t r e i n t a y n u e v e

160 26 16
                                    

— no entiendo cómo puedes seguir fingiendo que lo quieres, si es un niño de papá que vive victimizándose. ni siquiera puedo creer que quisimos acostarnos con él. —

la voz de yixing comenzaba a parecerle uno de los sonidos más irritantes que podía haber. todo rastro de amistad que sentía por él se había desvanecido por completo. hasta dudaba de seguir sintiendo aunque sea, un poco de aprecio hacia su persona tan altanera y poco empática.

no le dirigió ni una mirada, siguió rellenando documentos como solía hacer diariamente. era uno de los métodos para subir de puesto; mientras más papeleo hiciera, sus superiores más lo creería capaz de ser jefe de toda la unidad, ahora que jongin planeaba retirarse por cuestiones personales. lo cual, inmediatamente lo relacionó con yixing. siempre sospechó que aquellos dos se traían algo poco legal, pues, solía verlos hablar por lo bajo, con sigilo. y su teoría aumentó cuando chan confesó que yixing le había vendido drogas, supo que jongin había discutido con él en la oficina y después de ello presentó su petición de renuncia. era raro, pero tampoco quería indagar demasiado, no quería acabar metido en algo de lo que no pertenecía ni incumbía.

— deberías hacer papeleo en vez de soltar gilipolleces. — sugirió manteniendo la calma.

yixing chistó, dándole un mordisco a su manzana y se alejó hacia su escritorio.

— oí que tuvo una cirugía, y que tú estuviste ahí. ¿vas a seguir persiguiendo su trasero como un perro en celo sólo porque quieres follártelo? te superas, tío. —

bueno, eso no era tan cierto.
sí había estado ahí, incluso después de que saliera del quirófano, pero huyó como el cobarde que era cuando seungkwan gritó desde la habitación que había despertado. ni siquiera se puso a pensar en ello, sus piernas actuaron por reflejo, y se alejó del hospital lo más rápido que pudo, dejando en el aire cualquier astibio de valentía y ganas de resolver las cosas. tal vez, porque sabía que chan probablemente jamás iba a perdonarlo, y eso, le hacía bajar los brazos poco a poco, pensando en que no debía esforzarse por algo que no lo llevaría a ningún lado.

— calla ya, no sabes de lo que hablas. no hagas que se me salte la pinza. — advirtió presionando con más fuerza el bolígrafo en su mano, haciendo que la tinta fuera más oscura, y se creara un débil relieve en la hoja debido a la presión.

yixing se rió.

— venga, que somos mejores amigos, te conozco y sé perfectamente que tú no amas a lee chan. nunca amaste a alguien. no eres de esos. —

y ese era un problema. porque él también creía que no era de esos, lo que le hacía temer haberse obsesionado. aunque no le sentía como una obsesión, simplemente quería estar con chan, hacer que lo escuche y luego acostarse a dormir abrazados. sólo eso. se sentía como si su corazón estuviera dividido en dos lados; uno en el que creía posible enamorarse, donde lo que más deseaba era hacerle mimos a chan hasta verlo dormido tranquilo, ver sus perlitas verdes, que con el reflejo del sol se ven aún más bonitas. pero el otro, el otro le hacía dar un paso atrás cada vez que se proponía ir hacia adelante. un lado que le decía que jamás iba a amar a alguien si nunca antes tuvo una sensación parecida a esa.

y eso, lo ponía en desventaja en el momento de querer arreglar las cosas.

soltó el boli, casi lanzándolo, y miró a yixing, quien traía esa estúpida sonrisa de siempre.

— ya no somos amigos, así que no me conoces ni un poco. me piro, ver tu cara me da náuseas. — se quejó conservando su tono de voz calmo.

cogió su móvil, y salió de ahí.

por un momento quería hacer de cuenta que el lado malo de su corazón no existía, e ir hacia adelante, sin obstáculos.

(...)

cielo color verde - juno svtDonde viven las historias. Descúbrelo ahora