Dieciséis

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Recién había vuelto de su cita con Mingjue y algo en él se sentía diferente, se sentía... Bien, no fue un desastre como creyó que sería, y le agradaba ligeramente aquello.

El líder de los Nie no era tan bruto como pensaba, incluso pareció tímido en un punto de su cita, tal vez fue por eso que aceptó una segunda.

Y el tiempo transcurrió tan rápido que Jiang Cheng no supo en que momento el estar con el otro se había vuelto tan agradable, la primera vez que se besaron no fue muy diferente a su primer beso con Liu Qingge, el mayor le besó después de discutir, y de ahí los besos no pararon.

El atractivo líder de la secta QingheNie, le confesó que estaba enamorado de él en una ocasión que visitó Muelle de loto.

Y aunque Jiang Cheng aún pensaba derrepente en Lan Xichen, no podía negar que los sentimientos hacia Nie Mingjue eran correspondidos.

Así es como inició una de las relaciones más comentadas en el día a día de los cultivadores, y no solo por la forma en la que los dos se relacionaban, sino también por lo atractivos que eran ambos, y lo bien que parecían verse juntos.

Jiang Cheng era quien menos solía ir a visitarlo, pero cuando llegaba a hacerlo, los ojos del otro líder de secta, siempre se iluminaban al verlo.

En una ocasión donde ambos habían peleado, y Mingjue se fue sin querer escuchar más al menor, Jiang Cheng apareció en la mansión impura con el ceño fruncido, y decidido a discutir de nuevo si el otro no ponía de su parte, o sea, no aceptaba que el de los ojos púrpuras tenía razón.

Aquella vez, Jiang Cheng entró con la mirada de algunos subordinados sin atreverse a mirarlo directamente, todos conocían el temperamento del joven líder, además de que ahora era la pareja de cultivación de su líder, y lo último que querían era ofenderlo. Por supuesto, entró sin que nadie le impidiera, o estorbara el paso.

El castaño aunque le vio con el típico ceño fruncido y la expresión de estar a punto de golpear a alguien, antes de que Jiang Cheng pudiera decir algo, lo abrazó elevándolo ligeramente del piso, y robándole un casto beso, el otro no puso resistencia alguna, se habían extrañado más de lo que esperaba.

Aunque, era caótica, y fuerte, su relación también era salvaje, y no solo por el sexo, el temperamento del otro no era tan diferente, los cultivadores del Muelle de Loto solían desviar la vista o sonrojarse cuando veían a su joven líder con el labio roto o el cuello lleno de mordidas. En el caso de los cultivadores de QingheNie, la situación no era tan diferente, incluso el propio Huaisang que en una ocasión tuvo que curar el brazo de su hermano, casi se desmayó al ver los rasguños en la espalda del otro.

En las reuniones con los otros líderes, siempre estaban juntos  inevitablemente, se buscaban entre sí, conversaban a la vista de todos, y aunque se veían extremadamente serios, o incluso enojados, si los veías unos minutos más, podías ver la sonrisa en alguno por el comentario del otro, o la mano del líder de la secta Nie, en la espalda baja del líder de la secta Jiang, o, en alguno de los casos más extraños, sus manos entrelazadas, o al menos el dedo meñique entrelazado.

Su relación marchaba bien, se besaban algunas veces a escondidas de los demás, o incluso, en un arranque de celos de Mingjue, se besaban frente a los presentes con Jiang Cheng peleando con él después en privado.

Jiang Cheng por fin se sentía feliz, tenía mucho tiempo que no le pasaba, además de que había superado su amor no correspondido por Xichen por completo.

Pero, los problemas con su pareja iniciaron.

Ya no eran discusiones cortas, o por alguna tontería de ambos, eran los celos de Mingjue que suponía que tenía algo con Xichen, de su repentino odio hacia Jin GuangYao, o algo relacionado a ambos.

TE ODIO (𝐅𝐞𝐧𝐠𝐪𝐢𝐧𝐠) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora