Veintiseis

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La vista era bastante tranquila.

Una ligera sensación de tristeza invadía el pecho de los dos adultos recostados sobre el pasto.

Jiang Cheng y Mu Qing admiraban el cielo en silencio, comentando derrepente las nubes que pasaban por culpa del viento.

Ninguno quería hablar primero, no estaban listos para despedirse, y cuando supusieron que tenían que hablar de eso fue el líder de secta, el que le dijo que hablarían después de volver a Yunmeng.

Aunque Feng Xin bufó, no se quejó cuando volvieron, menos aún cuando el platinado sonrojado y de mala gana era cargado en su espalda, e inconscientemente jugaba con algún rebelde mechón de cabello del pelinegro.

Habían decidido que en Yunmeng abrirían la brecha y volverían a sus mundos a la mañana siguiente, Shang Qinghua tenía un brazo roto, y el rey demonio de hielo, no quería viajar con su pareja tan lastimado, aunque el cultivador en realidad no se sentía mal.

Así fue como para el atardecer, el platinado y el ojivioleta terminaron recostados sobre el pasto, una ligera molestia en su pecho, y la tibia brisa golpeando sus rostros.

Mu Qing fue el primero en verle de reojo, con todo y que su cara aún ardía por los rasguños, recargó esta en el pasto.

"No puedes irte aún" -El platinado fue interrumpido, y aunque agradeció esto porque realmente no sabía que decir, se sintió un poco molesto con el pelinegro, Jiang Cheng sabía que tenía que volver-. "Voy a casarme con Xichen"

"¿En serio?" -El de los ojos púrpura asintió, esta vez, siendo él el que giró el rostro para verle-. "Felicidades, aunque no lo parezca, me alegro por ti"

"Lo sé" -Hubo una ligera pausa en la que el pelinegro parecía buscar las palabras adecuadas para continuar-. "La boda será en cinco días, nada exagerado, y sería bueno que estés, para ti, claro" -Mu Qing rodó los ojos al mismo tiempo que sonreía muy ligeramente, que incluso Jiang Cheng notó la honesta sonrisa en su rostro-.

"¿Pero no es muy pronto para organizar una boda?"

"Lo hablamos en la mansión impura, en cuanto terminara esto, nos casaríamos, y pude despedirme de Mingjue, solo queremos volverlo formal, además, ¿Por qué demonios te estoy dando tantos detalles?"

"Supongo que buscas mi aprobación, no lo dudaría viniendo de ti" -El menor lo empujo girándole, y aunque el platinado se rió, cuando lo miró de nuevo, tenía aquella expresión de fastidio que parecía nunca irse de su rostro-. "Dudo que Xie Lian quiera irse tan pronto después de volverse tan cercano al elegante cultivador y a tu hermano"

"O eres tú el que no quieres separarte de mi" -Fue turno del platinado empujarle, y de Jiang Cheng reír, la familiaridad que habían tomado con el otro era honesta y pura, sinceramente extrañarían al otro cuando se fueran, nunca hubo necesidad de fingir, gracias a su conexión por sueños que aún no se explicaban de donde venía, conocían casi todo del otro, sin necesidad de contarlo, así que aquellas cosas que intentaban ocultar con los demás, entre ellos no era necesario-.

Y aunque ninguno lo admitiría, aquel día en el tercer jardín de la secta YunmengJiang mirando el cálido atardecer, se juraron a sí mismos jamás olvidar al otro.

En cuanto cayó la noche, Jiang Cheng ayudó al platinado a ponerse de pie, aunque ya le habían acomodado el hueso roto y su pierna estaba vendada, necesitaba ayuda que no pediría para levantarse, incluso se hizo de palabras con el ojivioleta porque no quería que le ayudara.

Liu Qingge estaba tranquilamente conversando con Xichen y Feng Xin, aunque en realidad el que hablaba era Xichen y Feng Xin sonreía derrepente mientras el otro solo asentía, cualquiera que no conociera a Liu Qingge diría que estaba aburrido, pero en realidad escuchaba la historia de Xichen con interés.

TE ODIO (𝐅𝐞𝐧𝐠𝐪𝐢𝐧𝐠) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora