mientras más creía saber, menos sabía y más cosas se sumaban a su mente como una bolsa mágica sin fondo. algo así como la bolsa mágica del personaje de intensamente.

— bueno, convengamos que no muchos pueden controlar sus sueños. —

chan rodó los ojos divertido.

— era una forma de decir, tonto. —

seungkwan soltó una risita y asintió dejando que un silencio neutro los envolviera por un par de segundos.

segundos en los cuales comenzó a pensar en su relación con seungkwan. siempre fueron muy unidos, pero no unidos de la manera en la que no pueden estar sin el otro, unidos de alma y de corazón. sabían hasta dónde avanzar, dónde frenar y dónde renaudar en los sentimientos y vivezas del otro. habían logrado complementarse a la perfección, de una forma en la que su amistad se mantenía firme y sana siempre. por supuesto que había discusiones, siempre hay, pero encontraban sus diferencias y veían cómo hacer que ellas funcionaran sin dañarse. una amistad prácticamente inquebrantable.

cielo color verde - juno svtDonde viven las historias. Descúbrelo ahora